Jueves, 25 de abril de 2024

Ida Vitale, la gran poeta que no ha escrito ningún verso en pandemia

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EFE / Redacción Primicias

Actualizada:

16 Jun 2020 - 0:01

La poeta uruguaya, ganadora del Premio Cervantes en 2018, Ida Vitale, en diciembre de 2019.

Autor: EFE / Redacción Primicias

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16 Jun 2020 - 0:01

La poeta uruguaya, ganadora del Premio Cervantes en 2018, Ida Vitale, en diciembre de 2019. - Foto: EFE / Raúl Martínez

Entrevistada por Federico Anfitti para Efe, la poeta uruguaya, que en 2018 ganó el Premio Cervantes, cuenta como ha sido su confinamiento.

Muchos escritores se inspiran con el encierro, aprovechan para reencontrarse consigo mismos para sacar a relucir la magia de su pluma y armar grandes obras.

Sin embargo, la reconocida poeta uruguaya Ida Vitale vive, a sus 96 años, pasa la cuarentena provocada por la covid-19 alejada de la escritura.

"A mí como me resulta más divertido encontrarme con otra gente que conmigo misma, no me parece una ventaja muy grande el encierro. Pero sí, da para trabajar más en lo que uno no tenía ganas de hacer y ahora no tiene excusa", dijo Ida Vitale, premio Cervantes 2018.

"Nadie se lo esperaba y menos yo"

Ida Vitale en Montevideo, en octubre de 2019.

Ida Vitale en Montevideo, en octubre de 2019.  EFE / Alejandro Prieto

"Esto nadie se lo esperaba y menos yo. No había ningún justificativo para esperarlo. Siempre uno espera la catástrofe pero algo mundial no", cuenta la autora de, entre otros muchos títulos, Palabra dada, Mella y criba y La luz de esta memoria.

Pese a que ya se cumplieron tres meses desde que comenzó la emergencia sanitaria en Uruguay, el 13 de marzo, cuando se conocieron los cuatro primeros positivos, la escritora no ha tenido tiempo aún de escribir ningún verso.

"Otra de las manías que tengo es ocuparme de eso cuando estoy con la cabeza libre y mi cabeza ha estado en poner en orden la casa, en los papeles".

Ida Vitale

Aunque no tiene una fórmula precisa para recomendarle a quien no sabe cómo sobrellevar una situación tan angustiante como el encierro diario y cree que las soluciones son "tan distintas como personas hay", Vitale considera que lo principal es que cada uno "haga lo que tenga ganas, no hay otra".

"Creo que va a haber una crisis después de esto obviamente, con trabajos disminuidos, gente que lo haya perdido... Eso va a ser de repente casi tan grave como el virus", opina.

Como turista en su tierra

Vitale vivió gran parte de su vida lejos del país. Hace tres años, cuando falleció su segundo esposo, Enrique Fierro -también escritor como el primero, Ángel Rama-, decidió radicarse nuevamente en Uruguay.

Sin embargo, desde entonces también ha estado de viaje debido a los diferentes reconocimientos obtenidos, como el Cervantes en España o el Premio FIL de la Literatura en Lenguas Romances de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (México).

"Es una situación la mía un poco anormal porque hacía tiempo que no estaba en Montevideo. Entonces volver y sentirme una turista encerrada, no salir de casa...", dijo Vitale.

De las cosas que más extraña de la capital uruguaya es visitar la Biblioteca Nacional, tanto por el gusto que le genera el recuerdo de aquellas mesas largas colmadas de lectores como porque hace pocos meses pensaba en ir porque necesitaba un libro.

Aunque es consciente de su reconocimiento internacional, fundamentalmente en los últimos años, ella no se considera -ni tampoco nunca buscó hacerlo- "imprescindible" y asegura que "el mundo va a seguir girando" sin sus libros.

"Una cosa es tener un lugar en un índice y otra es tener un lugar en una biblioteca o en el pensamiento de alguien".

Ida Vitale

Sin embargo, cuando se trata de hablar de poetas importantes, ella menciona a Rubén Darío y a dos de sus compatriotas:  Delmira Agustini y María Eugenia Vaz Ferreira.

La galardonada poeta, que emprendió hace tiempo el camino de escribir una novela, de la que no quiere dar detalles, pero de la que dice "le quedarán diez páginas o una cosa así", piensa que podría haber escrito mucho más de lo que hizo pero que la vida le planteó otros deseos.

Hoy, resguardada en su casa a la espera de la denominada "nueva normalidad", también lee a los jóvenes poetas.

Aunque no le parece adecuado hacer una generalidad sobre la poesía contemporánea, sí diferencia el hecho de que antes los diarios uruguayos publicaban poemas en sus páginas y tenían una amplia sección de Cultura.

"Como se corta por lo sano, yo diría que en verdad se corta por lo enfermo, han eliminado la página literaria (...) La poesía tenía una consideración, un lugar que podía difundirse entre la gente y hoy no lo tiene", concluye.