Jueves, 18 de abril de 2024

Cadenas de noticias estadounidenses se preparan para informar los resultados

Autor:

Reuters

Actualizada:

3 Nov 2020 - 17:37

estados unidos

Autor: Reuters

Actualizada:

3 Nov 2020 - 17:37

Trabajadores protegen una tienda en Nueva York antes de los resultados de las elecciones presidenciales, el 2 de noviembre de 2020. - Foto: Reuters

Las cadenas de noticias de televisión de Estados Unidos se preparan para una inédita noche de elecciones, mientras un país dividido elige al próximo presidente en medio de una pandemia global, con más votos anticipados y por correo que nunca.

En la contienda de este año entre el presidente republicano, Donald Trump, y el exvicepresidente demócrata Joe Biden, las cadenas enfrentan una mayor presión para informar los resultados con precisión y sin especulaciones injustificadas.

Entre los desafíos que enfrentan el país y también las organizaciones de noticias, se encuentran un presidente que aviva los temores de fraude electoral, un electorado profundamente dividido y el espectro de un recuento de votos prolongado que puede aumentar las protestas, la violencia y las demandas.

Esta será la primera elección presidencial en la que las principales cadenas de televisión obtendrán datos de diferentes proveedores, aumentando el potencial de perspectivas divergentes sobre los resultados.

Fox News de Fox Corp y Associated Press ya no utilizan las tradicionales encuestas a la salida de las urnas, sino que se basan en encuestas en línea y telefónicas que tienen como objetivo llegar a los votantes anticipados y los del día de las elecciones.

Las organizaciones de noticias combinarán los datos de las encuestas con los resultados en tiempo real tabulados por AP para ayudar a elaborar las proyecciones.

Las cadenas de noticias ABC, CBS, NBC y la CNN, propiedad de AT&T, son parte del consorcio National Election Pool, que dependerá de la firma Edison Research para las encuestas a boca de urna y los resultados a medida que lleguen de cada distrito.

Reuters tiene un acuerdo de distribución con la NEP para los datos electorales de 2020.

Las cadenas mostrarán sus inversiones en más encuestas, análisis de datos más profundos e informes adicionales sobre la mecánica de la votación, la integridad de la elección y la desinformación.

La jornada avanza en calma, pero con tensión

Millones de personas votaban para elegir si el presidente Donald Trump o el candidato demócrata Joe Biden liderará a Estados Unidos por los próximos cuatro años, poniendo fin de una campaña electoral amarga y polarizadora marcada por las acusaciones mutuas y la pandemia de coronavirus.

Los votantes hacían filas en todo el país para sufragar, sin señales de interrupciones en los lugares de votación que algunos habían temido tras una prolongada campaña marcada por una retórica provocativa en un país profundamente dividido.

Poco más de 100 millones de estadounidenses votaron por anticipado, ya sea por correo o en persona, según el Proyecto de Elecciones de la Universidad de Florida, una cifra impulsada por las preocupaciones sobre centros abarrotados en medio de la pandemia, así como por un entusiasmo extraordinario.

El total ha roto récords y ha llevado a algunos expertos a predecir las tasas de votación más altas desde 1908.

Joe Biden, de 77 años y quien ha enfocado la contienda como un referéndum sobre la gestión de la crisis sanitaria por parte de Trump, prometió esfuerzos renovados para combatir la pandemia, arreglar la economía y salvar la división política de Estados Unidos.

El demócrata ha mantenido a lo largo de toda la campaña una ventaja relativamente estable en los sondeos.

Pero Trump, de 74 años, está lo suficientemente cerca en los estados indecisos como para reunir los 270 votos del Colegio Electoral necesarios para ganar la presidencia. En 2016 derrotó a la demócrata Hillary Clinton a pesar de perder el voto popular nacional por unos tres millones de papeletas.

Trump ha cuestionado la integridad de los resultados de las elecciones durante meses, afirmando que el voto por correo es un fraude, y no se ha comprometido a una transferencia pacífica del poder en caso de derrota.

La incertidumbre y la perspectiva de prolongadas batallas legales han alimentado una ansiedad sin precedentes sobre el resultado y las consecuencias de las elecciones.

Los partidarios de ambos candidatos parecían estar de acuerdo en que la elección es un referéndum sobre Trump y su tumultuoso primer mandato.