El alcalde de Quito, Pabel Muñoz, reconoce que el comercio informal que inunda las calles de Quito es un problema "grave y serio".
El comercio informal se suma a la larga lista de problemas que enfrentan las autoridades de Quito.
El alcalde Pabel Muñoz reconoce que se trata de un problema "grave y serio", pues el aumento de esta actividad se debe a "que tenemos el doble de la tasa de desempleo con relación al resto del país".
Agrega que, pese a que las autoridades de control realizan operativos y despejan las vías, los vendedores ambulantes regresan.
"No podemos tener desplegados 365 días del año en un solo barrio. Es un problema serio", insiste Muñoz.
Para el alcalde, eliminar esta actividad "no es cuestión de un chasquido de dedos".
"Estos vecinos salen a buscar comida a su casa de forma legítima. Prefiero lidiar como lo estamos haciendo, a tener un número mayor de gente haciendo delincuencia", señala.
Según el Alcalde, el Municipio ha concentrado sus esfuerzos para reducir el comercio informal en Calderón, Centro Histórico, Nueva Aurora, Cotocollao, Chillogallo, Comité del Pueblo, donde hay presencia importante de estos vendedores.
Durante su informe semanal del 11 de marzo de 2024, anunció que impulsará una depuración de los artículos del Código Municipal relacionados con este tema, ya que "muchas veces se contradicen", afirmó.
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