Sábado, 27 de abril de 2024

Jueves Santo: En silla de ruedas, el papa Francisco lava los pies de 12 reclusas

Autor:

EFE / Redacción Primicias

Actualizada:

28 Mar 2024 - 13:29

El papa Francisco celebró la misa de la última cena y la ceremonia de lavado de pies, una de las tradiciones de Semana Santa, en una prisión femenina de Roma.

El papa Francisco lava los pies de las reclusas de una cárcel de Roma el Jueves Santo, el 28 de marzo de 2024.

Autor: EFE / Redacción Primicias

Actualizada:

28 Mar 2024 - 13:29

El papa Francisco lava los pies de las reclusas de una cárcel de Roma el Jueves Santo, el 28 de marzo de 2024. - Foto: EFE

El papa Francisco celebró la misa de la última cena y la ceremonia de lavado de pies, una de las tradiciones de Semana Santa, en una prisión femenina de Roma.

El papa Francisco celebró este Jueves Santo en la prisión femenina de Rebibbia en Roma. Allá acudió para presidir la misa de la última cena y lavar los pies a doce reclusas, el mismo gesto que Jesús tuvo con sus discípulos, según la Iglesia Católica.

Las presas, muchas de ellas llorando, se subieron a una plataforma y el pontífice pasó por delante de ellas, a sus pies, para lavárselos y después besarlos, con un mandil blanco y llevado en su silla de ruedas debido a sus conocidos problemas de movilidad.

Previamente, había improvisado una breve homilía basada en el tema del perdón, aunque no la leyó (en el último mes a menudo ha tenido que renunciar a leer sus discursos por unos problemas respiratorios que arrastra tras una gripe, según ha explicado él mismo).

"Todos tenemos pequeños o grandes fracasos, todos tenemos una historia, pero el Señor nos espera siempre con los brazos abiertos y no se cansa nunca de perdonar", afirmó dentro de una carpa en el patio de la cárcel, ante las presas y el personal de la institución.

Francisco explicó que en este Jueves Santo, Jesús hizo entender, lavando los pies a sus discípulos en la última cena antes de su arresto, que "había venido para servir y no para ser servido".

Tras culminar la misa, la directora del centro, Nadia Fontana, agradeció al papa su presencia: "Para cada una de ellas es un rayo de sol que caldea el corazón y reaviva la esperanza de poder recomenzar, aunque se tenga que hacer desde cero", aseguró.

Luego, las presas le regalaron algunos de los productos que ellas mismas elaboran: una cesta con verduras, un rosario con cuentas con los colores del arcoiris y unas estolas. El papa devolvió el gesto entregando al centro un cuadro de la Virgen y el Niño.

El lavado de pies es uno de los actos religiosos de la Semana Santa y el papa Francisco, desde que inició su pontificado, en 2013, no lo celebra en la basílica de Roma, sino en los lugares de sufrimiento de la sociedad moderna.