¿Cómo evoluciona el sector de las cooperativas y por qué el Gobierno insiste en que se transformen en bancos?
La cartera de crédito de las cooperativas, que cerró 2024 con una contracción, ha comenzado a recuperarse. Una reforma al Código Monetario Financiero permite que las cooperativas se conviertan en bancos, pero voluntariamente.

Imagen referencial de la Cooperativa CREA, que entró en liquidación.
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Jackeline Beltrán/PRIMICIAS
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El sector de las cooperativas en Ecuador comienza a mostrar algunos síntomas de recuperación, luego de algunos de sus indicadores clave se deterioraran durante la recesión de 2024 y dos entidades quebraran. Pero, todavía hay desafíos.
Y en este escenario, el Gobierno de Daniel Noboa plantea, de nuevo, que aquellas cooperativas que lo acuerden con sus socios, de manera voluntaria, puedan convertirse en bancos privados; es decir, ya no estarían sujetas a la supervisión de la Superintendencia de Economía Popular y Solidaria, sino a la de Bancos.
Esto, luego de que la Asamblea aprobó la Ley Reformatoria al Código Orgánico Monetario y Financiero, el pasado 8 de octubre de 2025. Aunque todavía está pendiente que la ley se publique en el Registro Oficial para que entre en vigencia.
Es la segunda vez que el Gobierno propone esta medida. Este planteamiento fue aprobado en Ley Orgánica de Integridad Pública (Loip), que después fue declarada inconstitucional, pues la Corte Constitucional encontró vicios en el procedimiento legislativo.
La economista y exgerente del Banco Central, Verónica Artola, considera que es apropiado que la ley plantee esto como una alternativa y no como una obligatoriedad, como en la ley anterior.
"Había incertidumbre de que pudiera existir discrecionalidad a la hora de identificar qué cooperativas se considerarían 'riesgosas' al hacer el informe para que se conviertan a bancos", explica.
Sin embargo, Artola advierte que podría haber trabas constitucionales y legales que dificultarían el proceso, ya que el sistema bancario y el de cooperativas son distintos. Por ejemplo, los bancos tienen clientes, las cooperativas, socios.
Artola menciona solo un ejemplo. "No se ha establecido qué pasaría con el fondo irrepartible de las cooperativas, que es un fondo que se nutre con los aportes de los socios y que no puede repartirse a menos que la entidad quiebre. Y esto es algo que no existen en el sistema bancario, ¿qué pasaría con ese dinero?", pregunta.
La economista considera que el sector de las cooperativas en general se mantiene estable y ya se ve una recuperación.
Sin embargo, la economista dice que sí hace falta que se fortalezcan controles y supervisión en los sistemas de gobernanza, para evitar que los consejos de administración o los gerentes tomen decisiones que perjudiquen a los socios.
"Por ejemplo, no se entiende que haya cooperativas que tengan equipos de fútbol, o que estando la entidad con problemas en sus cifras, sus directivos estén en viajes y capacitaciones fuera del país", añade.
David Castellanos, economista y profesor de la Universidad Andina Simón Bolívar, considera que es una buena alternativa que aquellas cooperativas que ya han crecido tanto que incluso tienen activos superiores a los de algunos bancos medianos, puedan decidir transformarse.
"Por su tamaño sí es cierto que pueden tener más riesgo y, al ser bancos podrían tener mejor supervisión y control"
David Castellanos.
El crédito se recupera, pero todavía levemente
La cartera de crédito de las cooperativas más grandes —que comenzó 2025 con una caída anual de 1,5% en enero— retomó una tendencia de crecimiento en junio y se ha mantenido así hasta agosto, cuando tuvo un crecimiento anual de 1% en agosto.
Las cooperativas más grandes son aquellas que están en el segmento 1 y 2, con activos de USD 20 millones o más.
Así, para agosto de 2025, la cartera de crédito de estas cooperativas sumó USD 18.071 millones, según la Superintendencia de Economía Popular y Solidaria.
Se trata de un crecimiento leve todavía, pues el sector está siendo más cauto en la colocación de crédito en lo que va de 2025, dice Castellanos.
El crédito que colocaron las cooperativas en años previos a la recesión de 2024 creció a un ritmo muy acelerado, "por encima de lo que podía absorber la economía del país", dice Castellanos.
Por ejemplo, en el primer semestre de 2023, la cartera de crédito de las cooperativas grandes creció entre 22% y 19% anual.
De ahí que, en medio de la recesión económica de 2024, la colocación de crédito de las cooperativas se fue desacelerando, a medida que caía la demanda, por una contracción de consumo. A diciembre de 2024, la cartera tuvo una contracción anual de 2,2%.
Y aunque el consumo se ha recuperado en lo que va de 2025, la cartera de crédito en las cooperativas todavía se recupera de forma modesta.
Castellanos cree que estas entidades están siendo más cautas para que los niveles de morosidad no se eleven más.
La morosidad ya está bajando
Otro problema que afectó a las cooperativas en la recesión de 2024 fue que aumentó la morosidad a un ritmo acelerado.
Es decir, más clientes comenzaron a atrasarse en los pagos de sus deudas, por lo que las cooperativas tuvieron que destinar más recursos a lo que se conoce como "provisiones", que es un colchón de reservas que deben tener las entidades financieras para cubrir aquellos créditos que no se pagan a tiempo.
La morosidad en las cooperativas grandes llegó a su pico más alto en noviembre de 2024, cuando se ubicó en 8,81%. Pero, desde entonces, ha ido bajando levemente, hasta ubicarse en 8,16% en agosto de 2025.
Sin embargo, sigue estando por encima del promedio de la banca privada, que tiene 3,2% de morosidad hasta agosto de 2025.
Castellanos explica que al destinar más recursos a cubrir esa cartera en mora, las cooperativas han tenido menos liquidez para colocar crédito.
Además, todavía hay segmentos en los que el indicador sigue por encima de dos dígitos, lo que sigue siendo un desafío para la recuperación del dinamismo del sector, dice Castellanos.
Es el caso de la morosidad del microcrédito, que son aquellos préstamos destinados a los negocios pequeños.
La morosidad del crédito de los pequeños negocios llegó a su pico más alto en octubre de 2024, cuando se ubicó en 11,84%. Desde entonces ha tenido varios meses de reducciones, y en agosto se ubicó en 10,75%.
Castellanos dice que varios factores han incidido en que la morosidad más alta esté en el microcrédito. Entre ellos, la inseguridad y el aumento de la migración.
En algunos sectores, los dueños de pequeños negocios son víctimas de extorsiones por parte de grupos criminales, que les exigen cuotas semanales o mensuales para no atentar contra sus negocios o sus vidas.
De ahí que han tenido que sacrificar el dinero que era para pagar sus créditos, para pagar a estos extorsionadores.
La solvencia está por encima de la norma
Castellanos considera que la recuperación del sector podría verse con mejor ritmo durante 2026, pero siguen latentes estos desafíos de seguridad y de una mayor recuperación económica.
Por ahora, los niveles de solvencia de las cooperativas grandes se ha mantenido por encima de lo que manda la norma, que es 9%.
Sin embargo, el indicador ha venido cayendo desde enero de 2025. En ese mes, el indicador era de 17,38%, pero para agosto fue de 16,67%.
Y esto se debe a que las entidades siguen haciendo más provisiones por la cartera en mora.
El indicador de solvencia mide cómo el patrimonio de una entidad podría responder ante los activos riesgosos de esta. Así que mientras más alto el indicador, es mejor.
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