En los hospitales se observa un aumento de jóvenes que requieren atención médica urgente, tras presentar complicaciones respiratorias.
Los jóvenes y los adultos jóvenes se han convertido en el grupo etario con mayor vulnerabilidad frente al coronavirus.
Un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) revela que esto es más evidente en Latinoamérica.
En esta región, las personas de entre 20 y 49 años tienen más riesgo de morir o de enfermarse gravemente de Covid-19, frente a quienes tienen su misma edad, pero que viven en países desarrollados, dice el documento.
¿Por qué? El hacinamiento, las enfermedades preexistentes, una mayor exposición al virus y el limitado acceso al sistema de salud.
Según el reporte oficial del 4 de febrero de 2021, en Ecuador el 60,7% de los contagios ya se concentra en personas cuya edad va entre los 20 y los 49 años.
Una cifra que ha venido creciendo tomando en cuenta que entre junio y finales de septiembre de 2020 el porcentaje fue menor al 60%: se ubicó entre el 55% y el 58%, según el Ministerio de Salud.
El epidemiólogo Mauricio Espinel dice que las personas cuyas edades están entre 20 y 49 años son, en teoría, quienes salen de casa para trabajar y sostener económicamente a sus familias.
"Esta necesidad de dejar el hogar los vuelve vulnerables. Es por eso que cada día hay más personas jóvenes que llegan a los hospitales con sus pulmones totalmente dañados".
Espinel advierte que tampoco hay que olvidar las nuevas variantes del coronavirus. "Son mucho más contagiosas y se propagan rápidamente. Esto podría afectar a quienes están más expuestos".
Un estudio del departamento de Muskoka (Canadá) revela que un segundo sin mascarilla es suficiente para que una persona contraiga la variante británica del coronavirus.
Más hospitalizaciones
El estudio del Banco Interamericano de Desarrollo revela que los jóvenes y adultos jóvenes latinoamericanos son quienes más mueren por Covid-19.
Y cita el caso de Colombia. En ese país, 30 de cada 100 muertes por coronavirus corresponde a personas menores de 60 años. Mientras que en países desarrollados, la cifra se reduce a 12 de cada 100.
En Ecuador, el número de personas de entre 20 y 49 años que han fallecido con un diagnóstico confirmado de Covid-19, desde el inicio de la pandemia, aún es muy inferior con relación a las personas mayores de 65 años.
Lo preocupante para los médicos ecuatorianos es que, en las últimas semanas, se registra un aumento de pacientes jóvenes que requieren cuidados intensivos en los hospitales.
Sofía Espinoza tiene 35 años y estuvo internada en la unidad de cuidados intensivos en el hospital Quito Sur, a inicios de 2021. El Covid-19 dañó el 60% de sus pulmones.
"Fue una pesadilla. Al inicio tuve fiebre y dolor muscular, pero en pocos días ya no pude respirar y tuve que ir de emergencia al hospital", recuerda.
Espinoza permaneció 17 días hospitalizada hasta que superó la enfermedad. Ahora acude a terapias respiratorias para completar su recuperación.
En el hospital Quito Sur hay días en los que más de 20 jóvenes esperan una cama de cuidados intensivos.
Desde enero de 2021 el sistema hospitalario ha soportado una gran cantidad de personas internadas. El 25 de enero, por ejemplo, 1.364 personas estuvieron hospitalizadas. Se trata de una de las cifras más altas durante la pandemia.
El internista Esteban Villacís dice que el número de fallecidos jóvenes puede crecer en los próximos meses y "más aún si el plan de vacunación del Gobierno no se aplica rápidamente".
Vacunación inversa
Indonesia es uno de los países del sur de Asia más afectados por el coronavirus. El aumento de los contagios y de las muertes que deja el Covid-19 en los más jóvenes llevó a que el Gobierno inicie la vacunación en este grupo poblacional.
El ministro de Salud de ese país, Budi Gunadi Sadikin, defendió la estrategia al decir que "hay que proteger a aquellos que tienen más probabilidades de contagiarse y transmitirlo. Nos estamos centrando en la gente cuyo trabajo le obliga a ver a muchas personas, como conductores de motocicleta, policías y otros".
Otros países, como Bélgica y Reino Unido, también analizan esta posibilidad. Incluso se plantean inmunizar a personas menores de 18 años.
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