El alcalde dijo, en la Sesión Solemne por la Fundación de Quito, que desde el inicio de su administración hubo personas y concejales interesados en que dejara el cargo.
Los concejales de Quito se mostraron molestos y sorprendidos por las declaraciones del alcalde Jorge Yunda durante la última Sesión Solemne por la Fundación de la ciudad, el 6 de diciembre.
Ese día, Yunda dijo que "a los primeros meses de mi administración, connotados ciudadanos ya estaban juntando firmas para mi destitución, para mi revocatoria". Y siguió: "alguna concejala o concejal no solo estaba con serrucho, sino con motosierra".
Estas últimas palabras no cayeron nada bien entre los concejales. Luz Elena Coloma, de Creo, dice no se siente aludida, pero que son "declaraciones desagradables que no aportan a la ciudad".
'Yo no tengo serrucho'
Para hacer notar su desaprobación, Coloma dice que apenas terminó la Sesión Solemne se acercó a Yunda para decirle: "señor alcalde, yo no tengo ningún serrucho", a lo que el alcalde respondió: "claro que no concejala, cómo se le ocurre".
A pesar de este cruce de palabras, Coloma cree que Yunda debería aclarar a quién se refería para evitar elucubraciones al interior del Concejo Municipal.
Este criterio es compartido por el jefe del bloque de Revolución Ciudadana, Luis Reina, quien dice que "el alcalde debe ser serio y decirle a Quito -con nombre y apellido- quiénes quieren sacarlo del puesto".
Bernardo Abad, concejal por la Izquierda Democrática (ID), refuta las palabras de Yunda con el Código de Reordenamiento Territorial (Cootad).
"El texto dice que si el alcalde dejara sus funciones, el vicealcalde (Santiago Guarderas) es quien asumiría el cargo".
Bernardo Abad
"El Cootad señala que la revocatoria del mandato se puede llevar a cabo después del primer año de haber empezado su gestión y un año antes de terminarla", dice Abad.
Los tres funcionarios concuerdan con que ningún concejal tiene interés de que Yunda deje el cargo y señalan que lo único que buscan es el bienestar de la ciudad.
Sin comentarios...
Desde el bloque de Yunda -Unión Ecuatoriana- nadie quiso opinar sobre el tema.
PRIMICIAS solicitó la versión del viceacalde Guarderas, también del movimiento Unión Ecuatoriana, pero su equipo de comunicación dijo que "no es un tema sobre el que deba pronunciarse".
El concejal René Bedón contestó una llamada telefónica, pero al pedirle su opinión sobre las declaraciones de Yunda, dijo que estaba por ingresar a una reunión urgente y que se comunicaría "en tres minutos". Hasta el cierre de esta edición no lo hizo ni contestó más llamadas.
La otra negativa fue de Marco Collahuazo. Su asistente señaló que se encontraba en una reunión hasta las 18:00 y que desconoce si brindará un pronunciamiento sobre lo que ocurrió en la Sesión Solemne.
¿Peligra la mayoría en el Concejo?
Días después de las movilizaciones de octubre, el alcalde Jorge Yunda separó a tres de sus funcionarios más cercanos: Danny Gaibor, exdirector de la Agencia Metropolitana de Tránsito; Marianella Irigoyen, quien estaba a cargo de la Secretaría de Ambiente; y Euclides Mantilla, exsecretario de Seguridad.
Esta decisión fue bien vista por concejales de CREO, Concertación y de la Izquierda Democrática, quienes le brindaron apoyo para que tuviera mayoría en el Concejo.
Sin embargo, esta mayoría puede verse afectada por las palabras que Yunda expresó el 6 de diciembre.
El concejal Bernardo Abad dice que "lo dicho por el alcalde es un error político que muestra debilidad en su gestión".
Abad agrega que la mayoría que Yunda alcanzó en el Concejo dependerá de su gestión en favor o no de la ciudad.
Luz Elena Coloma agrega que hay preocupación al interior del Concejo al no existir "una mayoría escrita en piedra", que brinde gobernabilidad para la ejecución de proyectos que necesita la ciudad.
Además, concuerda con Abad en que el alcalde mantendrá el apoyo si ejecuta proyectos que beneficien a Quito, aunque dice que debe mejorar su gestión para llegar a más acuerdos con los concejales, "cosa que hasta el momento no ha hecho".
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