Ministra de Economía explora posible acceso a créditos con bancos de China
La ministra de Finanzas, Sariha Moya, mantuvo reuniones con cinco bancos soberanos de China con el fin de explorar oportunidades de financiamiento para proyectos energéticos y viales.

Visita de la ministra de Economía, Sariha Moya, a bancos chinos, el 17 y 18 de mayo de 2025.
- Foto
Ministerio de Finanzas
Autor:
Actualizada:
Compartir:
La ministra de Economía y Finanzas, Sariha Moya, mantuvo acercamientos con bancos chinos en el marco de la IV Reunión Ministerial del Foro China-Celac, realizada hace una semana en Pekín, informó la Cartera de Estado en un comunicado difundido este 20 de mayo de 2025.
La idea de las reuniones, según informó la Cartera de Finanzas, es "fortalecer la relación bilateral financiera y explorar nuevas oportunidades de financiamiento para proyectos que generen beneficios concretos para los ecuatorianos".
Entre las instituciones financieras con las que la ministra Moya sostuvo reuniones se encuentran:
- Banco de Desarrollo de China (CDB).
- El Banco Industrial y Comercial de China (ICBC).
- Además, con el Banco de China.
- Banco de Exportación e Importación de China (Eximbank).
- Y el Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (AIIB).
Durante las reuniones, la ministra Moya dio a conocer los proyectos prioritarios del gobierno del presidente Daniel Noboa, particularmente en el sector de energías renovables y carreteras, así como el interés del país de contar con alternativas de financiamiento a través de bancos e inversionistas chinos, informó al Cartera de Estado.
Además, se dialogó sobre posibles asistencias técnicas en temas energéticos, "considerando la amplia experiencia que tiene China en este ámbito", apuntó en el comunicado.
Un contexto de guerra comercial
En un momento en que las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China siguen marcando la agenda global, la reciente reunión ministerial entre la CELAC y el gigante asiático ha sido observada con atención desde Washington.
En el marco de las reuniones, Colombia dio un paso fuerte de acercamiento a Beijing al anunciar que entrará a la llamada Ruta de la Seda, una iniciativa global de infraestructura y desarrollo liderada por China e inspirada en las antiguas rutas comerciales que conectaban China con Europa.
El objetivo de la iniciativa es mejorar la conectividad y cooperación económica entre Asia, Europa, África y América Latina mediante inversiones en puertos, ferrocarriles, vías, energía y telecomunicaciones.
La respuesta de Estados Unidos al anuncio de Colombia, uno de sus principales socios en la lucha contra el narcotráfico en la región, no se hizo esperar y, a través de su Departamento de Asuntos Exteriores del Hemisferio, dijo de manera contundente:
"Estados Unidos se opondrá firmemente a los proyectos recientes y a los próximos desembolsos del BID y otras instituciones financieras internacionales para empresas estatales chinas en Colombia (y otros países de la Franja y la Ruta de la Seda) y controladas por China. Estos proyectos ponen en peligro la seguridad de la región", informó en un tuit el Departamento de Estado.
Y añadió que "el dinero de los contribuyentes estadounidenses no debe ser utilizado de ninguna manera por organizaciones internacionales para subsidiar a empresas chinas en nuestro hemisferio".
Estados Unidos teme que las ofertas de financiamiento e inversión por parte de China a países como Ecuador, Colombia, Argentina o Brasil, en sectores clave como infraestructura y energía amplíen su influencia geopolítica en la región.
¿Ecuador vuelve la mirada a China?
Los bancos con los que se reunió la ministra Moya son mismos con los que el país llegó a acumular entre 2009 y 2016 una millonaria deuda, durante la administración de Rafael Correa. De hecho, alcanzó su punto más alto en 2016 llegando a representar casi 10 puntos del Producto Interno Bruto (PIB) de Ecuador: USD 9.622 millones.
Pero eso cambió a partir de 2017. El flujo de recursos de China se redujo a medida que la economía de Ecuador se complicaba y cada vez le faltaba más liquidez. Finalmente, luego de los efectos económicos de la pandemia de Covid-19, los bancos soberanos de China redujeron drásticamente los montos de préstamos y se vieron obligados a reestructurar las deudas con Ecuador.
Ya para febrero de 2025, Ecuador tenía un saldo de deuda con China de apenas USD 2.560 millones.
Los desembolsos de préstamos chinos no estuvieron exentos de observaciones. Durante el correísmo, China aprobó créditos para Ecuador, pero atados a la venta anticipada de petróleo, lo que funcionaba como una especie de garantía. Las condiciones desventajosas para Ecuador, poco transparentes y onerosas llegaron al campo judicial.
Además, muchos de esos créditos estuvieron condicionados a la construcción de obras con empresas chinas, algunas de las cuales fueron cuestionadas.
Una de ellas es la hidroeléctrica Coca Codo Sinclair, la más grande del país, que fue observada por Contraloría por tener miles de fisuras y que en 2024, en medio de la crisis eléctrica y los apagones, no entregó toda la energía para la que fue diseñada.
Compartir: