Masiva demanda de Bono Raíces revela pobreza e informalidad que golpea al sector agrícola de Ecuador
El presidente Noboa entrega el Bono Raíces, el segundo en su gestión, para agricultores, que siguen aquejados por la informalidad y la pobreza. La mayoría no percibe ni la mitad de un salario básico.

Imagen referencial de agricultores en la Sierra de Ecuador, archivo.
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Sitio Web Ministerio de Agricultura.
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El nuevo bono Raíces, creado el pasado 12 de septiembre de 2025 por el Gobierno de Daniel Noboa como una compensación temporal por la eliminación del subsidio al diésel, ha despertado alto interés entre los pequeños agricultores del país.
Desde que se anunció el bono, en ciudades como Riobamba y Guaranda, por ejemplo, cientos de pequeños agricultores han madrugado a hacer largas filas en BanEcuador.
Se trata de un bono único de USD 1.000 dirigido solo a quienes pertenecen a lo que se conoce como agricultura familiar campesina. Esto es, familias rurales en situación de pobreza y productoras de los sectores agrícola y pecuario.
Se estima que en Ecuador hay alrededor de 1,6 millones de personas que pertenecen a la agricultura familiar campesina. Aunque, por ahora, el Gobierno ha ofrecido este bono para unos 100.000 agricultores.
En el agro se gana menos de la mitad de un sueldo básico
Para el economista Rubén Flores, exministro de Agricultura, no es de sorprenderse que los agricultores estén tan necesitados de ese dinero, pues son una población con ingresos menores a un salario básico (USD 470 en 2025).
Al segundo trimestre de 2025, la mayoría de quienes trabajaron en labores agrícolas en Ecuador tuvieron un ingreso mensual de alrededor de USD 221, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
Un jornalero tiene ingresos mensuales máximo de unos USD 300, un bono de USD 1.000 es una ayuda que equivale a más de tres meses de trabajo"
Rubén Flores, exministro de Agricultura
El exministro dice que el bono Raíces es una buena opción en un año de recuperación económica, porque inyecta algo de liquidez en los bolsillos de estas familias.
"El agricultor puede utilizar el dinero para mejorar sus labores agrícolas, pero también, para otro tipo de compras para cubrir sus necesidades y reactivar el consumo en el país", dice Flores.
Pero Rodrigo Gómez de la Torre, expresidente de la Cámara de Agricultura de la Zona 1, considera que no es buena idea regalar recursos públicos mediante un bono sin que existan condicionamientos de que el dinero se usará en actividades agrícolas.
Para Gómez de la Torre, lo ideal sería que el programa se parezca al Bono de los 1.000 días, en el que la entrega del dinero está condicionada a que la madre que recibe el dinero lleve al niño a los controles médicos.
Sin embargo, los dos coinciden en que el bono es una medida cortoplacista tomada con un interés político, y que no ayuda a solucionar los problemas que han aquejado por años al sector agrícola.
"Son dádivas que no te resuelven el problema el sector agropecuario en su conjunto"
Rodrigo Gómez de la Torre, expresidente de la Cámara de Agricultura
Es el segundo bono que entrega Noboa a agricultores
Si bien parte de la población que se dedica a la agricultura en situación de pobreza puede recibir el Bono de Desarrollo Humano, no había tenido una transferencia específica para el desarrollo de su actividad en los últimos gobiernos.
Las medidas que se han implementado históricamente en Ecuador para el sector habían sido entrega de kits o insumos, fertilizantes, líneas de crédito especiales, condonaciones de deudas en la banca pública, y la fijación de precios.
Pero Noboa ha optado por darles dinero en efectivo ya en dos ocasiones.
El primer bono en efectivo que creó Noboa fue el Bono para afrontar la Crisis Agroproductiva Transitoria frente al Temporal Climático Adverso – CATTA-Nuevo Ecuador.
Fue una transferencia de USD 800, que se creó en marzo de 2025, en momentos en que Noboa estaba en campaña para la reelección presidencial.
Según el Ministerio de Agricultura, el bono llegó a unos 14.436 productores de ocho provincias, con lo que el Estado desembolsó USD 11,5 millones a estos agricultores.
Un sector que crece, pero con alta informalidad y pobreza
La agricultura tiene un importante peso en la economía de Ecuador, pues equivale a casi el 7% del Producto Interno Bruto (PIB) hasta 2024.
El sector ha alcanzado USD 9.683 millones en ventas entre enero y julio de 2025, lo que lo convierte en el tercer sector que más factura en el país, solo luego del comercio y las manufacturas.
Y también es una importante fuente de empleo para los ecuatorianos. Alrededor del 32% de la Población Económicamente Activa (PEA) se dedica a actividades de la agricultura, según el INEC.
Pero es una fuente de ingreso sobre todo para aquellos que no tienen un empleo adecuado.
De la población que trabaja en el sector informal, la mitad se dedica a actividades agrícolas, según el INEC.Y si se analiza a la población que está en el subempleo el 36% se dedica a labores agrícolas.
Flores dice que dado ese peso en la economía, es lamentable que solo se piense en medidas de corto plazo, mientras el presupuesto estatal dedicado al Ministerio de Agricultura se recorta año a año.
En 2015, por ejemplo, el Ministerio de Agricultura tuvo un presupuesto de USD 404 millones, aunque solo ejecutó USD 377 millones.
Y para 2025, el Gobierno de Noboa prevé un presupuesto de USD 272 millones, aunque hasta agosto solo se ha ejecutado el 23% de ese monto.
Proyectos como el de Fomento a la Producción Agrícola a través de la Implementación de Sistemas de Uso y Aprovechamiento del Suelo y el Proyecto para Fortalecer las Capacidades Productivas Sostenibles y de Comercialización de los productores son los que tienen menos asignación y menos ejecución de recursos en el presupuesto del Ministerio de Agricultura.
Gómez de Torre, en cambio, destaca que pese a que no ha sido un sector prioritario en la asignación de recursos públicos, con esfuerzo privado ha logrado crecer incluso en épocas de crisis.
Y esto no solo con esfuerzo de los grandes agroexportadores, sino también de la agricultura familiar.
Por ejemplo, en la recesión de 2024, cuando el PIB del país cayó 2%, la agricultura creció 3%, fue de hecho la actividad económica que más creció. El alza histórica de los precios del cacao impulsó ese crecimiento.
Y para 2025, el Banco Central de Ecuador (BCE) prevé que este sector seguirá así y será el que más crecerá, con un 13% de alza frente a 2024.
¿Qué necesitan los pequeños agricultores?
Gómez de la Torre dice que la inversión del Estado debe concentrarse sobre todo en capacitación y asesorías para que los pequeños agricultores logren llegar a mercados internacionales y para que se organicen para vender con menos intermediarios.
Flores coincide y añade que el Estado también puede invertir en más servicios que ayuden a mejorar la productividad de los agricultores.
El exministro dice que se requiere inversión en servicios de investigación, trazabilidad, estructuración de polígonos, asesorías en legalización y tenencia de tierras. Además, en tecnología de manejo del riego y mejora de semillas.
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