La actriz británica Diana Rigg muere a las 82 años

La actriz británica Diana Rigg, quien saltó a la fama en el programa de televisión de culto de la década de 1960 The Avengers y actuó recientemente en Juego de Tronos, murió a los 82 años, informó el 10 de septiembre la BBC.

Rigg, quien tuvo una larga carrera en teatro y apareció en la película de James Bond On Her Majesty's Secret Service donde su personaje se casa con el espía británico, murió pacíficamente en casa con su familia, dijo su agente, según reportó la BBC.

Enid Diana Elizabeth Rigg nació el 20 de julio de 1938. Durante su niñez vivió en India -por el trabajo de su padre- donde aprendió a hablar hindi.

De vuelta a Inglaterra, Rigg estudió en la Royal Academy of Dramatic Art.  Desde 1957 inició su carrera profesional.

De la que resalta su trabajo en teatro, con la Royal Shakespeare Company.

Fue en 1965 que ella audicionó para el rol de Emma Amanda Peel para la serie The Avengers -una vez que la actriz principal renunció al show-.

Ella cautivó a los productores por su disposición a hacer escenas de acción y, especialmente, el humor que llevó al papel.

Una figura importante del "Swinging London"

El impacto de Rigg en la sociedad inglesa fue tal que se la considera parte fundamental de esa década, junto a The Beatles, la minifalda y la música pop.

En 1969, Rigg revolucionó la estructura de la saga James Bond, al interpretar a Tracy di Vicenzo en On her Majesty's Secret Service -el único filme en el que George Lazenby hizo del agente 007-.

En la película, Rigg se mueve en la piel de la hija del villano de turno, de la que Bond se enamora -quizás en el trabajo que más humanizó al espía inglés en esa década-.

Sin embargo, el día de su boda, Vicenzo es asesinada por Ernst Stavro Blofeld, el archienemigo de Bond.

En 1990, Rigg recibió el rango de Dame Commander de la Orden del Imperio Británico.

La actriz que nunca se detuvo

Durante el siglo XXI, Rigg siguió trabajando, apareciendo como actriz invitada en varios episodios de series importantes como Doctor Who.

Fue su rol de Lady Olena, en la serie Juego de Tronos, que la devolvió a la fama, esta vez para una nueva generación.

Un personaje que, como casi todas las veces que se la vio en escena, capturó su sagacidad, cinismo y fortaleza como actriz.