Del mercado a tu mesa: cómo tus hábitos alimentarios pueden salvar el planeta

El cambio climático, el agotamiento de los insumos naturales y las crisis alimentarias son problemas cada vez más frecuentes en el mundo actual. Sin embargo, pocas veces reflexionamos sobre cómo nuestra forma de comer, las decisiones que tomamos al comprar y los productos que elegimos influyen directamente en estos problemas. Por eso, cada 18 de junio se conmemora el Día de la Gastronomía Sostenible, una oportunidad para repensar nuestra relación con la comida y su impacto en el planeta.

¿Qué es la gastronomía sostenible?

La gastronomía sostenible no es solo una tendencia culinaria: es una forma consciente de alimentarse que contribuye a mitigar el cambio climático, conservar los recursos naturales y promover dietas más saludables. Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), implica conocer el origen de los ingredientes y considerar cómo se cultivan, transportan y consumen, con el fin de reducir el impacto ambiental y mejorar nuestros hábitos alimentarios.

¿Qué significa comer de forma sostenible?

Comer de forma sostenible implica elegir alimentos considerando su impacto social, ambiental y nutricional. Según la ONU, la gastronomía sostenible transforma toda la cadena alimentaria —desde el origen hasta el consumo— para proteger el planeta y a quienes lo habitan. Esto incluye optar por alimentos locales y de temporada, priorizar vegetales frente a la carne, evitar envases innecesarios y respaldar a pequeños agricultores.

• Productores de Valor: transformando la vida de los agricultores ecuatorianos. 

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) advierte que un tercio de los alimentos elaborados a nivel mundial se pierde o se desperdicia, mientras millones de personas padecen inseguridad alimentaria y se degradan ecosistemas esenciales para su cultivo y elaboración.

¿Qué puedes hacer desde casa?

• La ONU recomienda adoptar hábitos diarios que reduzcan el impacto ambiental y promuevan dietas más saludables:
  ​- Planificar las compras y evitar excesos.
  ​- Priorizar alimentos a granel y reducir el uso de envases plásticos.
  ​- Consumir ingredientes locales, de temporada y tradicionales.
  ​- Cocinar con sobras y revisar las fechas de caducidad.
  ​- Crear huertos en casa reutilizando semillas.
  ​- Ahorrar agua durante la preparación de alimentos.

Además, cuidar el tamaño de las porciones y aprovechar al máximo los ingredientes disponibles son prácticas sencillas que contribuyen al equilibrio ambiental.

Comer bien también es cuidarte

La cocina sostenible también tiene un impacto positivo en la salud. Según la ONU, millones de personas consumen productos ultraprocesados y con altos niveles de químicos que pueden derivar en enfermedades prevenibles. Mientras tanto, las tasas de sobrepeso y obesidad siguen aumentando, al tiempo que persisten deficiencias de vitaminas y minerales en muchas regiones del mundo.

La FAO advierte que, para 2050, será necesario alimentar a más de 9.000 millones de personas. Por ello, adoptar prácticas amigables con el medio ambiente hoy es clave para lograrlo sin agotar los recursos naturales del planeta.

Cada decisión que tomamos en el supermercado o en la cocina puede convertirse en un acto amigable con el planeta. Apostar por la gastronomía sostenible no solo ayuda a preservar el medioambiente y a apoyar a los agricultores locales, sino que también fortalece nuestras raíces culturales y mejora la salud pública.