La empresa Koval, de capitales rusos, maneja la propiedad incautada a Álvaro Noboa en 2013. Hay indicios de enriquecimiento privado no justificado.
La Secretaría Anticorrupción denunció una serie de irregularidades en el manejo de la hacienda La Clementina.
Esta propiedad se embargó en 2013 por el Servicio de Rentas Internas (SRI) al empresario y político, Álvaro Noboa, como pago de una deuda por concepto de tributos atrasados.
Tres años después, alrededor de 1.900 trabajadores de la hacienda bananera la compraron gracias un crédito de la Corporación Financiera Nacional (CFN) por USD 78 millones.
Para administrar la hacienda y honrar la deuda, se crearon dos fideicomisos. Pero la mañana de este martes 10 de diciembre de 2019, la secretaria anticorrupción, Dora Ordóñez, denunció posibles delitos al interior de la hacienda.
La funcionaria citó, entre otras faltas, peculado, testaferrismo, defraudación bursátil, delincuencia organizada y enriquecimiento privado no justificado. El caso se remitirá a la Fiscalía para que inicie las acciones pertinentes.
Rol de la empresa Koval
Los problemas comenzaron cuando la cooperativa que representa a los trabajadores entregó la administración de La Clementina a la empresa Koval Managment, de capitales rusos.
Esta compañía no ha honrado la deuda con la CFN, advirtió Ordóñez. Ni tampoco ha repartido las ganancias entre los trabajadores, que son los dueños de la hacienda.
A eso se suma el rol cumplido por Miguel Macías, un antiguo funcionario de la propiedad desde la época en que le pertenecía a la familia Noboa.
Ordóñez contó que Macías hizo acercamientos con la directiva de los empleados. Según la funcionaria, él tiene empresas que son proveedores de Koval.
Además, registra compra de autos y propiedades de lujo, pese a que en 2016 solo pagó USD 216 por concepto de impuesto a la renta.
Por eso dijo que la Unidad de Análisis Financiero (UAF) actualmente elabora un informe que presentará a la Fiscalía.
Representante de extrabajadores
En la rueda de prensa de Ordóñez, que se realizó en la Gobernación del Guayas, estuvo Carlos Medina, representante de un grupo de extrabajadores de La Clementina.
Este abogado criticó la actuación de entidades públicas en torno a este caso. Señaló a la CFN por permitir tres refinanciamientos de la deuda.
También criticó al SRI por no hacer los controles sobre las actividades de Macías. “Sus familiares registran pagos por el impuesto de salida de divisas. Por allí sacan la plata”, dijo.
Lamentó que la Superintendencia de Economía Popular y Solidaria diera su visto bueno para cambiar los estatutos de la cooperativa que representa a los trabajadores.
Según Medina, un grupo de 30 dirigentes construyeron propiedades de lujo en La Unión (Los Ríos) donde está asentada la hacienda.
Incluso mencionó un delito ambiental porque “la administración se está comiendo un bosque protegido adyacente a la hacienda sin que el ministerio haga algo”.
Despedidos
De los 1.900 trabajadores que adquirieron la deuda, al menos 400 perdieron su trabajo por denunciar las irregularidades.
Medina dijo que su situación es grave porque no tienen fuentes de ingresos y debieron abandonar La Unión donde tenían vivienda, salud y educación, además que siguen endeudados.
Muchos de ellos fueron reintegrados cuando el caso se hizo público. Ordóñez mencionó que les construyeron una piscina y entregaron mesas de billar como compensación.
Ordóñez prometió que hará seguimiento al caso para que los trabajadores no sean perjudicados.
La Clementina tiene una extensión de 11.500 hectáreas y era la más atractiva de Corporación Noboa. Está a una hora de Babahoyo y produce especialmente banano.
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