Según la Organización Panamericana de la Salud, alrededor de 4 millones de personas han sido diagnosticadas con cáncer. Descubre aquí las claves para prevenir y evitar esta patología.
En el contexto del Día Mundial del Cáncer, celebrado el 4 de febrero, es fundamental resaltar la importancia de esta enfermedad en la sociedad actual. La Dirección Médica de Laboratorios Bagó subraya que el cáncer se origina debido a la multiplicación descontrolada de las células del organismo. Este fenómeno contribuye a la formación de tumores, los cuales pueden ser benignos o malignos, afectando diversas áreas del cuerpo.
“Hay que entender que esta condición puede ser influenciada por factores genéticos o exposiciones ambientales”.
Dirección Médica de Laboratorios Bagó
Aunque esta patología es grave, existen estrategias fundamentales que, al implementarse a tiempo, son claves para prevenirla. A continuación, en colaboración con los expertos de Laboratorios Bagó, presentamos algunas pautas que es importante tener en cuenta.
Controles médicos para prevención:
Someterse a revisiones anuales con tu médico de cabecera es esencial. A través de análisis de sangre periódicos, los expertos identifican irregularidades en órganos, así como niveles anómalos de glucosa y triglicéridos. Además, según la necesidad, se pueden solicitar radiografías para obtener resultados más detallados.
Aunque los tipos de cáncer son variados, se han generado métodos específicos para detectar algunos de los más frecuentes, como el cáncer de mama o cervicouterino. Estos incluyen pruebas como mamografías o estudios de Papanicolau.
Medidas adicionales contra el cáncer:
Además de someterse a los chequeos regulares, la adopción de acciones preventivas puede marcar la diferencia en la reducción del riesgo. Por ejemplo, la vacunación oportuna, particularmente contra el virus del papiloma humano (VPH), vinculado a cánceres como el de ano, vulva, vagina, orofaringe y cuello uterino. Es importante mencionar que la inoculación también previene variantes de VPH que producen verrugas genitales y ofrece defensa ante otras variantes de cáncer.
Por otra parte, la inmunización contra la hepatitis B cumple un rol fundamental al disminuir la probabilidad de desarrollar cáncer hepático.
Hábitos para una vida sana:
Evita el consumo de tabaco y alcohol:
De acuerdo con el Instituto Nacional de Cáncer, cuando el cuerpo descompone el alcohol, produce una sustancia llamada acetaldehído. Este químico daña el ADN, aumentando el peligro de cáncer de hígado, cabeza, cuello y esófago.
Mientras que, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) mencionan que, aunque el cigarrillo y los puros son responsables del 90% de los casos de cáncer de pulmón, el consumo de estas sustancias puede contribuir al progreso de esta patología en cualquier parte del organismo.
Adopta una dieta equilibrada:
Según la Sociedad Clínica Americana de Oncología, existen algunos alimentos y nutrientes que pueden incrementar el riesgo de cáncer o mitigarlo. Por ejemplo, los fitonutrientes presentes en verduras de colores intensos, como rojo, naranja, amarillo y verde oscuro, junto con vitaminas A, D, K y B, y fibra alimentaria de cereales integrales, pueden ser beneficiosos en una dieta anticancerígena.
En contraste, la asociación resalta que las carnes rojas y procesadas generan preocupación, ya que cualquier cantidad de carne procesada, así como el consumo de más de 18 onzas de carne fresca por semana, está estrechamente asociado al cáncer.
Realiza actividad física regular:
Según el Instituto Nacional del Cáncer, existen estudios que demuestran que la actividad física reduce la probabilidad de contraer distintas variantes de la patología, como colon, seno y endometrio.
Enfrentar esta situación demanda un compromiso colectivo para fomentar la salud y adoptar prácticas preventivas. Al adoptar un estilo de vida consciente, no solo previene la patología, sino que también nos brinda más años para disfrutar junto a nuestros seres queridos.
