Javier Rabanal, el DT que le devolvió el ADN a Independiente del Valle y salió campeón de la LigaPro

Cuando Javier Rabanal tomó las riendas de Independiente del Valle, el equipo atravesaba una etapa de transición futbolística. Había talento, estructura y metodología, pero faltaba algo clave que se perdió por la gestión de Gandolfi: el ADN histórico del club. 

En pocos meses, el entrenador español consiguió lo que parecía complejo: reordenar, refrescar y reactivar el modelo que convirtió a IDV en un referente, tanto en el país como en la región.

Y lo hizo sin rupturas ni discursos elevados, sino desde el conocimiento profundo del proyecto (ya dirigió al Juniors) y una lectura precisa del tipo de fútbol que el club necesitaba recuperar. 

En una entrevista con PRIMICIAS, Rabanal fue claro y advirtió que sus dirigidos estaban en capacidad de marcar una diferencia en la LigaPro a partir de la tenencia del balón, impedir la progresión del rival y cuidar el arco. 

Para él, las formas siempre importaron para ganar un partido. A veces resultaron y otras no. En algunos partidos arriesgó. En otros fue más cauto y perdió. Pero nunca dejó de lado el ADN del club, ese que lo llevó a ganar las Copas Sudamericanas de 2019 y 2022 y la Recopa de 2023. 

Por eso, desde su llegada y los primeros partidos tanto en LigaPro como Copa Libertadores, una de sus primeras transformaciones fue volver a un plan de juego más alineado con la filosofía histórica del club:  Presión alta sostenida, circulación rápida, extremos profundos y laterales proyectados.

Entonces, fue allí cuando el equipo empezó a recuperar el balón en campo rival con mayor frecuencia, el mediocampo volvió a ser protagonista, y siempre se notó un plantel compacto, que atacó y defendió en bloque.

Este regreso al modelo posicional no solo le devolvió identidad al equipo, sino que permitió que varios futbolistas -especialmente los jóvenes- se sintieran más cómodos dentro de un sistema que conocen desde formativas.  

Así fue como Rabanal entendió que el proyecto IDV no se alimenta únicamente de ganar partidos, sino de jugar de una forma específica, una que potencie lo colectivo y optimice el desarrollo individual.

La influencia del DT español también se reflejó en el rendimiento de varias figuras del plantel. Jugadores como Claudio Spinelli, Patrik Mercado o Jordy Alcívar encontraron en su propuesta una claridad de funciones y un contexto que potenció sus virtudes.  

Además, combinó eficacia ofensiva, creatividad en el medio y solidez defensiva. Ese equilibrio, uno de los sellos competitivos de IDV, se disminuyó, sobre todo, el año pasado. Ahora, con el nuevo cuerpo técnico, volvió a ser una constante.

Más allá de que Rabanal cometió varios errores en los planteamientos, algo que le costó duras derrotas y eliminaciones en Copa Libertadores y Sudamericana, los jugadores intentaron competir y siempre lo hicieron bajo la impronta de juego del DT. 

Lo cierto es que el regreso al ADN ha marcado diferencia, sobre todo en la LigaPro, en donde los 'rayados' dominaron de inicio a fin. 

Rabanal es consciente de que no solo dirige un plantel con muchos talentos; está a la cabeza de un gran proyecto que exige mucha competitividad y una necesidad constante de reinventarse. Y hasta ahora, ha respondido a la altura.