Un recorrido realizado por PRIMICIAS el 23 de abril constató que las calles de las tres parroquias están llenas de vendedores informales, de compradores y de vehículos.
Desde la expansión de la pandemia de coronavirus, el alcalde Jorge Yunda y el presidente Lenín Moreno advirtieron que algunos habitantes de Quito no cumplían con las medidas de aislamiento domiciliario ni con el distanciamiento social para evitar contagios.
Datos del Comité de Operaciones de Emergencia señalan que Chillogallo (53 casos), Guamaní (43 casos) y Quitumbe (29 casos) eran tres de las siete parroquias urbanas con mayor número de personas contagiadas en Quito.
Las tres están localizadas en el sur de la ciudad, mientras que Centro Histórico (48), Belisario Quevedo (53), Cotocollao (51) e Iñaquito (43) están ubicadas en el centro y norte de la ciudad.
Uno de los mayores problemas que hay entre Chillogallo, Guamaní y Quitumbe es su cercanía geográfica.
Esto incrementa la posibilidad de contagios y también lo hace el alto número de personas que circula por sus calles, pese a que la movilidad está restringida.
En Chillogallo, PRIMICIAS observó autos que circulaban sin respetar la restricción de número de placas. También había pequeños negocios abiertos, sin ninguna medida de bioseguridad.
Por parques y veredas se movían libremente deportistas y personas paseando con sus mascotas. La Policía se limitaba a hacer llamados por altavoz: "recordamos a la ciudadanía que debe hacer uso de la mascarilla para evitar sanciones".
Las calles de Chillogallo se veían llenas de vendedores ambulantes, quienes argumentan que necesitan el dinero que ganan día a día para sostener a sus familias.
Muchos dejaron de lado la venta de caramelos, cigarrillos y periódicos para ofrecer guantes y mascarillas.
Al ver la cámara de PRIMICIAS, uno de ellos gritó: "por tu culpa no podemos trabajar. La próxima vez que te veamos te rompemos los vidrios".
El paisaje es similar en Quitumbe y Guamaní: no hay distanciamiento social, las calles lucían llenas de gente y de vendedores.
Quitumbe es una las parroquias más activas del sur de Quito. La Plataforma Gubernamental de Desarrollo Social, los centros comerciales y decenas de conjuntos de vivienda están ubicados allí.
Los habitantes de Quitumbe transitaban por las calles a pesar de la emergencia sanitaria. Ciclistas recorrían las vías exclusivas del sistema de transporte público Ecovía, que no está funcionando desde el 17 de marzo por la emergencia sanitaria.
En esta parroquia, pequeños restaurantes ofrecían almuerzos sin exigir a sus clientes el uso de mascarillas y quienes viven en condominios sacaban la basura sin ninguna protección.
Mientras que en Guamaní, la parroquia urbana ubicada en el extremo sur de la ciudad, tampoco se respeta la restricción vehicular.
Autos, camionetas y camiones circulaban sin ser detenidos por los pocos agentes metropolitanos que verifican el uso de los salvoconductos para circular.
Limpiaparabrisas y vendedores ambulantes han vuelto a las calles de Guamaní, tras 37 días de cuarentena, en busca de dinero para sobrevivir.