Aquiles Alvarez: Dos años en la Alcaldía de Guayaquil entre pugnas con el Gobierno y cuentas pendientes con la justicia
Dirigentes barriales recomiendan al alcalde Aquiles Alvarez que se enfoque más en el manejo de Guayaquil, que en sus asuntos personales, en este tercer año al frente de la ciudad más poblada de Ecuador.

El alcalde de Guayaquil, Aquiles Alvarez, cumple dos años al frente de la ciudad más poblada de Ecuador, en mayo de 2025.
- Foto
Cortesía Alcaldía de Guayaquil
Autor:
Actualizada:
Compartir:
Los dos años de la gestión de Aquiles Alvarez como alcalde de la ciudad más poblada de Ecuador dejan una evaluación negativa para Guayaquil, señalan representantes ciudadanos y comunitarios en vísperas de que arranque el tercer año de la actual administración municipal.
Alvarez fue la figura del correísmo que logró terminar con 30 años de predominio socialcristiano en la alcaldía de Guayaquil en las elecciones seccionales de 2023, con casi el 40% de los votos, frente a la exalcaldesa del PSC, Cynthia Viteri, que logró un poco más del 30% de aceptación popular.
Pero el camino de Alvarez por el municipio ha tenido algunos 'baches' provocados por la falta de presupuesto adeudado por el Gobierno central y, en especial, por su caótica relación con el presidente Daniel Noboa, con quien ha mantenido cuestionamientos públicos.
El alcalde ha defendido su gestión con la redistribución de las áreas de gestión administrativas de la alcaldía y la inversión en infraestructura vial, servicios básicos y desarrollo urbano, especialmente en sectores populares como Monte Sinaí, así como en la implementación de una Estación de Acción Segura (EAS) para vigilar barrios insignes de la ciudad, como Urdesa.
Las demandas ciudadanas
Pero en algunos barrios de la ciudad, la percepción sobre su administración tiene sus bemoles. “La ciudad está en un mal momento”, “hace falta observar el territorio”, “tenemos una alcaldía alejada de los problemas ciudadanos”, dicen quienes a diario envían oficios a la alcaldía, detallando las necesidades de la ciudad, pero sin obtener respuesta.
Las quejas las trasladan a las redes sociales, pero tampoco sirve de mucho, cuestionan gestores comunitarios que consideran que en la actual administración los problemas de Guayaquil se han vuelto “críticos”.
“Hace unos ocho años, cuando enviábamos alguna queja al municipio, la solución se daba el mismo día o máximo al día siguiente, hace unos cuatro años la respuesta se debilitó, se daba a los ocho días, pero en esta administración pasan meses y no hay respuesta”, lamentó una gestora comunitaria.
Mientras que César Cárdenas, coordinador del Observatorio Ciudadano de Servicios Básicos de Guayaquil, cuestionó que “el alcalde no está cumpliendo con sus ofertas de campaña y tiene una deuda pendiente: la legalización de tierras en el norte de la ciudad”.
“Las calles están llenas de baches y su nula participación en la seguridad de los guayaquileños, las cámaras de seguridad debería ponerlas al servicio del ECU 911 para combatir la delincuencia, ya salieron a protestar en la Bahía por la presencia de vacunadores”.
César Cárdenas, coordinador del Observatorio Ciudadano de Servicios Básicos de Guayaquil.
Con una población de 2,6 millones de habitantes y un presupuesto de 2025 que alcanza los USD 863 millones (33% provenientes del gobierno central), las obras en Guayaquil, señalan los representantes, “no se sienten”, “no se han concretado” o se concentran en “pocos sectores”.

En estos dos años de la gestión de la Revolución Ciudadana (RC) en el municipio porteño, la contratación de mayor monto constituye la construcción del Quinto Acueducto, valorada en USD 57,5 millones, para proveer de agua potable a sectores del noroeste de la ciudad, cuyo convenio para los estudios definitivos se firmó en la administración de Cynthia Viteri.
Las mejoras en la vía a la Costa -polo de desarrollo iniciado en la gestión anterior con el proyecto del nuevo aeropuerto de El Daular- han recibido con Aquiles unos USD 45 millones. Comprenden, básicamente, vías de interconexión en Chongón, una nueva terminal terrestre y pasos peatonales.
Con menos presupuesto, le siguen los trabajos de pavimentación de calles y la limpieza y seguridad de las zonas regeneradas. La anunciada operación de la Troncal 4 de la Metrovía en el Suburbio, prevista para abril, no se ha entregado aún a la ciudadanía.

