Jueves, 25 de abril de 2024
Contrapunto

La vida sin música sería un error

Fernando Larenas

Fernando Larenas

Periodista y melómano. Ha sido corresponsal internacional, editor de información y editor general de medios de comunicación escritos en Ecuador.

Actualizada:

15 May 2020 - 19:00

Cómo se preparan las orquestas y los teatros para el fin del confinamiento.

Siempre fue más conocido como filósofo, pero Friedrich Nietzsche (1844-1900) también fue filólogo, poeta y músico. A él se le atribuye la frase “sin música la vida sería un error”, porque la valoraba como una de las mayores expresiones del arte.

La música ha sobrevivido a las tragedias, a dos guerras mundiales, incluso a epidemias como la actual de Covid-19, la que más ha golpeado, porque la música es una actividad que congrega a multitudes en torno a un espectáculo, o un concierto, en un local cerrado.

Y la música tuvo que reinventarse para seguir vigente porque, como dijera Tchaikovski, “si no fuera por la música habría más razones para volverse loco”. El confinamiento nos obligó a todos a quedarnos en casa y buscar en Internet a las orquestas, a los solistas, la ópera, el ballet, precisamente para que mantengamos la cordura.

El fin del confinamiento está cerca y en varios países se preparan para respetar el “distanciamiento social” que sugieren las autoridades sanitarias. En Europa es menos complicado porque algunos Estados financian y auspician a las orquestas, a los escenarios y los teatros donde se presentan.

En nuestro país la situación es diferente, son pocos los escenarios, no son grandes, y su aforo tendrá que reducirse, lo que implica menos recaudación.

Asimismo, las orquestas sinfónicas, en cada presentación, tendrán que reducir el número de integrantes o dividirse de acuerdo con los instrumentos y el repertorio, tal como informó a PRIMICIAS Hernán Vásquez, presidente de la Orquesta Sinfónica Nacional del Ecuador (OSNE).

“Hemos diseñado un plan para acometer repertorios clásicos, barrocos, románticos, ecuatoriano y latinoamericano para grupos camerales. Dividimos las cuerdas en dos grupos; los vientos y las maderas en otro grupo; vientos, metales y percusión, con esto podemos mantener el distanciamiento social requerido y elaborar conciertos de un repertorio muy rico y amplio en estos formatos”, explica Vásquez.

La Sinfónica Nacional tiene previsto presentarse en varios lugares, entre ellos la Iglesia de la Compañía, teatros de colegios como el Benalcázar o el 24 de Mayo, el Mejía y la Casa de la Música. Diego Arteta, presidente del directorio de la Casa de la Música afirma que la situación de los músicos y de las salas de concierto es dramática.

El distanciamiento social, dice Arteta, “hace inviable dar una función (…) simplemente habría que triplicar el costo de las entradas y, por otro lado, tengo serias dudas de que el público asista”. La posibilidad de conciertos por Internet es buena y los músicos están dispuestos a participar en el escenario, para lo cual llevarían sus propios instrumentos; “es la única forma de mantener una sala de conciertos viva y en vigencia”, destaca Arteta.

En un comunicado que la Casa de la Música hizo conocer a través de PRIMICIAS se afirma que “acogiéndonos a las obligaciones establecidas por el COE, así como del Gobierno Municipal, la Fundación Filarmónica Casa de la Música de la ciudad de Quito tiene la gran pena de anunciar su cierre temporal hasta que la pandemia mundial producida por el Covid 19 cese”.

En la comunicación se lamenta “la situación actual, no solo de las instituciones culturales como la nuestra, sino la de todos y cada uno de los músicos nacionales e internacionales que nos han brindado momentos de placer tan gratos en nuestras vidas”. Comparte la esperanza de que la humanidad recupere “una vida normal”, que permita reunirnos con todos los miembros y público que “nos ha apoyado a lo largo de los últimos 15 años”.

Vásquez admite que la pandemia es difícil, “nuestro ambiente es el escenario, el contacto con el público, la vida nocturna, multitudinaria, y de pronto el encierro que genera angustia”. Sin embargo –resalta el presidente de la OSNE- hemos paliado en algo ese confinamiento con grabaciones de himnos, y música metal.

El maestro Álvaro Manzano está en contacto vía telefónica con los músicos y colegas “para fortalecernos mutuamente y saber que estamos todavía como familia musical tratando de salir de esto juntos, en una nueva forma de ver la Sinfónica, al menos por algún buen tiempo”.

Las opiniones expresadas por los columnistas de PRIMICIAS en este espacio reflejan el pensamiento de sus autores, pero no nuestra posición.

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