Martes, 23 de abril de 2024

El corredor ecuatoriano Philippe Michelet aceleró en LeMans

Autor:

Martha Córdova

Actualizada:

20 Nov 2022 - 5:29

Después de coronarse tricampeón nacional de la categoría IAME X30, el piloto ecuatoriano viajó a Le Mans para correr en la mítica pista.

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Autor: Martha Córdova

Actualizada:

20 Nov 2022 - 5:29

Philippe Michelet, junto a su padre, Jean Pierre, durante una entrevista con PRIMICIAS, en noviembre de 2022. - Foto: Armando Prado

Después de coronarse tricampeón nacional de la categoría IAME X30, el piloto ecuatoriano viajó a Le Mans para correr en la mítica pista.

El Mundial fue un sueño perfecto, hecho realidad. De mirar todos los días la maqueta de la pista y los modelos de autos diseñados para competir en Le Mans, Philippe Michelet pasó a correr en el mítico escenario, en el marco del Campeonato Mundial de Karting IAME X30.

“Desde que bajamos del avión todo es carros, es una ciudad que vive del automovilismo”, describe con emoción el joven piloto, de 20 años, que corrió para el equipo Energy Karts.

Con total detalle describe el montaje de implica un mundial: camiones, equipos completos de ingenieros, mecánicos y otros profesionales que se esmeran para poner a punto los pequeños bólidos.

Visitó el museo, miró autos históricos que se construyeron sólo para ser conducidos en ese escenario, y la historia de pilotos que dejaron huella.

Aprender a conducir en LeMans fue una lección que aprendió a 100 kilómetros por hora, porque solo pudo hacerlo en las siete vueltas al circuito, en la ronda de ensayos.

“Las llantas eran demasiado suaves, algo que no había experimentado. No podía conducir bien ni en la recta”, comentó Philippe con asombro, pues es el actual tricampeón nacional.

Le costó adaptarse a la pista por el agarre y el grip que había en ella. El grip lo compara con un chicle que se impregna en el asfalto, por la suavidad de las llantas.

Pero como es un piloto de fácil adaptación, el segundo día de prácticas le fue mucho mejor. La telemetría reflejó los resultados que los ingenieros y directores deportivos esperaban. “Decían que parecía que habían conducido dos pilotos diferentes: el primero parecía un principiante y el segundo como uno de los nuestros”.

Philippe Michelet, junto a su padre, Jean Pierre, durante una entrevista con PRIMICIAS, en noviembre de 2022.

Philippe Michelet, junto a su padre, Jean Pierre, durante una entrevista con PRIMICIAS, en noviembre de 2022. Armando Prado

El día de la carrera también fue una jornada de aprendizajes, pues se enfrentó a 165 pilotos del mundo, campeones de sus países o de competencias internacionales. Las posiciones se definieron por milésimas de segundo y sólo los 45 mejores llegaron a la final.

Philippe Michelet no llegó a las rondas finales, por su peso y estatura. Mide 1,85 metros y pesa 70 kilos. No es que tenga sobrepeso, porque se cuida y todos los días hace trabajos de preparación. El problema es su contextura física, se constituyen en desventaja: no puede ir tan rápido como sus rivales

“Tuve un grave problema que ya sabíamos que íbamos a enfrentar. Pesaba 10 kilos más que mis rivales. Los ingenieros me decían que perdía siete milésimas en cada vuelta, no había nada que hacer”.

Salió bien, lograba adelantar a varios pilotos, pero luego le tocaba defender posición porque iba muy lento para sus rivales. Su auto recibió golpes por lo apretada de la competencia.

Jean Pierre Michelet, padre de Philippe, y comunicador especialista en automovilismo, expresa que fue una competencia del más alto nivel por el escenario y por el nivel de los participantes.

“El asfalto del kartódromo en el complejo de Le Mans parece mesa de billar, lo que lo convierte en un escenario de extraordinarias condiciones. Solo el hecho de estar en la pista, ya es un hecho sobresaliente”.

Ante estas condiciones, una de las alternativas para evitar estas desventajas es cambiar de categoría, donde Philippe tendría mejores opciones.

Este año corrió en la categoría de 157 kilos y para el próximo podría hacerlo en la división superior, 165 kilogramos. “Por los tiempos que ha registrado, estamos seguros de que le va a ir bien. En esta categoría puede pelear la punta”, asegura Michelet padre.

Antes del Mundial del próximo año, tendría que viajar dos semanas antes para cumplir con entrenamientos especiales para encarar la competencia.

Pero esa última etapa de preparación le obliga a estar en competencia en el ámbito nacional e internacional.

En el 2023 quiere repetir las participaciones en el Winter Series en la Florida en enero y febrero, tratar de ir a otras dos competencias, también en Estados Unidos como la de Las Vegas, para llegar al Mundial con más carreras disputadas.

“Enfrenté a pilotos que antes ya habían conducido en LeMans, que tienen actividad 47 semanas al año por la presencia en torneos europeos. Yo corrí seis o siete carreras”

Philippe Michelet, piloto ecuatoriano

Aún no se conoce en qué país se desarrolla el Mundial, a los dos les gustaría que sea en este mismo escenario, pues para la familia tiene un significado especial.

Pascal Michelet, el iniciador de esta dinastía tuerca, fue también comunicador y piloto. Como especialista en automovilismo, tenía sus propios espacios en televisión para hablar de las famosas “24 horas de LeMans”.

En 1974 llegó como piloto de reserva, pero lastimosamente no pudo tomar su turno por problemas con el auto. Al año siguiente compartió participación con Fausto Merelo y Guillemo Ortega.

“Con LeMans tengo una conexión desde pequeño por mi padre. Ver competir a mi hijo ahí, tuvo un significado especial. Lo disfrutamos”.