La expedición eficiente de los visados, la seguridad, los permisos de trabajo, la explotación de derechos comerciales, ventajas fiscales y otras facilidades exige la federación a quienes quieran organizar una Copa Mundo.
Esto es lo que señala la FIFA en su Guía sobre la selección del organizador de la Copa Mundial:
Visados, permisos, inmigración y salidas del país:
El gobierno debe establecer la exención de visado generalizada o simplificar los procedimientos de visado en vigor para las personas vinculadas a la competición.
Ningún trámite de visado podrá ser aplicado de forma discriminatoria.
Seguridad:
El gobierno es el único responsable de la seguridad del torneo y debe asumir todos los gastos correspondientes, que comprenden la elaboración de una estrategia de seguridad, la implantación de las medidas necesarias, el respeto a los estándares internacionales en materia de seguridad y derechos humanos y la responsabilidad ante cualquier incidente relativo a la seguridad.
Legislación laboral:
El gobierno deberá garantizar la concesión de permisos de trabajo de manera incondicional, sin ningún tipo de restricción o discriminación.
También será necesario que se autoricen ciertas exenciones a la legislación laboral o de otra índole a favor de las empresas y del personal directamente vinculado a la competición, siempre y cuando dichas exenciones no socaven ni pongan en entredicho el compromiso del gobierno de respetar, proteger y hacer cumplir los derechos humanos.
Derechos comerciales:
El gobierno deberá reconocer la propiedad ilimitada e inclusiva de todos los derechos comerciales relativos a la competición.
La FIFA requiere respaldo jurídico y administrativo total para la venta y el uso de las entradas del torneo, para ofrecer la mayor cantidad posible de localidades a precios asequibles.
Ventajas fiscales:
Se exigirá que el gobierno otorgue una exención tributaria limitada a la FIFA y a ciertos terceros relacionados con la organización y la competición.
El efecto jurídico de estas ventajas fiscales se limitará a ciertos periodos en los que está previsto desarrollar actividades vinculadas con la competición.
La única excepción son los pagos relativos al legado de la Copa Mundial de la FIFA, que permanece en los países anfitriones después del torneo.
Lucha contra la discriminación:
En la declaración gubernamental, el país o los países anfitriones deberán garantizar:
• La reproducción antes de cada partido el himno nacional de las dos
selecciones.
• Desplegar la bandera de cada equipo.
• Ausencia total de cualquier clase de discriminación.
La FIFA aún no ha abierto las postulaciones para los países interesados en organizar el Mundial de 2030.
Desde la Confederación Sudamericana de Fútbol se planteó la posibilidad de presentar una candidatura conjunta, que la lideraron Uruguay y Argentina y a la que se sumaron Paraguay y Chile.
La idea era aprovechar el centenario de la primera Copa del Mundo de 1930, que precisamente la ganó Uruguay.
Esa iniciativa no ha tomado fuerza y Ecuador ha irrumpido con la propuesta que Lenín Moreno le hizo a los presidentes de Colombia y Perú, para organizar el Mundial 2030.
Parece un sueño muy lejano e irrealizable, pero quedan 11 años para cumplirlo.
