"Estas obras quebrantan a los barrios": El polémico paso elevado de Los Ceibos, en Guayaquil, divide a vecinos y usuarios
La construcción del puente a desnivel en la avenida del Bombero, norte de Guayaquil, permanece paralizada desde el 10 de julio tras reclamos vecinales, fallos judiciales y medidas administrativas.

Un tramo de 500 metros de los carriles de circulación rápida de la Av. del Bombero, en Los Ceibos, norte de Guayaquil, completó 12 días de cierre y paralización el lunes 21 de julio de 2025
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PRIMICIAS
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La construcción del paso elevado en la avenida del Bombero, en Los Ceibos, norte de Guayaquil, permanece paralizada por 12 días, desde el pasado 10 de julio, tras convertirse en uno de las soluciones viales más controversiales de los últimos años en la ciudad.
El proyecto municipal, valorado en USD 14,7 millones y financiado con un crédito internacional del Banco de Desarrollo de América Latina CAF, enfrenta una serie de reclamos comunitarios, decisiones judiciales y disposiciones gubernamentales que lo mantienen en un limbo administrativo.
Los tres carriles de circulación rápida en sentido sur-norte de la avenida del Bombero permanecen cerrados y cercados por planchas de zinc en un tramo de unos 500 metros, tras una suspensión ordenada por el Ministerio de Ambiente, solo nueve días después de iniciados los trabajos.
El Municipio de Guayaquil, que presentó 80.000 firmas de respaldo a la obra, defiende que el proyecto cumplió con un proceso de registro ambiental y que lo socializó con el Comité Los Ceibos, asociación que una misión técnica de la CAF visitó este lunes 21 de julio de 2025, tras recorrer el sitio de la obra.
División en el barrio
La controversia ha dividido a los vecinos de Los Ceibos, un tradicional barrio del norte de la ciudad, fundado en 1962, que cuenta con 738 predios y unas 900 familias.
Mientras el Comité Los Ceibos, que representa al corazón o parte más céntrica del barrio, aprobó el proyecto en asamblea general, un colectivo de vecinos organizados bajo el nombre "Acción Los Ceibos" mantiene una férrea oposición.
La Asamblea de Socios del Comité Los Ceibos, conformada por 120 socios, ratificó su apoyo a la obra el 18 de julio argumentando que "mejora la fluidez del tránsito” en la intersección. Además, aseguran que la falta desarrollo del proyecto desde hace dos décadas ha impedido que el corazón del barrio se blinde como las ciudadelas colindantes, quedando expuesto a más tránsito vehicular y delincuencia.
Sin embargo, el colectivo opositor ha cuestionado la representatividad de esa organización que en extensión y en población ocupa un 15% del todo el barrio. Acción Los Ceibos plantea tres objeciones principales: insuficiente participación ciudadana en la socialización de la obra, problemas en la categorización ambiental del proyecto y una presunta ineficacia como solución vial.
El colectivo ha logrando avances legales. Mediante una acción de protección, un Tribunal de Garantías Penales con sede en Guayaquil ordenó el 15 de julio la realización de un peritaje ambiental independiente para evaluar el impacto real y potencial de la construcción.
El debate en la calle
PRIMICIAS consultó la mañana de este lunes 21 de julio a vecinos y usuarios viales habituales. Los moradores consultados expresaron reservas y opiniones negativas hacia la obra, mientras quienes trabajan en el sector y usan sus avenidas se mostraron más abiertos al proyecto.
Milo Banchuca, morador de Los Ceibos: "No se justifica el costo-beneficio"
- "Puede que ayude en algo a la movilidad, pero no se justifica gastar USD 15 millones en la obra; huele a corrupción, parece más bien una forma de sacar plata, es lo que sospecho. No estoy de acuerdo con la obra por la relación costo-beneficio".
Manuel Benítez, taxista en Ceibos: "De 10 vecinos, nueve están en contra"
- "De 10 vecinos de Los Ceibos que traslado en el taxi, nueve están en contra de la obra; dicen que el verdadero cuello de botella está en los extremos de la avenida y entiendo su argumento. Pero a mí sí me sirve el paso elevado porque lo que genera más congestión es un giro a la izquierda en el ingreso a Ceibos, algo que va a empeorar. También se requiere de los giros en U".
Jairo Barrera, trabajador del sector: "¿Para qué el puente?"
