El alcalde de Quito Jorge Yunda ha sido criticado por su falta de presencia a la hora de defender a la ciudad durante las últimas movilizaciones, en las que manifestantes causaron daños en el Centro Histórico patrimonial, intentaron invadir conjuntos residenciales y casi incendian dos medios de comunicación.
El primer paso que ha dado el alcalde Yunda para la rehabilitar su imagen y para posicionar una "nueva cara" en la capital del país fue solicitar la renuncia a sus 12 secretarios y a los 11 gerentes de las empresas municipales.
Tres de ellos ya dejaron sus cargos: Danny Gaibor, exdirector de la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT); Euclides Mantilla, quien presidía la Secretaría de Seguridad, y Marianella Irigoyen, que estaba a la cabeza de la Secretaría de Ambiente y quien señaló que su salida obedece a presiones políticas.
El concejal Eduardo del Pozo (del movimiento CREO) considera positivo que Mantilla y Gaibor hayan salido del municipio porque "durante las movilizaciones parecía que las dos instituciones no existían. No ayudaron a controlar y ordenar el caos que había".
Con esta visión concuerda el concejal Bernardo Abad (de la Izquierda Democrática), quien dice que "hubo instituciones y funcionarios que claramente fueron identificados con movimientos y partidos políticos que participaron en la agresión a Quito".
Es por eso que considera que otros funcionarios también deben salir porque no han actuado de acuerdo con las necesidades de la ciudad.
Aunque no se atreve a decir nombres, espera que la depuración ayude a que el alcalde priorice las necesidades de Quito en lugar de una agenda política partidista.
Estas críticas apuntan, sobre todo, a movimientos vinculados con el expresidente Rafael Correa, con el que Yunda mantuvo cercanía.
Yunda incluso llegó a la Asamblea como legislador del bloque Alianza País, antes de que Correa rompiera relaciones con el actual presidente Lenín Moreno.
Para la concejala Luz Elena Coloma (CREO), "la oxigenación del gabinete ayudará a que el alcalde sea el líder que la ciudad necesita porque aún hay dudas de que algunos de sus colaboradores participaron en las movilizaciones".
Coloma también explica que el 21% de los votos con el que Yunda ganó la Alcaldía le ha impedido satisfacer las aspiraciones del 79% que no confió en él.
"Se ha dedicado a cumplir con sus electores y no necesariamente con lo que la ciudad requiere", agrega Coloma.
Los tres concejales esperan que los nuevos funcionarios y la visión del alcalde estén enmarcadas en el beneficio de la ciudad, sin agendas políticas personales ni partidistas.
Tareas pendientes
La política tarifaria del transporte público, la productividad y la seguridad son algunos de los temas que Yunda no ha logrado solucionar.
El concejal Eduardo del Pozo dice que se trata de temas importantes para la ciudad y que hasta el momento no se han discutido o no se han implementado.
Por ejemplo, la Secretaría de Movilidad, presidida por Guillermo Abad, aún no ha enviado al Concejo Metropolitano una propuesta concreta sobre el valor del pasaje del transporte urbano en Quito.
"No hay políticas claras para mejorar la productividad de las empresas que operan en la ciudad".
Eduardo del Pozo, concejal
Tampoco cree que exista un modelo de seguridad que permita disminuir los índices de delincuencia.
Juan Manuel Carrión, concejal por Concertación, se queja de las tareas que ha realizado la Secretaría de Ambiente, que se encuentra acéfala tras la salida de Marianella Irigoyen.
Carrión aduce que en los cinco meses de la administración de Yunda no se han creado políticas públicas orientadas a disminuir los índices de contaminación ni a controlar la actividad industrial.
Yunda ha dicho que estudiará perfiles técnicos para sustituir a Euclides Mantilla e Irigoyen.
Con relación a la Agencia Metropolitana de Tránsito, el abogado Juan Manuel Aguirre reemplazó a Gaibor desde el 22 de octubre.
También le puede interesar:
Lo último