Las autoridades detectaron los nuevos brotes en granjas de las provincias de Cotopaxi y Bolívar. En total, 360.000 aves murieron desde que se confirmó el primer caso.
Dos nuevos casos de influenza aviar detectaron técnicos del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), y de la Agencia de Regulación y Control Fito y Zoosanitario (Agrocalidad), en las provincias de Cotopaxi y Bolívar.
En Cotopaxi, la granja está cercada desde el viernes 6 de enero, con más de 500.000 aves que están bajo análisis, para determinar cuántas tienen la enfermedad.
Mientras que en Bolívar, el caso se presentó en aves de traspatio, de un campesino que tenía gallinas en su casa para el consumo y donde se sacrificaron 20 aves.
En total, 360.000 aves murieron desde que se confirmó el primer caso. El 90% falleció por la enfermedad y el 10% fue sacrificado.
El ministro de Agricultura y Ganadería, Bernardo Manzano, afirmó que los dos casos de influenza aviar se detectaron tras el trabajo de monitoreo y vigilancia del personal técnico y por la notificación de los productores.
"Inmediatamente, se implementaron los correspondientes cercos epidemiológicos y se tomaron las muestras para hacer los análisis", dijo en rueda de prensa en Guayaquil.
El director Ejecutivo de Agrocalidad, Patricio Almeida, recordó que los monitoreos se desarrollan en el contexto de la emergencia zoosanitaria, que declaró el Ministerio el 29 de noviembre de 2022.
Según la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA), la influenza aviar es una enfermedad que tiene presencia en países de Asia, África, Europa, América. En este último continente, se reportan casos de Canadá, Estados Unidos, México, Colombia, Perú y Ecuador.
Un estudio de la OMSA señala que "se tiende a creer que la influenza aviar de alta patogenicidad es estacional, con brotes que comienzan con manifestaciones leves en septiembre, crecen en octubre y registran un pico en febrero".
Las autoridades aseguraron que el abastecimiento de la proteína de origen animal está garantizado.
La producción de proteína animal (carne de pollo y huevos de mesa) tiene una relevancia económica, productiva y social para el país. Es parte de una cadena, donde se incluye la producción de maíz duro, elaboración de alimento balanceado y producción avícola.
Se estima que este segmento genera más de 300.000 empleos directos.
La Corporación Nacional de Avicultores estima que anualmente se producen 263 millones de pollos, que equivalen a 495.000 toneladas de carne de pollo, y un consumo per cápita de 28,27 kilogramos.
La producción anual de huevos se calcula en 3.812 millones, con un consumo por persona de 217 unidades.
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