¿Compra, traspaso o donación? Dudas sobre el plan del Gobierno de pasar el servicio de salud del IESS al Estado
Expertos advierten que “no se puede entregar lo que pertenece a los afiliados” sobre la propuesta del Gobierno de que el IESS no sea el que maneje salud, sino el Ministerio de Salud.

Exteriores del Hospital Carlos Andrade Marín, en el centro de Quito, 29 de octubre de 2025.
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La intención del presidente Daniel Noboa de sacar los servicios de salud del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) y pasarlos al Ministerio de Salud ha generado debate sobre su viabilidad técnica y legal, y dudas sobre los mecanismos que se usarían para este traspaso.
El 22 de octubre de 2025, el presidente dijo que el IESS no debe ser un prestador de salud, y que este servicio debería pasar al Ministerio. La propuesta, sin embargo, depende de que en la consulta popular de noviembre gane la pregunta que le permitiría convocar a una Asamblea Constituyente para reforma la Constitución.
Los artículos 369 y 370 de la Constitución actual establecen que el IESS es responsable de la prestación de contingencias del seguro universal obligatorio; es decir, el pago de pensiones a los jubilados, pero, además, de entregar otros beneficios como la atención por enfermedad y maternidad.
Esos beneficios son financiados por el aporte de los afiliados y de los empleadores y, en el caso de las pensiones, con la contribución del Estado.
El 31 de octubre, Noboa insistió en su idea y anticipó que el proceso de traspaso tomaría entre seis y nueve meses, pero un gremio de los jubilados y dos expertos coinciden en que no solo sería inviable con la actual Constitución, sino también financieramente insostenible.
El Estado no podría asumir un costo fiscal tan alto
El exdirector del IESS y miembro de la Mesa de Estudios de la Seguridad Social, Jorge Madera, recuerda que una idea similar ya se discutió durante el gobierno de Rafael Correa, pero no prosperó porque implicaba “fuertes recursos fiscales que el Estado no podía cubrir”.
"En teoría, un sistema público único puede sonar lógico, pero en la práctica sería un problema fiscal enorme".
Jorge Madera
Y añade que el Estado tendría que duplicar su gasto en salud y cubrir lo que hoy pagan los afiliados.
"Actualmente, el presupuesto en salud entre el IESS y el Ministerio de Salud apenas bordea el 5% del PIB, y dos puntos porcentuales lo financian los afiliados, no el Estado", enfatiza Madera.
Madera advierte, además, que la red del Ministerio de Salud y el IESS ya tienen sus propias crisis, con hospitales desabastecidos, falta de personal y cirugías represadas, como ha revelado PRIMICIAS en reportajes sobre la crisis hospitalaria.
“Antes de pensar en unificar los sistemas, el Estado debería arreglar ambos sistemas. El IESS está técnicamente en default y el Ministerio de Salud no tiene capacidad operativa ni financiera para absorberlo”.
Jorge Madera
Crisis, la realidad del seguro de salud del IESS
La propuesta del Presidente Daniel Noboa choca con una crisis financiera en el seguro de salud del IESS. El Instituto necesita USD 2.180 millones para cubrir el gasto que representa la compra de medicinas y las atenciones médicas para toda la población cubierta en 2025, pero no tiene ingresos suficientes para cubrir esos servicios.
Así, según el presupuesto, el IESS espera ingresos por USD 1.563 millones por aportes este año. Es decir, tiene un hueco de USD 617 millones para cubrir sus obligaciones de salud con toda la población cubierta.
En parte, el déficit se explica porque el IESS está obligado a dar salud a jubilados y afiliados con enfermedades catastróficas, que deben ser cubiertas, por Ley, con el aporte del Estado, pero no ha pagado puntualmente esta obligación desde 2001, lo que ha hecho que se acumule una deuda de USD 17.578 millones hasta enero de 2025.
“Si el Estado no puede pagar esa deuda, ¿cómo podría financiar la atención de cerca de ocho millones de beneficiarios adicionales?”, cuestiona la abogada experta en seguridad social, Patricia Borja.
El IESS ha tenido que asumir esos pagos porque está obligado constitucionalmente a entregar los servicios de salud.
