Un aumento del salario básico a USD 650 golpearía al empleo, según economistas y empresarios
Para economistas y empresarios, un alza de USD 180 en el salario básico, como plantea la Conaie, sería contraproducente para el mercado laboral e incentivaría el empleo informal.

Personas solicitan información en una feria de empleo, en Guayaquil, 20 de agosto del 2025.
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César MúñozAPI
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Economistas y representantes del sector empresarial coinciden en que un aumento de USD 180 del salario básico en Ecuador, situándose en USD 650, es inviable y provocaría una desmejora en el empleo, incentivando la informalidad.
El incremento salarial fue propuesto por el presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), Marlon Vargas, el pasado 18 de octubre, en una reunión del movimiento indígena, que se encuentra en paro desde hace casi un mes, en respuesta a la eliminación del subsidio al diésel.
Perjudicial para el mercado laboral
Para el economista Augusto De la Torre, un alza salarial de ese nivel sería "terriblemente dañina" para el mercado laboral, provocando mayor empleo informal.
"Esto no elevaría el salario promedio de los ecuatorianos, que desde 2015 empezó a caer. Subir el salario básico no es garantía; por decreto no puedes mejorar las condiciones económicas de la gente", dice el experto.
De la Torre explica que el sentido del salario básico es la justicia social, que exista un ingreso mínimo para el trabajador. "Pero no puede ponerse en niveles muy altos porque pasa a ser contraproducente, desincentiva el trabajo formal; Ecuador está en ese punto", detalla.
El analista explica que en Ecuador, el salario promedio para 2024 era de USD 440 al mes, siendo en el sector formal de USD 770 y en el informal de USD 290. Es decir, ya se ubicaba por debajo del salario básico que para entonces era de USD 460 y en este año es de USD 470.
Pero, según De la Torre, en la región el salario básico o mínimo representa el 60% del salario promedio, puesto que están más ajustados a la realidad del mercado.
"En Ecuador, las empresas pequeñas terminan moviéndose a la informalidad porque no pueden pagar esos salarios. Estamos asfixiando a las empresas pequeñas", explica.
Menos oportunidades
"Un aumento de esa magnitud desbordaría lo establecido por la ley y no reflejaría las condiciones reales de la economía", añade Miguel Ángel González, presidente de la Cámara de Comercio de Guayaquil, para quien el alza del salario básico debe regirse por los parámetros establecidos en la ley, como la inflación.
González recordó que, actualmente, para contratar a un trabajador, un empresario debe incurrir en un costo adicional del 35%. "Al incrementar el SBU en la magnitud propuesta pondría en riesgo miles de empleos y desincentivaría la contratación en sectores intensivos en mano de obra", dice.
José Antonio Camposano, presidente de la Cámara Nacional de Acuacultura (CNA), coincide en que al subir el costo de la mano de obra será menos deseable contratar gente y, probablemente, una pequeña o mediana empresa termine recortando personal.
Para el economista Francisco Briones, esto traería complicaciones en la relación entre empleadores y trabajadores.
"Por un lado, al empleador le será más complejo y costoso decidir una contratación, mientras que a los trabajadores se les complicará encontrar un empleo. El efecto global es menos oportunidades laborales", explica.
Según Briones, los más afectados serán los jóvenes y personas de estratos económicos bajos, con poca preparación. "Es fundamental que el debate sobre la política laboral se enfoque sobre todo en quienes no tienen un empleo, que son la gran mayoría, en lugar de buscar supuestas conquistas y más exigencias para quienes ya tienen un empleo".
Alza salarial, con baja productividad
El economista Freddy García considera que el aumento salarial propuesto es "totalmente inviable" desde el punto de vista económico y sería lesivo para el mercado laboral, siendo los trabajadores los más perjudicados.
García señala que, si bien Ecuador está entre los países con los salarios más altos en la región, los incrementos no han tenido relación con el alza de la productividad, lo que cataloga como un error.
Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la tasa de crecimiento anual de la producción por trabajador en Ecuador, se ha ubicado en apenas 0,2% en 2024 y 2025.
"Si no queremos tomar en cuenta la productividad laboral, lo menos lesivo sería considerar la inflación, solo eso, pero en los últimos años se ha torcido la fórmula", dice García.
El representante del sector camaronero coincide en que un incremento de ese nivel es inaplicable y no responde a un cálculo técnico, que a su juicio debería tomar en cuenta la productividad.
"Si sube el salario, pero su productividad no, solo se encarece el costo de producción de ese trabajador", dice Camposano y explica que esto termina encareciendo el precio de los productos y se vuelven menos atractivos para los consumidores. "Es efecto inflacionario, todo se encarece".
Impacto en competitividad
Pero un alza del precio en productos como el camarón reduciría su competitividad en el mercado internacional, puesto que en países competidores el costo de producción es menor lo que les permite vender el producto a un precio más bajo, explica Camposano.
El director ejecutivo de la Asociación de Comercialización y Exportación de Banano (Acorbanec), Richard Salazar, concuerda en que esto tendría impacto en la competitividad de los productos ecuatorianos en los países de destino. "Los mercados no están en condiciones de pagar un costo extra no contemplado".
Salazar califica la propuesta de "subjetiva" e "irresponsable"; además considera que hasta ahora el alza del diésel no ha tenido mayor efecto en el precio final de los productos, puesto que el alza del costo para los transportistas lo han asumido las empresas que contratan sus servicios. "Lo que sí impacta es el cierre de vías, por eso las rechazamos", agrega.
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