Ya sea con distintos modelos de negocio, con ajustes en su plana de colaboradores y sistemas colaborativos, las disqueras siguen funcionando en el país.
La afirmación va a la entrada: Sí, hay disqueras en Ecuador.
Casi siempre nacen de los mismos músicos que necesitan una estructura para hacer carrera, para que sus canciones suenen, para tener conciertos.
Y desde luego, otra obviedad: las disqueras nacionales se mueven en el terreno de lo independiente.
Sus objetivos, sus modelos de negocio, sus perspectivas, sus artistas: la idea es hacer que la escena independiente se mantenga, crezca y siga sonando.
Incluso en época de crisis económica por la pandemia de coronavirus.
Las disqueras independientes siguen ahí, reestructurándose para no morir, reduciendo sus formas de funcionamiento e, incluso, surgiendo en medio de la crisis -como es el caso de Clvb de Pesca, que entró en funcionamiento en agosto de 2020-.
Se trata de encontrar mecanismos para avanzar. Y algunas lo está consiguiendo.
Poli Music a la cabeza
Lolabúm es de los grupos firmados por Poli Music Poli Music / foto de Juan Pablo Viteri
Con ocho artistas como parte de su estructura -entre ellos proyectos como La Máquina Camaleón, Paola Navarrete y Cadáver Exquisito-, Poli Music ha construido en cuatro años una estructura funcional y precisa para enfocarse en las carreras de sus músicos.
La propuesta de esta disquera es total: no solo abarca las producciones y su distribución -casi todo digital en este momento de la vida-, sino el 'booking' (que se podría definir como la gestión para los contratos de conciertos) y el manejo de más elementos forman parte del desarrollo de una carrera de sus artistas.
Y 2020 iba a ser un año importante para ellos. Pero llegó la pandemia.
Rocío Fuente, directora y cofundadora del sello, con base en Guayaquil, cuenta qué es lo que se dejó de lado y cómo sortearon el momento, que significó la ausencia de conciertos, para gestionar con creatividad otras formas de ingreso.
A más de las experiencias con Poli Tv -sus artistas haciendo presentaciones o lives a través de Facebook e Instagram- y las Clases Poli Music -donde músicos y expertos relacionados con el sello dan clases personalizadas sobre temas de producción, composición y gestión-, mantenerse en momento de crisis ha involucrado acercarse a los fanáticos.
Poli Music ha lanzado música en estos meses, mucha. Desde sencillos de La Máquina Camaleón -que en agosto ha lanzado una canción nueva cada viernes- y Paola Navarrete; hasta discos completos, como es Verte antes de fin de año, de Lolabúm.
Hay un sentido claro aquí.
Mantener esa relación con los fanáticos. Algo que para Poli Music también se ha traducido en la venta de merchandising y, por qué no, en buscar un tipo de aproximación con fans que haga entender que quizás los tiempos van a ser otros, cuando los conciertos en lugares pequeños regresen con algo de normalidad.
A lo mejor, reflexiona Fuente, de los conciertos que se pagaban USD 5 por entrada, se deberán pagar ahora USD 20, por un tema lógico de distanciamiento y aforo.
Por eso los músicos están obligados a pensar en los fanáticos. Ella lo explica mejor en este video.
Clvb de Pesca entra al ruedo
Clvb de Pesca Records debe tener días de entrar en funciones. Aunque bueno, antes de hacer el anuncio público hubo un trabajo previo, sobre todo de músicos como Mauro Samaniego, Ignacio Izquierdo, Pedro Ortiz y el productor Chelo Suárez.
Este es un sello que recién nace y que tiene el plus de estar armado por gente de la escena, que ha trabajado en otras disqueras y que ha establecido contactos.
¿Es el tiempo de pandemia el mejor momento? Al parecer sí.
A solo una semana de haber lanzado el nuevo sencillo solista de Mauro Samaniego, Canicas, el tema ya está en varios playlists en Spotify, incluso ha sido la portada de la lista Novedades Indie.
Pedro Ortiz -baterista de Da Pawn y parte importante de Clvb de Pesca- cuenta cómo nació el sello y lo que han definido como objetivos en este momento. Un adelanto: quieren hacer comunidad.
El modelo de negocio se basa, más allá de la comunidad, en compartir los ingresos que reciban con los artistas por su música. Clvb de Pesca quiere desarrollar un catálogo con artistas emergentes, y distribuir sus canciones: ya sean un sencillo, un EP. o un álbum completo.
Se trabaja por la obra y no por porcentajes por conciertos o mechandising.
Tienen tres artistas en su sello por el momento y quizás ese sea el camino a seguir por un tiempo, sobre todo por la época y por estar en proceso de crecimiento.
Pero eso no significa que no vayan a firmar a más artistas en lo que queda del año.
Recoop y la idea de la cooperativa discográfica
Como sello discográfico, Recoop está unido a varios hechos y acciones. De entrada, no puede concebirse sin hablar de la existencia del estudio de grabación La increíble sociedad, emblema de la música independiente del país.
Y luego, la conciencia de cómo algunos proyectos se quedan a la mitad por falta de recursos o dificultades de financiamiento. Algo que suele pasar.
Esto lo ha visto Daniel Pasquel, como músico, productor, colega y amigo. Entonces, Recoop se centró en abrir una oportunidad de trabajo colaborativo. Que el trabajo creativo no se detenga.
Como él lo explica en este video.
Y en medio de este trabajo cooperativo se mueve la idea de una colaboración mucho más fuerte. Porque no solo se trata de trabajar con músicos, sino de entender la importancia de que existan otras disqueras.
No son emprendimientos distantes unos de otros, en realidad son parte del mismo panorama.
Un entramado en el que Recoop, si bien ha tenido que replantear cosas, ha corrido con suerte ya que la mayoría del trabajo que involucraba presencialidad -como sesiones de grabación- había sido terminado.
Entonces el resto del proceso se lo podría realizar a control remoto.
Por eso es que Pasquel ha podido lanzar una nueva producción de su banda Can Can, en un soporte muy particular hoy en día: el cassette.
Sin embargo, sí han habido cambios en lo que Recoop buscaba hacer este 2020, como lo cuenta Pasquel en este video.
Reducir la operación, tener las ganas, generar nuevos productos de manera creativa, definir los proyectos, seguir lanzando música y no aumentar indiscriminadamente la cantidad de artistas firmados.
Las disqueras han buscando mantenerse en esta época y al parecer lo están consiguiendo.
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