Viernes, 19 de abril de 2024

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EFE / Redacción Primicias

Actualizada:

11 Sep 2022 - 5:27

El fútbol ruso, al borde del precipicio por la guerra contra Ucrania

La campaña militar en Ucrania ha colocado al fútbol ruso al borde del precipicio. La selección fue excluida del Mundial, los clubes no pueden disputar competiciones europeas y se ha producido un éxodo masivo de futbolistas a países extranjeros, incluido ucranianos.

La selección rusa de fútbol, durante un partido de clasificatorias al Mundial de Catar 2022.

Autor: EFE / Redacción Primicias

Actualizada:

11 Sep 2022 - 5:27

La selección rusa de fútbol, durante un partido de clasificatorias al Mundial de Catar 2022. - Foto: Archivo

La campaña militar en Ucrania ha colocado al fútbol ruso al borde del precipicio. La selección fue excluida del Mundial, los clubes no pueden disputar competiciones europeas y se ha producido un éxodo masivo de futbolistas a países extranjeros, incluido ucranianos.

El pesimismo cunde en el fútbol ruso. La FIFA y la UEFA se muestran inflexibles desde que condenaron al fútbol ruso al ostracismo el 28 de febrero, cuatro días después del estallido de los combates.

“Todo está en manos de la FIFA. Los clubes rusos pueden volver en diez años, dentro de un año o nunca”, comentó Mikhaíl Prokopets, abogado de la compañía internacional SILA que representa los intereses de los clubes rusos.

La campaña militar rusa en Ucrania se alarga y, como mínimo, los equipos rusos estarán marginados hasta 2023.

El Spartak de Moscú, que se había clasificado para los octavos de final de la Europa League, ni siquiera pudo saltar al campo por culpa de la "operación militar especial".

Con todo, los clubes rusos no se rindieron y recurrieron al Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), pero éste rechazó el 15 de junio pasado los recursos presentados tanto por la Unión de Fútbol de Rusia (UFR) como por los clubes afectados de cara a esta temporada: Zenit, Sochi, Dinamo y CSKA.

El Zenit de San Petesburgo, en un partido de la Europa League en febrero de 2022.

El Zenit de San Petesburgo, en un partido de la Europa League en febrero de 2022. EFE

La UFR se planteó denunciar al TAS por el perjuicio económico causado o acudir al Tribunal Supremo en Suiza. Pero Prokopets considera que Rusia carece de “instrumentos legales para recurrir el laudo arbitral”.

“Es una decisión que está al margen del terreno jurídico. Depende de factores externos”, comentó.

El abogado asegura que la imposibilidad de competir contra equipos de otros países es un “gran problema” para el desarrollo del fútbol nacional y para la economía de los clubes.

“Si los clubes no juegan en Europa no puedes vender a buen precio a tus mejores futbolistas ni tampoco fichar otros, ya que estos prefieren disputar la Champions League. Si no juegas contra los mejores, también ganas menos en derechos de televisión. Es una historia global”, explica.

Además de las pérdidas económicas y los problemas para encontrar patrocinio, algunos clubes punteros rusos están también teniendo problemas con los uniformes debido a la decisión de grandes marcas como Nike de abandonar el mercado ruso.

Por increíble que parezca, algunos futbolistas incluso han recibido la instrucción de no regalar camisetas a los aficionados.

En el plano deportivo, también se han producido desequilibrios debido a que los equipos del sur de Rusia no pueden viajar en avión desde sus ciudades y deben desplazarse en bus y tren a aeropuertos en otros lugares.

Y es que por motivos de seguridad las autoridades cerraron los aeropuertos de las regiones cercanas a la frontera ucraniana.

Éxodo de extranjeros

Una de las consecuencias más graves para el fútbol ruso ha sido el éxodo de futbolistas extranjeros, especialmente europeos.

El detonante fue la decisión de la FIFA de permitir que jugadores y técnicos que militan en clubes rusos y ucranianos suspendan unilateralmente su vinculación contractual hasta el 30 de junio, la cual fue prorrogada posteriormente hasta el 30 de junio de 2023.

“Si viviéramos en el vacío, la decisión de la FIFA es absolutamente ilegal. Infringe todas las reglas que regulan el fútbol en los últimos años desde el sistema de traspasos, a la estabilidad de los contratos o la propiedad privada”, denuncia Prokopets.

El Krasnodar perdió nueve jugadores (acabó jugando con once futbolistas rusos) y a su técnico, el alemán Daniel Farke. Aunque recientemente volvieron el ecuatoriano Cristian Ramírez, el colombiano Jhon Córdoba y el brasileño Kaio.

El Rostov también perdió a siete jugadores, pero logró salvar la categoría. No tuvo tanta suerte el Rubín Kazán, que descendió de categoría con el exseleccionador Leonid Slutski en el banquillo.

“Para los extranjeros que juegan en Rusia no hay ningún problema. Siguen viviendo y trabajando. Pese a todo lo que está pasando, hay muchos jugadores extranjeros en la liga rusa”, destaca Prokopets.

Otro ecuatoriano en esta liga es Christian Noboa. El volante de 37 años juega para el Sochi y lleva seis goles en ocho partidos.

Rusia ha decidido apostar por el mercado latinoamericano, de donde proceden muchos de los fichajes de este verano. Los futbolistas latinos son más baratos que los europeos y, lo que es más importante, están menos politizados.

El ecuatoriano Christian Noboa, con el Sochi de Rusia.

El ecuatoriano Christian Noboa, con el Sochi de Rusia.  Transfermarkt

La selección rusa, sin Mundial

“Lo más curioso es que si lees el fallo, ni la selección ni los clubes rusos son responsables de lo que ocurre. Eso es muy importante. El fútbol ruso no es responsable”, explica Prokopets.

En mayo, la UEFA excluyó a la selección rusa de todas las competiciones, incluida la Nations League.

Eso se suma a la duro revés que supuso para el equipo dirigido por Valeri Karpin no poder enfrentarse en Moscú a Polonia en la repesca mundialista.

Desde que cayó por la mínima ante Croacia en noviembre, derrota que le impidió clasificarse directamente, Rusia no tiene con quién jugar.

Karpin ha tenido que compaginar el trabajo de seleccionador con el de técnico del Rostov. En septiembre el combinado nacional volverá a reunirse para disputar un amistoso, pero aún se desconoce el rival. Los candidatos oscilan entre Irán, Bielorrusia y Arabia Saudí.

El abogado admite que “no puede ser optimista”, ya que la emoción del fútbol está en que “un pequeño le gane a un grande”, en que “el Rotor de Volgogrado reciba al Manchester United”. La esperanza de que el aislamiento sirva para desarrollar el fútbol base no le vale como consuelo.

“Eso hay que hacerlo siempre, no solo ahora. La FIFA nos ha creado muchos problemas. En ruso se dice que no hay que arreglar lo que no está estropeado. Es lo que ha hecho la FIFA, estropear lo que no hay que arreglar”, argumenta resignado.

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