Miércoles, 24 de abril de 2024

Elecciones alemanas: socialdemócratas superan a conservadores por un estrecho margen

Autor:

Reuters

Actualizada:

26 Sep 2021 - 16:49

Olaf Scholz, candidato a canciller de los socialdemócratas, lleva una ligera delantera en los comicios alemanes, según los primeros resultados. Pero el conservador Laschet asegura que su bloque aún no reconoce la derrota.

Autor: Reuters

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26 Sep 2021 - 16:49

Olaf Scholz, candidato a canciller de los socialdemócratas alemanes (SPD), reacciona a los resultados iniciales en la sede del SPD durante el evento electoral en Berlín, Alemania, el 26 de septiembre de 2021. - Foto: EFE

Olaf Scholz, candidato a canciller de los socialdemócratas, lleva una ligera delantera en los comicios alemanes, según los primeros resultados. Pero el conservador Laschet asegura que su bloque aún no reconoce la derrota.

Los socialdemócratas ganan por estrecho margen las elecciones del domingo en Alemania, según resultados proyectados. El bloque político dice tener un "mandato claro" para liderar el Ejecutivo por primera vez desde 2005 y poner fin a 16 años de gobiernos encabezados por los conservadores bajo el mando de Angela Merkel.

Los socialdemócratas de centro izquierda (SPD) iban camino de conseguir el 26% de los votos, por delante del 24,5% del bloque conservador CDU/CSU de Merkel, de acuerdo a las proyecciones de la cadena ​​ZDF, pero ambas agrupaciones creían que podrán liderar el próximo gobierno.

Con ninguno de los bloques principales logrando una mayoría, y ambos reacios a repetir la incómoda "gran coalición" de los últimos cuatro años, el resultado más probable es una alianza a tres bandas liderada por los socialdemócratas o los conservadores de Merkel.

Acordar una nueva coalición podría llevar meses y probablemente involucrará a los Verdes y al Partido Democrático Libre (FDP).

"Ahora estamos adelante en todas las encuestas", dijo el candidato a canciller de los socialdemócratas, Olaf Scholz, en una mesa redonda con otros candidatos después de la votación.

"Es un mensaje alentador y un mandato claro para forma un gobierno bueno y pragmático para Alemania".

Olaf Scholz, candidato socialdemócrata.

El ascenso del SPD presagia un giro a la izquierda para Alemania y marca una recuperación notable para el partido, que ha recuperado unos 10 puntos de apoyo en solo tres meses para mejorar el 20,5% que consiguió en las elecciones nacionales de 2017.

Scholz, de 63 años, se convertiría en el cuarto canciller del SPD de la posguerra después de Willy Brandt, Helmut Schmidt y Gerhard Schroeder. Ministro de Finanzas en la incómoda "gran coalición" gobernante de Merkel, es un exalcalde de Hamburgo, donde nacieron Merkel y Schmidt.

Mientras que el rival conservador de Scholz, Armin Laschet, señaló que su bloque aún no está dispuesto a reconocer una derrota, aunque sus partidarios estaban resignados.

"No siempre ha sido el partido que está en primer lugar de donde sale el canciller".

Armin Laschet, partido conservador.

"Quiero un gobierno donde todos los socios estén involucrados, donde todos sean visibles, no uno donde solo el canciller pueda brillar", añadió en un intento inicial de cortejar a partidos más pequeños.

¿Coalición para navidad?

La atención se desplazará ahora a las discusiones informales que antecederán a negociaciones de coalición más formales, que podrían llevar meses, dejando a Merkel a cargo en un rol provisional.

Scholz y Laschet dijeron que su objetivo sería llegar a un acuerdo de coalición antes de Navidad.

Merkel planea dimitir después de las elecciones, lo que convierte la votación en un evento que cambiará una era y marcará el rumbo futuro de la economía más grande de Europa.

La canciller alemana se ha destacado en el escenario europeo casi desde que asumió en 2005, cuando George W. Bush era presidente de Estados Unidos, Jacques Chirac estaba en el Palacio del Elíseo en París y Tony Blair era primer ministro británico.

Después de una campaña electoral centrada en el país, los aliados de Berlín en Europa y otros lugares podrían ver pasar meses antes de que el nuevo gobierno alemán esté dispuesto a involucrarse en asuntos extranjeros.