Michael Morales, de celebrar con pollo asado a ganar un bono de USD 50.000 en la UFC

Michael Morales es sinónimo de tenacidad, constancia y humildad. El oriundo de Pasaje (El Oro) lleva el deporte en sus venas. Nació para ganar. Y lo está alcanzando. 

El ecuatoriano de 25 años siempre estuvo involucrado con los deportes de contacto. Empezó en el judo, pasó a la lucha olímpica y llegó a las Artes Marciales Mixtas (MMA, por sus siglas en inglés). 

Morales practicó judo por influencia de su madre, Katthy Hurtado, quien era profesional en esta disciplina. Ella marcó su carrera. Lo motivó a seguir adelante y no rendirse. 

De todas formas, se dio cuenta de que el judo no era su pasión. Y fue allí cuando, a los 10 años, pasó a la lucha olímpica. No le fue nada mal: tuvo cinturón verde en arte marcial japonesa y fue tricampeón. 

Entre 2016 y 2018, Morales ganó el Campeonato Nacional de lucha olímpica y dos ediciones consecutivas de los Juegos Nacionales juveniles. 

La aventura en la lucha terminó a sus 14 años, cuando su padre lo llevó a la academia de MMA del profesor Víctor Vallejo, en Machala. Solo era "por curiosidad". Y esa curiosidad lo enamoró. "Cuando vi una pelea me gustó. Ahí empezó todo". 

Policía o militar

Si bien su madre le inculcó los valores y principios del deporte, quería que se haga policía o militar. Y es que sus tíos también son militares, con lo cual había esa presión extra. 

Pero Michael no se veía uniformado todos los días. No se sentía cómodo. Lo suyo era el deporte. El octágono se convirtió en su mayor aliado. 

A Morales le costó el hecho de no complacer a sus padres. Pero ya se había fijado metas en su nueva pasión. 

Aunque, más allá de los entrenamientos, trabajó en la fábrica de botes navales de un compañero. No fue fácil. Le dedicaba muchas horas a su trabajo y no llegaba al 100% a las prácticas. 

¿Qué compró con su primera pelea ganada?

El deportista cada vez se involucró más en las Artes Marciales Mixtas. Y fue así como asistió a una de sus primeras peleas amateur en Pasaje. 

Según contó su madre en una entrevista con Canal Uno TS Sports, esa noche estaban "chiros" y no tenían plata para comprar comida. 

"Mami, me voy a pelear aquí en Pasaje. Creo que me van a pagar", dijo Michael. A lo que su madre respondió: "No te vayas, verás que ya voy a ver qué hacer de comida". 

Morales se comprometió en llevar un pollo a su casa para la cena. Y lo logró: ganó USD 50, de los cuales 30 le dio a su madre y con los otros 20 se compró zapatos, una licra y una camiseta para entrenar. 

Salir del país, un antes y un después en su carrera

Michael Morales era consciente de que para perseguir sus sueños y sobresalir en MMA debía sacrificar muchas cosas. Y una de ellas era abandonar el país y alejarse de su familia.  

Su travesía inició en febrero de 2021. Llegó a Tijuana para entrenar en el Entram Gym. Y un mes después firmó un contrato profesional con la empresa Ultimate Warrior Challenge (UWC), la promotora de MMA más antigua de México.

Todo pasó muy rápido. Seis más tarde, en septiembre, el ecuatoriano venció en una explosiva pelea al kazajo Nikolay Veretennikov, en la cartelera Dana White’s Contender Series, y consiguió su contrato en las 170 libras dentro de la UFC. 

Sueño hecho realidad

Morales demostró que estaba para grandes cosas. Su contrato en la UFC lo obtuvo por su gran técnica y velocidad de piernas, pero también por su incansable trabajo fuera de los octágonos. Orden y disciplina. 

Con apenas 22 años, peleó en la cartelera estelar de la UFC 270 (enero 2022), alcanzó una victoria por la vía del nocaut, en el primer round, sobre el estadounidense Trevin Giles y puso en alto la bandera del Ecuador.

El 30 de julio de ese año se subió por segunda vez al octágono más importante del mundo. Y volvió a demostrar mucho carácter y jerarquía ante Adam Fugitt, a quien también lo noqueó. 

Pasó un año para volver a ver a Morales en acción. El 1 de julio se enfrentó a Max Griffin y se impuso por decisión unánime. Un escenario similar lo vivió en noviembre, también de 2023, cuando derrotó a Jake Matthews. 

Y este sábado 24 de agosto de 2024, la 'Araña', como también se lo conoce al ecuatoriano, disputó el combate más importante de su carrera. Y lo ganó. Fue ante Neil Magny, Top 15 del ránking de peso wélter, a quien lo durmió en el primer asalto. 

Por esa actuación, además, la UFC lo premió con uno de los bonos por mejor actuación de la noche: USD 50.000 a su bolsillo. Más que merecido. 

Lo cierto es que Morales acumula un rendimiento perfecto: mantiene un invicto de 17-0 en MMA y 5-0 en UFC. Por el momento es uno de los peleadores con mayor proyección de su categoría y que no descansará hasta pelear por el título mundial. De Ecuador para el mundo.