“Hay un problema para los gestores comunitarios: no estamos teniendo respuestas. La ciudad está en un mal momento. El alcalde delega al personal que tiene, pero lamentablemente no se ejecuta, hace falta un control sobre las cabezas departamentales”, afirma Gustavo Rivadeneira, dirigente del barrio del Salado, en el centro de Guayaquil.
En esta zona se ubica la avenida más importante de Guayaquil, la Nueve de Octubre, una vía que Tania Zambrano, secretaria ejecutiva del Comité Ecuatoriano de Derechos Humanos y Sindicales (Cedhus), menciona como un ejemplo del abandono que se replica en el resto de los sectores de la urbe porteña.
“Como Comité de Derechos Humanos invitamos al alcalde para que salga a las 21:00 al centro, por la Nueve de Octubre, desde Antepara hasta Tungurahua, por el parque de San Agustín, para que vea lo que pasa en las bancas públicas, que pagamos con nuestros impuestos”
Tania Zambrano, secretaria ejecutiva del Comité Ecuatoriano de Derechos Humanos y Sindicales (Cedhus)
Los indigentes duermen, se bañan, hacen sus necesidades biológicas, fuman estupefacientes, prestan servicios sexuales, critica la representante al preguntarse “¿dónde están los metropolitanos?, ¿dónde está Segura EP? el parque Centenario se ha convertido en un barrio de tolerancia. ¿No mata el turismo este tipo de acciones?”.
Gestor comunitario por 15 años, Rivadeneira dice que en octubre pidió al municipio la reparación de las luminarias dañadas en sectores céntricos, insistió en diciembre y este año lo ha seguido reportando, pero no hay respuesta, “no se ha cambiado un foco, el tema ya es crítico”.
Pugnas con el Gobierno
“Creo que el alcalde quiere a la ciudad, lamentablemente tiene ciertos problemas internos y legales que le han impedido realizar lo que planificó, ha tenido limitaciones económicas, exigencias partidistas, no puede operar de manera libre y ahí radican los inconvenientes”, comentó Rivadeneira.
Se refiere a la pugna que, desde el inicio de su gestión, mantienen el alcalde y el presidente Daniel Noboa, y que ha llegado a los tribunales. Comenzó desde octubre de 2023, cuando el entonces candidato presidencial declinó la invitación de Aquiles a la sesión solemne por las fiestas de Guayaquil.

Desde entonces, ambos han confrontado públicamente y han combatido desde los micrófonos y también con el poder público que manejan. Instituciones como el ECU-911, Arcsa, Ministerio del Ambiente, por el lado del Gobierno, han medido fuerzas con entidades municipales como Segura EP o la dirección de Ambiente.
Organismos estatales como la Fiscalía y la Judicatura hoy procesan al alcalde ante la denuncia gubernamental por presunta comercialización ilegal de combustibles. Se le ha dispuesto el uso del grillete electrónico y, ante la negativa de colocarse el dispositivo, el próximo 27 de mayo la Fiscalía pedirá su prisión preventiva.
“Si bien no es el único factor, porque no es que no está haciendo su trabajo por la pelea con el Gobierno, pero sí creo que es un factor importante, porque está pensando si se va a mantener o o no, es un riesgo latente por el juicio".
Ingrid Ríos, especialista en Estudios Latinoamericanos de la Universidad Casagrande.
No se puede analizar la alcaldía de Guayaquil sin pensar en el contexto político, recalca Ríos, pues esta ciudad es la segunda más importante del país, es bastión de la oposición y “hay dinámicas entre el gobierno de turno y la alcaldía de turno que, en términos de recursos, de pugnas de poder, lamentablemente, afectan la administración de la ciudad”, explica.
Ríos, quien integró el equipo coordinador del Observatorio Ciudadano de Políticas Públicas de esa universidad, coincide con los gestores comunitarios en que “la ciudad ha desmejorado” y cita como ejemplos la recolección de basura y el abandono del centro urbano.

Sin embargo, la docente investigadora destaca la inversión en equipamiento de seguridad y la llamada Ruta Centro, una iniciativa dominical que vuelve peatonales algunas calles y las convierte en espacios recreativos y culturales.
Para el tercer año de gestión -recomiendan Ríos, Rivadeneira, Zambrano y Cárdenas-, la ciudad necesita “acción, obras concretas y palpables”, “recuperar lo que era Guayaquil”, “salir al territorio”, “dejar el escritorio”.
“Hay que retomar la agilidad en la resolución de los problemas”, enfatizó Rivadeneira, mientras que Zambrano exhortó: “Cuando uno escoge servir, no puede enfocarse en sus problemas personales sino para lo que ha sido elegido por una gran cantidad de guayaquileños”.
Compartir: