Jueves, 25 de abril de 2024

Cine comunitario como antídoto a la xenofobia

Autor:

Eduardo Varas

Actualizada:

4 Dic 2019 - 0:05

Jóvenes de varios países, como Ecuador, Venezuela y Colombia, principalmente, fueron parte de "Cámaras a Camaradas".

Autor: Eduardo Varas

Actualizada:

4 Dic 2019 - 0:05

Jóvenes de varios países, como Ecuador, Venezuela y Colombia, principalmente, fueron parte de "Cámaras a Camaradas". - Foto: Cortesía Aldhea

El proyecto 'De cámaras a camaradas', desarrollado entre ACNUR y la Fundación Aldhea, capacitó a más de 100 jóvenes para hacer cortometrajes sobre la xenofobia.

Hablan de él, que si bien no es un joven, sí fue parte del grupo de chicos y chicas que fue capacitado para hacer cortometrajes —o spots, como los denominan en el proyecto—. Él es un adulto, que en su Venezuela natal estudió cine y aquí, el país al que debió llegar porque las condiciones en el suyo eran las peores, trabaja en la venta callejera.

Asistió, fue parte de uno de los cinco talleres. Apoyó al centenar de adolescentes que recibieron la capacitación. Por unos días, él dejó de ser el migrante y pudo —en cierta medida— ser el que fue antes.

Sí, hablan de él con emoción. Como una consecuencia feliz de un proyecto denominado De cámaras a camaradas, que entre la Agencia de la ONU para los Refugiados en Ecuador (ACNUR) y la Fundación Aldhea se llevó adelante en 2019, y que el 27 de noviembre presentó los productos audiovisuales que surgieron como parte del proceso, en el Teatro de la Facultad de Artes, de la Universidad Central.

Gruppo de chicos y chicas de

Gruppo de chicos y chicas de "Cámaras a camaradas", el día de la presentación de los trabajos. Cortesía Aldhea

 

La base es el trabajo colectivo

De cámaras a camaradas es el resultado de asumir al cine como un espacio de desarrollo colectivo, mezclando el arte con lo social. Surge de una sistematización que Fundación Aldhea ha realizado alrededor de los talleres de cine comunitario que da, especialmente, en la Amazonía.

Hacer este tipo de cine funciona como un espacio para hablar sobre la movilidad y atacar la xenofobia, tomando en cuenta que los participantes provienen de siete países distintos y que están viviendo en Ecuador. Absoluta libertad en ellos, solo acompañamiento.

En el siguiente video, Lorena Salas, directora ejecutiva de Aldhea, explica de qué se tratan estos procesos y cómo los manejan.

Jóvenes interactuando, exponiendo sus vivencias y sus ideas. Algo que para Salas tiene hasta una función terapéutica. Lo que se ve en estos cortos —que serán subidos a redes próximamente— sirve como promoción y diagnóstico.

 

El proyecto por dentro

Durante una charla con PRIMICIAS, Lorena Salas habló sobre cómo se desarrolló De cámaras a camaradas, concebido como proyecto piloto que se espera desarrollar a mayor escala en 2020.

 

La ventaja del cine comunitario

El sentido detrás de proyectos como estos tiene algo de político. Se mueve en una concepción que tiene que ver con la colaboración y con romper con una dinámica de mercado o de entendimiento del cine como un arte caro o enfocado en la figura del genio.

Se asienta también en la posibilidad del intercambio, de que entre varias personas se pueda generar sentidos de pertenencia. Y compartir.

Quizá la medida más poderosa del cine comunitario esté en compartir.