Actualmente, las empresas no solo se preocupan por la rentabilidad económica, sino también por tener un propósito que les permita ser agentes de cambio en la sociedad.
De acuerdo a un estudio de Ipsos, a escala mundial, el 67% de consumidores elige marcas con base en la contribución que hacen a la sociedad. Por esta razón, que las empresas busquen un propósito se debe en gran medida a las exigencias de los clientes.
Juan Pablo Larenas, Chief Impact & Community Officer de Betterfly, menciona que la rentabilidad no es la única razón por la que una empresa debería tener un propósito. La convicción con este debe estar siempre presente, incluso cuando la coyuntura lo dificulte.
"El propósito incrementa la resiliencia de los equipos, genera confianza con los stakeholders, atraer mejor talento, genera buena reputación y hace que los clientes la prefieran”.
Empresas con propósito: una responsabilidad para todos
Es importante que los CEO de las empresas lideren el cambio social. De acuerdo a una encuesta de Edelman, el 64% de las personas a nivel mundial esperan que así sea.
Cortesía Betterfly
Tradicionalmente, se pensaba que era rol del gobierno o de las fundaciones resolver los retos públicos, sociales y ambientales. Sin embargo, Larenas afirma que el sector privado tiene el potencial más efectivo de generar un cambio.
Esto lo pueden lograr implementando modelos de negocio que ayuden a mejorar el mundo y que a la vez les permitan lograr una importante rentabilidad.
Herramientas para empresas con propósito
Empresas con propósito como Betterfly, utilizan su modelo de negocio y la tecnología como herramienta para generar un impacto positivo.
Es así que esta compañía proporciona una plataforma que recompensa los hábitos saludables de los colaboradores y clientes. Esto se traducen en donaciones a causas sociales y ambientales.
Cortesía Betterfly
“Los avances de la tecnología móvil y de wearables nos permiten acelerar la incorporación de buenos hábitos de manera exponencial".
A través de esta contribución, Betterfly construye una prosperidad compartida y sostenible para todos. Al igual que lo que hacen las más de 900 empresas B certificadas en América Latina y el Caribe. De ellas, 23 están en Ecuador.
Es así que el propósito en una empresa debe considerarse como activo que se administre proactivamente, con estrategia. Al hacerlo, se lo incluirá dentro de cada decisión que vaya a tomar el negocio, sin sentirlo como un sacrificio.
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