Pocos aportan, millones reciben el servicio del IESS
A ese problema se suma el hecho de que no toda la población cubierta por el IESS aporta para recibir los servicios de salud. Es más, con los años, por decisiones políticas ha ido sumando beneficiaros a los que debe atender, pese a que no contribuyen.
¿Cuál es la realidad? El seguro de salud, que es el que cubre los gastos de la red de hospitales, dispensarios y clínicas del Seguro Social, atiende a 7,1 millones de personas, entre afiliados, jubilados y sus familias. Es decir, atiende al 42% de toda la población de Ecuador.
Pero de esos solo contribuyen con sus aportes 3,7 millones de personas; es decir, un poco más de la mitad. El resto recibe atenciones de salud y medicamentos de manera gratuita.
En ese grupo están: los hijos menores de 18 años de los afiliados, que fueron incorporados al sistema por una reforma legal en la Asamblea Nacional en 2010. Con esto, sumaron 2,2 millones de personas al paraguas de atención médica del IESS. Antes, el Seguro solo protegía sin costo a los hijos menores de seis años.
También reciben atención médica los dependientes del Seguro Social Campesino, que no contribuyen y que no son necesariamente del círculo familiar del jefe de hogar, sino que puede ser cualquier persona que él registre, aunque solo él aporte. Y este grupo son alrededor de medio millón de personas.
Todo esto ha desbordado el sistema de salud del IESS, lo que se refleja en cirugías represadas, falta de medicamentos y de personal médico.
Para poder dar la atención médica, el IESS ha desinvertido sus ahorros en el Biess, lo que significa menos dinero para entregar préstamos hipotecarios y quirografarios.
Ministerio de Salud también está en crisis
En cambio, Ministerio de Salud cuenta con un presupuesto de USD 4.798 millones para hacer frente a las atenciones médicas en 2025 y se prevé que para 2026 se asignen USD 5.840 millones.
Pero esos recursos no son suficientes. De hecho, los hospitales del Ministerio de Salud tienen un desabastecimiento de medicinas de un 55%, según informes que motivaron la más reciente declaratoria de emergencia.
La crisis incluso afectó a medicinas como la insulina, la gabapentina, la amoxicilina o la morfina.
“No se puede entregar lo que pertenece a los afiliados”
La abogada Patricia Borja explica que el seguro de salud del IESS tiene 101 unidades médicas que son bienes de propiedad de los afiliados, pues han sido financiados con sus aportes.
De ahí que ella dice que el Gobierno debería aclarar la figura con la cual se haría el traspaso de los bienes. Y enfatiza que pensar en una donación o traspaso gratuito al Estado sería jurídicamente cuestionable.
Henry Llanes es representante del Frente Nacional por un Nuevo IESS, que reúne a jubilados de nueve provincias. Él dice que la propuesta presidencial vulnera el principio de propiedad de los fondos del Seguro Social. Enfatiza, al igual que Borja, que el sistema de salud del IESS se financia con los aportes de los trabajadores y empleadores desde hace más de 80 años.
“El Estado no cumple con sus obligaciones legales. A mayo de 2025 la deuda del Gobierno con el IESS ya alcanzó USD 27.389 millones, de los cuales más de la mitad corresponde al fondo de pensiones y el resto a salud. No se puede hablar de traspaso cuando el propio Estado descapitaliza al Instituto”, dice Llanes.
El vocero de los jubilados señala que en 2025 el Gobierno debía transferir USD 4.469 millones al IESS por los aportes que debe dar para pensiones y salud, pero puso en la proforma USD 2.560 millones, generando un faltante de USD 1.909 millones.
“Antes de proponer cambios estructurales, el Estado debería cumplir con la ley y pagar su deuda”.
Henry Llanes
Los expertos coinciden en que haría falta subir los impuestos para poder financiar las atenciones médicas que hoy brinda el IESS si es que este pasa a manos del Estado.
Sin resolver eso y el pago de la deuda acumulada, el Estado no podría asumir el sistema de salud del IESS sin agravar el déficit fiscal ni poner en riesgo la atención médica de millones de ecuatorianos, añade Llanes.
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