Un día después del anuncio sobre el cáncer del rey Carlos, el primer ministro británico, Rishi Sunak, se refirió públicamente a la salud del monarca británico.
El cáncer del rey Carlos III, de 75 años, se diagnosticó pronto, afirmó este 6 de febrero el primer ministro británico, Rishi Sunak.
"Afortunadamente, se ha detectado pronto y ahora todo el mundo desea que reciba el tratamiento que necesita y se recupere completamente", dijo en una entrevista a la BBC.
El primer ministro aseguró que está en contacto regular con el monarca después del diagnóstico y que su comunicación continuará como habitualmente.
"Muchas familias en el país que están escuchando esto se habrán visto afectadas por lo mismo y saben lo que significa para todos", dijo Sunak.
"Lo acompañaremos y ojalá superemos esto lo más rápido posible", agregó el primer ministro.
Una realeza enferma
El Palacio de Buckingham anunció el lunes que al monarca se le había diagnosticado un cáncer y que ya había comenzado el tratamiento.
La noticia de la enfermedad de Carlos III muestra que la monarquía británica no está pasando por un buen momento.
Incluso, ya se habla de un mes 'horribilis' (terrible) de la corona, que evoca aquel 'annus horribilis', decretado así por la reina Isabel II en 1992. Aunque en aquella ocasión, la monarca se refería a los problemas maritales y escándalos de la realeza.
Carlos, coronado tras el fallecimiento de su madre, Isabel II, el 8 de septiembre de 2022, ha disfrutado de una buena salud, más allá de algunas lesiones practicando polo o esquí.
Pero durante una reciente hospitalización para una operación de hipertrofia "benigna" de próstata, "se detectó un motivo separado de preocupación".
Además de Carlos, la princesa de Gales, Kate Middleton, tuvo que pasar por el quirófano por una intervención abdominal, de la cual se sabe muy poco. Lo cierto es que estará alejada de sus funciones reales por tres meses.
Mientras que aunque alejada de la realeza, el mundo sigue de cerca los problemas de salud de la duquesa de York, Sarah Ferguson, y exesposa del príncipe Andrés de Inglaterra.
Ella se sometió a una interención quirúrgica por un cáncer de mama, y seis meses después, le extirpraron un lunar, que ha resultado ser un melanoma maligno, la forma más grave de cáncer de piel.
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