Quiport viste al aeropuerto Mariscal Sucre de girasoles, ¿cuál es la razón?
El aeropuerto Mariscal Sucre de Quito se sumó a un programa a escala mundial de empatía y apoyo a pasajeros con discapacidades no visibles. Los girasoles son su imagen. ¿De qué se trata?

Punto de información del programa Hidden Disabilities (Sunflower), en el aeropuerto Mariscal Sucre, en Quito.
- Foto
PRIMICIAS
Autor:
Santiago Ayala Sarmiento
Actualizada:
Compartir:
Pasar de recibir alrededor de 5,4 millones de pasajeros al año a 7,5 millones fue la meta que se planteó la concesionaria del aeropuerto Mariscal Sucre, de Quito, Quiport, a finales de 2024. Con una inversión estimada de USD 74,2 millones, el objetivo era ampliar la terminal hasta finales de 2025.
Y mientras los trabajos siguen en camino, la empresa implementa nuevas medidas para que el paso por la terminal aérea sea una experiencia positiva para los pasajeros, tanto nacionales como internacionales.
Una de estas es la puesta en marcha, desde este 21 de agosto de 2025, de un programa que se replica a escala mundial en cientos de aeropuertos.
Se trata de "Hidden Disabilities Sinflower", una iniciativa destinada a mejorar la accesibilidad y experiencia de viaje para personas con discapacidades no visibles como el autismo, la ansiedad, la epilepsia, la fibromialgia, la diabetes, entre otras.
Así, el aeropuerto quiteño se suma al paso que en julio de 2025 había dado el aeropuerto de Guayaquil, José Joaquín de Olmedo al incorporar esta misma propuesta en sus operaciones.
Tomás Aragón, director de Operaciones y Mantenimiento de Corporación Quiport, explicó que por alrededor de un año, 900 colaboradores de 15 empresas que operan en el aeropuerto participaron en capacitaciones especializadas, con expertos en Sunflower y por personas con discapacidades no visibles, quienes compartieron vivencias reales y recomendaciones prácticas.
Pero, ¿de qué se trata? Los pasajeros que necesiten un trato que consideren las necesidades de su discapacidad no visible, pueden solicitar de forma voluntaria, en el mostrador de información de la zona de salidas, una cinta para colgar alrededor del cuello con el símbolo del girasol.

El programa Sunflower se replica en 350 aeropuertos, de 70 países. El collar se entrega de manera gratuita y sin necesidad de presentar documentación médica. Este distintivo discreto le indica al personal aeroportuario que el portador puede requerir más tiempo, explicaciones detalladas o simplemente un trato más empático.
Cabe señalar que la identificación del girasol no otorga beneficios, como filas preferenciales o precios especiales en pasajes, ni libera a la persona de pasar todos los procesos y controles, sino que facilita una atención más consciente y adaptada a las necesidades del pasajero. La consigna para el personal aeroportuario es simple y poderosa: “¿En qué puedo ayudarte?”, explica Luis Galárraga, gerente de Comunicación de Corporación Quiport.
Para Flavia Callafange, directora regional para América Latina de Hidden Desabilities (Sunflower), lo más importante en un primer momento es educar a la población y dar visibilización al programa. "El collar es de uso voluntario. Y el pasajero puede usarlo si necesita respeto, empatía, ayuda y paciencia. Y quienes han recibido el entrenamiento saben que deben mantener la distancia, que no pueden tocar a la persona, ni intentar adivinar lo que tiene el pasajero ni preguntar lo que tiene".
Y si un pasajero tiene miedo a volar, ¿puede solicitar una cinta? Callafange señala que sí, que en cualquier situación que atraiga algún riesgo para la salud y la paz de la persona. "En situaciones temporales, por ejemplo, una cirugía de cadera, un tratamiento de cáncer, claro que pueden pedirlo".
Compartir: