El público regresó a los estadios en Berlín, este sábado 5 de septiembre, y más de 4.500 espectadores pudieron entrar a presenciar el partido amistoso entre el Unión Berlín y el Nuremberg (2-1).
Por primera vez desde que irrumpió la pandemia de coronavirus, la gente pudo acudir a un campo de fútbol. Fue de forma reducida, con condiciones y controles sanitarios. Pero fue un primer paso y un ensayo ante el inicio de la Bundesliga.
Las 4.500 localidades fueron para los socios mayores de doce años del club local, distribuidas mediante un sorteo y personalizadas para garantizar su seguimiento y control.
Los aficionados que pudieron acudir al estadio An Der Alten Forterei de Kopenick, con capacidad para 22.000 asientos, tuvieron que portar obligatoriamente mascarilla hasta llegar a su localidad y también después, para salir del recinto.
El Unión Berlín, que logró la permanencia en la Bundesliga, y el Nuremberg, que se mantuvo en la Bundesliga 2, rememoraron el encuentro del 7 de agosto de 1920, el primero que se jugó en este campo.
Aun así, este pudo haber sido el último partido con público, después de que el pasado jueves 3 de septiembre, la canciller alemana, Angela Merkel, ampliara la prohibición de la asistencia de público a los grandes eventos hasta el 31 de diciembre.
No obstante, aún queda por ver si esta decisión afecta al fútbol o si, tal y como estaba previsto, podrán entrar a los campos un número reducido de espectadores.
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