Gobierno promete más gasto en bonos para población vulnerable, ¿cuánto gasta el Estado en estos subsidios?
La vocera de Gobierno Carolina Jaramillo anunció que se aumentará el número de beneficiarios del bono 1.000 Días. Este es el bono social que más ha crecido desde 2024.

Imagen referencial de un evento del Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES) con personas de la tercera edad, 30 de mayo de 2025.
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El Gobierno de Daniel Noboa seguirá aumentando el gasto en bonos dirigidos a población vulnerable durante este 2025, pese a que todavía hay incertidumbre sobre cómo cubrirá la brecha de recursos en el Presupuesto General del Estado en un año de caída de precios del petróleo y menos impuestos que cobrar.
En una rueda de prensa, el 9 de junio de 2025, la vocera de Gobierno, Carolina Jaramillo, dijo que se ampliará la cobertura del Bono de los 1.000 Días, sumando 20.000 nuevos beneficiarios hasta diciembre de este año.
Este aumento de beneficiarios demandará USD 58 millones más al Estado. Con corte a abril de 2025, hay 141.330 personas recibiendo este beneficio. Eso significa que aumentarían a unos 161.330 hasta finales del año.
Según el Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES), la meta es que la cobertura de este bono llegue a 200.000 personas hasta finalizar el segundo período de Noboa.
El bono de los 1.000 Días fue creado en 2022 durante el gobierno de Guillermo Lasso y consiste en un pago de USD 50 para mujeres embarazadas, que incluye tres pagos adicionales: USD 90 con el nacimiento del bebé, USD 120 con el primer año de vida y USD 120 con el segundo año.
Se trata de un nuevo anuncio de Noboa que impulsará más al alza el gasto público en este 2025. Entre enero y mayo de 2025, el Gobierno ya ha gastado USD 9.525 millones; esto es USD 1.242 millones más que en iguales meses de 2024.
¿Pero cómo cubrirá el Gobierno esos mayores rubros?
Andrés Albuja, CEO de la firma Asesores Analítica Avanzada (AAA ALFA), explica que este año el déficit de recursos en el Presupuesto del Estado será de al menos USD 5.000 millones, con lo que el Gobierno debe ser muy cuidadoso con el aumento del gasto. Esto significa que los gastos presupuestados serán superiores en al menos USD 5.000 millones frente a los ingresos esperados.
Y aunque el Gobierno anunció reducción de subsidios al combustible al sector atunero, alza de tarifas eléctricas a empresas y una tasa para las mineras, esos recursos no son suficientes, añade Albuja.
Las tres tres decisiones representarán ingresos por unos USD 498 millones para Ecuador al año.
Tomando en cuenta que ya ha transcurrido casi la mitad del año, los ajustes anunciados hasta ahora podrían representar unos USD 249 millones en lo que queda de 2025.
Por ahora, el Gobierno continúa acumulando atrasos con proveedores, gobiernos locales y la seguridad social. De esos USD 9.525 millones en gastos registrados en el Presupuesto hasta mayo de 2025, USD 910 millones no se han pagado, es decir, son atrasos en el Presupuesto del Estado, que si no se pagan este año deberán cubrirse con más endeudamiento.
El pago de bonos y transferencias monetarias ha sido uno de los que ha impulsado ese mayor gasto público. Esto ocurrió sobre todo durante el primer cuatrimestre de 2025, cuando Noboa estaba en medio de la campaña por la reelección presidencial.
Por ejemplo, la cuenta de Transferencias y Donaciones Corrientes, que es la que agrupa subvenciones del Estado, lo que incluye bonos a población vulnerable y otro tipo de transferencias, como por ejemplo, a la seguridad social y la compensación a los taxistas por la focalización del subsidio a las gasolinas, sumó USD 2.591 millones entre enero y mayo de 2025.
Se trata de un incremento de USD 415,7 millones frente a iguales meses de 2024.
