Este 25 de abril, la Unión Demócrata Cristiana de Alemania (CDU) celebrará un congreso extraordinario para elegir al sucesor de Angela Merkel en la dirección del partido.
La derrota electoral en las estatales de Hamburgo, en donde la coalición entre los socialdemócratas y los verdes alcanzaron más del 60% de los votos; así como el fiasco ocurrido en Turingia, resultado de una sorpresiva alianza de CDU con la ultraderecha, precipitaron la reciente renuncia de Annegret Kramp-Karrenbauer a la presidencia.
Así, esta elección es especialmente interesante: tras 18 años de Merkel al frente de la CDU, el nuevo líder virtualmente pasará a ser la carta electoral del partido en las próximas elecciones generales alemanas a celebrarse en octubre de 2021.
En este sentido, a más del cambio de figuras, urge una renovación de la identidad del partido; especialmente frente el peligroso ascenso de la ultraderecha (representada por Alternativa para Alemania, AfD) que busca captar al elector que está cansado de los partidos tradicionales.
Hasta el momento, tres candidatos aparecen en el tablero electoral democristiano: Armin Laschet, jefe de Gobierno de Renania; Norbert Röttgen, presidente de la Comisión de Exteriores del Bundestag; y el rival histórico de Merkel, Friedrich Merz, con quien disputó el liderazgo del partido en 2002.
Tanto Laschet y Norbert Röttgen, mantienen una buena relación con Merkel, amén de tener una posición ideológica moderada, cercana al centrismo propuesto por el gobierno durante estos 14 años.
Merz, en contraposición, promete para la CDU un giro a la derecha. Su discurso apela hacia un regreso a los valores y principios originarios del partido, en un afán de presentar una imagen más conservadora que permita captar el electorado que actualmente está migrando hacia las opciones más reaccionarias.
A la fecha, gracias a este desmarque ideológico, Marz lidera las encuestas internas de la CDU. A pesar de tener un significativo recorrido político, el renano se presenta como un abogado y empresario exitoso, buscando apropiarse de la etiqueta de outsider en un entorno ciudadano de cansancio frente a las opciones tradicionales.
Asimismo, el resultado electoral de 2021 traerá novedades: por debilitamiento sostenido del Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD), así como por la irrupción de la ultraderecha y el partido de Los Verdes en las principales preferencias electorales alemanas.
En definitiva, el final del histórico bipartidismo alemán obligará a las fuerzas políticas a redefinir su estrategia para alcanzar una coalición que les permita gobernar a la mayor economía europea.
Las opiniones expresadas por los columnistas de PRIMICIAS en este espacio reflejan el pensamiento de sus autores, pero no nuestra posición.
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