Naomi Briones hizo realidad el sueño de su padre

Naomi Briones conoció el fútbol por su papá. "Era entrenador y yo le pedía que me llevara. Cuando vi la cancha, me emocioné. Gracias a él empecé a jugar", narra la juvenil futbolista de Liga de Quito.

Su padre, Nery Briones, le siguió llevando a entrenar, cuando ambos pensaban que se trataba de un juego de infancia y nada más.

Cuando Naomi le dijo que quería ser futbolista profesional, él se emocionó y la envió a la Fundación Equinoccio para que se entrene con el equipo de fútbol de niños. "Le decía que sentía miedo de recibir un golpe".

Él le contestaba que si quería ser futbolista profesional, debía aprender a jugar contra ellos y pelear la posesión del balón sin tener miedo. "Metete en la cabeza que tú puedes", es la frase que Naomi recuerda hasta hoy.

Perdió el miedo, más aún cuando jugaba como delantera y debía desprenderse de sus rivales para anotar. Aprendió a ganar los mano a mano y a no perder oportunidades cuando la pelota le queda ahí, lista para empujarla al gol.

Con el tiempo, Nery se convirtió en una especie de entrenador personal, con él revisa las jugadas después de cada fecha. "Es mi primer crítico", anota Naomi. "Nos sentamos a comer y hablamos de lo que sucedió".

Reeditan el partido y analizan las jugadas puntuales. "Me dice que debía observar un poco más antes de hacer un pase, o reflexionar un segundo más antes de hacer un remate. Me habla de las alternativas que tenía".

Su llegada a Liga

A los 13 años ya fue convocada por Pichincha para la selección provincial para los Juegos Nacionales, donde anotó goles importantes y levantó la copa de campeón.

Repitió convocatoria en la categoría juvenil y también fue campeona. Allí conoció a Jeny Herrera, la entrenadora de Liga de Quito quien le invitó a jugar por la 'U'.

"Con la llegada a Liga se me abrieron las puertas de la Selección de Ecuador. Primero fui llamada a la Sub 17, íbamos a viajar al Sudamericano pero el torneo se suspendió por la pandemia".

Con la Sub 20 participó en el Sudamericano en Argentina y luego acudió a dos convocatorias para la selección mayor.

"Trabajamos con el nuevo seleccionador, Andrés Usme y su cuerpo técnico. Son profesionales que vienen a implementar muchas cosas en el fútbol femenino".

Le impactó trabajar con las seleccionadas que tienen más años y experiencia en el equipo nacional. Varias de ellas juegan en Estados Unidos y España. "En verdad son las mejores del Ecuador".

Con Liga de Quito se alista para la Superliga femenina que comenzará a finales de abril. El trabajo en el club comenzó en octubre y el equipo está casi listo.

"Este año será importante para mí. Firmamos con Liga nuestro contrato profesional y podemos dedicarnos totalmente al fútbol", enfatiza la jugadora de 19 años, nacida en Quito, pero de ascendencia manabita.

Quiere volver al estadio Rodrigo Paz, donde ya ha convertido goles, muchos de ellos decisivos. "El gol que más me emocionó fue cuando regresé después de dos operaciones de rodilla. Pensé que el fútbol se había acabado para mí, pero no, sigo aquí".

Culminó sus estudios de bachillerato y espera lograr una beca deportiva en una universidad de Estados Unidos, para estudiar y jugar al fútbol como lo han hecho varias seleccionadas nacionales.

Mientras esa beca aparece, se dispone a entrenar gestión deportiva, pues el deporte es parte de su estilo de vida. "Tengo que seguir jugando porque quiero sacar mi mejor versión antes de viajar al exterior".

Naomi Briones ha crecido y madurado con la Superliga, juega desde la primera edición en 2019, cuando tenía 15 años.

Esa fue la mejor temporada, anotó seis goles en 17 fechas. En 2020 estuvo en 10 partidos y convirtió tres goles.

Ya no juega como delantera, la entrenadora Jeny Herrera la cambió de posición a extrema por izquierda. Igual se da modos para desbordar por la banda para ir al encuentro con el gol.