Alexander Zverev se convirtió en el primer alemán en alcanzar la final del Abierto de Estados Unidos en 26 años al derrotar con una gran remontada al español Pablo Carreño, 27 del mundo, por 3-6, 2-6, 6-3, 6-4 y 6-3 en tres horas y 22 minutos.
En toda su carrera, Zverev nunca había ganado un partido cediendo antes los dos primeros sets, pero esta noche lo consiguió, luchando como hacía su entrenador, el español David Ferrer.
De momento espera ya en la final, la primera de su carrera, al vencedor del duelo que tendrá lugar a continuación entre el austríaco Dominic Thiem y el ruso Daniil Medvedev.
Carreño, semifinalista de este torneo en 2017, llegó a dominar con dos sets de ventaja pero luego su saque le traicionó y su cadera derecha le impidió acabar el encuentro en plenitud.
De haber ganado el español, se hubiera convertido en el jugador con menor ranking en alcanzar la final de este Grand Slam desde el surafricano Kevin Anderson, su verdugo precisamente en las semifinales de hace tres años, cuando el de Johannesburgo era el 32 del mundo.