Eso sin contar otras medidas que empujaron al alza el gasto público que no están en ese grupo, como el bono único para policías y militares. El monto que recibieron los uniformados fue de USD 507,60, tras el anuncio del Gobierno en marzo de 2025. Eso le costó USD 77 millones al Estado.
¿En dónde está el mayor gasto social?
El gasto en bonos y transferencias para población vulnerable creció sobre todo entre 2022 y 2023.
En 2022 y 2023, ese gasto aumentó debido a que el Gobierno de Guillermo Lasso aumentó el número de beneficiarios de bonos sociales, que era una de las metas del acuerdo económico con el Fondo Monetario Internacional (FMI), explica Daniel Lemus, exviceministro de Finanzas.
Pero la mayor parte de ese aumento ocurrió porque antes había gasto en bonos sociales que se estaba contabilizando como "de inversión". De ahí que en el Gobierno de Guillermo Lasso el Ministerio de Finanzas corrigió eso, añade Lemus.
El gasto en bonos sociales sumó USD 1.262 millones en 2022 y subió a USD 1.295 millones en 2023. Pero desde 2024 el ritmo del gasto se fue desacelerando.
Con corte a abril de 2025, existen 1'481.463 beneficiarios de bonos sociales; esto es 76.291 beneficiarios más que en abril de 2024.
Entre enero y mayo de 2025, el Gobierno de Noboa ya ha gastado USD 544 millones solo en los bonos y transferencias monetarias a cargo del Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES).
Se trata de un incremento de USD 19 millones frente a lo gastado en esos rubros en el mismo período de 2024. Para todo 2025, el Gobierno preveía gastar USD 1.126 millones en bonos y transferencias de este tipo, pero con el aumento de USD 58 millones anunciado este 9 de junio, la cifra subiría a USD 1.184 millones.
De todos los bonos y subvenciones a cargo del MIES, el que más ha crecido es el bono de los 1.000 Días, aunque el monto no es tan alto como el de los beneficiarios del Bono de Desarrollo Humano.
Entre enero y mayo de 2025, el Gobierno de Noboa ha destinado USD 36,8 millones a ese beneficio; esto es, USD 10,5 millones más frente a lo gastado en el mismo período de 2024.
El segundo beneficio al que se ha destinado más presupuesto es el de la pensión Mis Mejores Años, que es una transferencia mensual de USD 100 para mayores de 65 años, creada en el gobierno de Lenín Moreno.
Entre enero y mayo de 2025, el Gobierno ha destinado USD 144,4 millones a esta subvención para adultos mayores; esto es USD 6 millones más que en iguales meses de 2024.
En cambio, el Bono de Desarrollo Humano, que es la subvención más antigua de las que maneja el MIES, es la única que se ha reducido. El Gobierno destinó USD 270,8 millones al Bono de Desarrollo Humano entre enero y mayo de 2025; esto es USD 1,5 millones menos que en igual período de 2024.
¿Hay recursos para más gasto en bonos en Ecuador?
Para Albuja, el Gobierno no debería endeudarse más este año para cubrir más gasto, aunque este sea con fines sociales.
Y es que para 2026, el Gobierno de Noboa tendrá que enfrentar altos montos de deuda externa. En 2025, la deuda externa por pagar es de USD 2.945,7 millones, pero para 2026 el monto a pagar asciende a USD 3.884 millones.
Albuja dice que una mejor alternativa para cubrir el pago de subvenciones sociales es optimizar el gasto en áreas que no son prioritarias.
El analista explica que el Estado debería priorizar el gasto, por ejemplo, cree que el Gobierno no debería destinar recursos públicos para una subvención a taxistas, conductores de camionetas productivas y de tricimotos, cuando hay segmentos de la población vulnerable que necesitan asistencia.
Para 2025, el presupuesto para el bono a los conductores es de USD 34,5 millones; de los cuales ya se han pagado unos USD 8 millones hasta mayo de 2025.
Y añade que es momento de que los precios de las gasolinas y el diésel tengan precios de mercado, porque el Estado sigue destinando miles de millones de dólares a subsidiar estos combustibles fósiles.
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