- "¿Para qué el puente? Esa avenida es grande y amplia, tiene ocho carriles… Primero que arreglen los verdaderos cuello de botella. Sí hay congestión para salir de Los Ceibos en hora pico (por la avenida Leopoldo Carrera), pero es cosa de unos 10 minutos".
Johnny Gutiérrez, trabajador del sector: "Ya tenemos congestión"
- "Ya tenemos congestión. En horas pico la fila supera los 500 metros para salir de Los Ceibos, sobre todo en la mañana por los colegios y en las noches cuando se producen atascos de hasta media hora. Los buses comprometen la vía y un puente puede ayudar a agilizar el tránsito."
Solange Carbo, vecina de Los Ceibos: "Se va a ver horrible"
- "Son obras que han caído en desuso, las están quitando incluso en otros países. Ahora son cinco o 10 minutos de atraso (para salir de Ceibos), pero fluye. Con el paso elevado vamos a tener tráfico igual porque tienen que colocar un semáforo en lo bajo del puente, entonces no se soluciona nada. Sería mejor organizar el tráfico de otra manera. Vivimos en un entorno natural bonito, es mejor suspender esa obra, porque se va a ver horrible".

Controversia ambiental
Gina Galeano, vecina del barrio, experta en movilidad sostenible y vocera del colectivo Acción Los Ceibos, denunció inconsistencias en la categorización ambiental del proyecto.
Según sus argumentos, la obra fue tramitada como de bajo impacto ambiental ante la Prefectura del Guayas, lo que le permitió obtener un simple registro ambiental y evadir un estudio más completo, dijo. Mientras que en otro documento oficial del propio municipio se califican los impactos generales como de "medio y alto impacto".
"Un documento oficial del municipio -el Estudio de Prefactibilidad Técnico-Económica- califica a la obra como de medio y alto impacto, lo que exigía un proceso más riguroso ante el Ministerio del Ambiente", explicó Galeano.
También señaló un posible conflicto de interés: la entonces directora zonal del Ministerio del Ambiente que autorizó el bajo impacto, Isabel Tamariz, es ahora directora ambiental del Municipio. Y rechazó que la municipalidad haya denunciado a integrantes del colectivo de supuesto vandalismo por colocar fotos y grafitis en las planchas de zinc de la obra. "La pintura no contaminante la retiraron con agua".
El Ministerio del Ambiente solicitó el 10 de julio a la Prefectura del Guayas suspender la obra tras recibir denuncias sobre el posible impacto ambiental negativo y la presión de colectivos opositores.
Voces técnicas divididas
El debate también incluye perspectivas técnicas contrapuestas. El ingeniero Fausto Meléndez Manzano, morador del barrio, defiende la obra a nombre del Comité Los Ceibos argumentando que es necesaria para resolver problemas estructurales de movilidad que afectan al sector desde hace dos décadas.
La parte céntrica del barrio resultó perjudicada debido a la omisión en la construcción de los puentes previstos originalmente en el proyecto integral de la avenida del Bombero (2000–2005), apuntó.
Esa omisión derivó en la implementación de soluciones improvisadas, como el túnel deprimido y el carril de servicio por la avenida Primera, en la propia ciudadela, lo que impidió que esta pudiera cerrarse al tránsito externo, a diferencia de las ciudadelas vecinas.
Como consecuencia, esa parte central del barrio se convirtió en vía de paso para residentes de sectores colindantes, provocando congestión y problemas de delincuencia, aduce.
En el extremo opuesto, Alberto Hidalgo, fundador del colectivo de movilidad urbana Masa Crítica, le anticipó a PRIMICIAS hace año y medio la fuerte oposición ciudadana que iba a enfrentar una “mole” como la de la avenida del Bombero, algo previsible cuando se atraviesan barrios tradicionales.
De hecho, en la administración anterior el colectivo logró que se replantee un proyecto que tenía previsto atravesar Sauces, norte de la ciudad (Avenida Isidro Ayora y Gabriel Roldós), por las mismas razones.
"Muchas ciudades en el mundo están eliminando estas infraestructuras. Estas obras rompen el tejido social, quebrantan los barrios, fomentan el uso del vehículo particular y desincentivan el uso peatonal o de la bicicleta", señaló Hidalgo, quien plantea destinar más recursos a optimizar el transporte público.
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