Viernes, 19 de abril de 2024

En Guayaquil llevan semanas buscando a sus muertos

Autor:

Allen Panchana Macay

Actualizada:

18 Abr 2020 - 0:05

Hay familias que han pasado las últimas tres semanas tratando de localizar los restos de sus seres queridos. Los reportes preliminares de las autoridades estiman faltan por sepultar al menos 600 fallecidos.

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Autor: Allen Panchana Macay

Actualizada:

18 Abr 2020 - 0:05

Un hombre mira una tumba en el cementerio Ángel María Canales, en Guayaquil, el 15 de abril de 2020. - Foto: API

Hay familias que han pasado las últimas tres semanas tratando de localizar los restos de sus seres queridos. Los reportes preliminares de las autoridades estiman faltan por sepultar al menos 600 fallecidos.

La crisis funeraria de la provincia de Guayas, particularmente en la ciudad de Guayaquil donde llegaron a acumularse hasta 650 cadáveres en casas y morgues hospitalarias, se ha solucionado en su primera fase: la recolección de los cuerpos.

La segunda fase, que es “dar un entierro gratuito, digno y unipersonal”, ofrecida por el Gobierno de Lenín Moreno en medio de la emergencia del Covid-19 aún no se ha completado. 

“No sabemos dónde está”. Muerde la frase, entre lágrimas, Miriam Villegas y se refiere a su padre, Cleocano Villegas, quien murió el 22 de marzo.

El 27 de marzo de 2020 el cuerpo de Villegas fue retirado de su modesta vivienda de ladrillo y zinc en el suburbio de Guayaquil. 

“Mi padre tenía 94 años. Todavía muy lúcido y andaba por sus propios medios. Tenía una condición cardíaca, aunque luego se nos informó que murió por una deficiencia respiratoria aguda”, relata su hija. 

Lo que ella y los familiares de Cleocano Villegas desean es saber dónde está. Para llevarle flores al cementerio, para honrar la memoria “de un hombre vital y risueño. Nosotros, los hijos y nietos, tenemos derecho a saber dónde ha sido enterrado”, agrega. 

Las quejas se replican. Al otro lado de la ciudad, en el barrio Juan Montalvo, en el extremo norte de Guayaquil, la familia Molina tiene una profunda desazón. Hicieron el levantamiento del cadáver de su patriarca, don José Antonio Molina Campoverde, de 67 años, el pasado 4 de abril.

“Y no nos dicen dónde encontrar a mi padre”, repite José, su primogénito. Acompañado de su hermana menor, Mayra. Ambos aseguran que han tratado de averiguar de todas las formas posibles dónde se encuentran sus restos. 

La web para ubicar la última morada

“Llamamos a la Gobernación, a la Fuerza de Tarea, a los cementerios, y por último, acudimos a la página de Internet. Y no tenemos certezas”.

Los hermanos se refieren al sitio web https://coronavirusecuador.com/fallecidos/, que fue habilitado por el Gobierno. Allí reposa el detalle de la última morada de quienes han fallecido durante esta emergencia y ya han sido inhumados (otros siguen el proceso). 

Constan básicamente cuatro datos: cédula, nombre, el cementerio y el número de nicho sepulcral. 

El jefe de la Fuerza de Tarea, Jorge Wated Reshuan, ha reiterado que los deudos tendrán un lugar para honrar a sus familiares. “De ninguna manera se han hecho fosas comunes. Se ha cumplido la orden del Presidente de la República de los entierros unipersonales”. 

Este escuadrón funerario -integrado por policías, militares y agentes municipales y de tránsito- opera desde la última semana de marzo. Ha logrado retirar cadáveres de viviendas y hospitales y entregar certificados de defunción de 2.200 personas hasta el 16 de abril. 

La Fuerza de Tarea, en la primera semana de abril, redujo los trámites para obtener el certificado de defunción (de ocho documentos a uno) y para hacerlo online; sin embargo, tuvo que descartar la cremación como requisito porque no hay capacidad en los cementerios para ello.

La entidad también tuvo que conseguir 2.000 espacios para entierros unipersonales y gratuitos y poner a operar cinco morgues móviles. 

El sábado 4 de abril el régimen habilitó un número celular único para la recolección de víctimas mortales y así descongestionar los números de emergencias 911 y 171 (este último creado para afrontar inicialmente la pandemia).

En menos de ocho horas, por ejemplo, la ciudadanía ha reportado -en los días más complejos- hasta 140 personas fallecidas cuyos cuerpos reposan en sus viviendas. 

Wated: “cero fallecidos pendientes” 

Este 15 de abril, el jefe del escuadrón funerario agradeció al presidente Lenín Moreno por encargarle la misión, “por darme la oportunidad de servir a mi ciudad y al país. Estamos con cero fallecidos pendientes y siguen avanzando los sepultamientos en el Campo Eterno de la forma digna como usted lo instruyó”. 

Wated hace alusión al pedido del Ejecutivo del 29 de marzo: el “levantamiento de cuerpos de las viviendas en Guayas, con el propósito de brindarles una sepultura digna, gratuita y unipersonal; acorde al dolor de sus seres queridos”.  

Los 2.000 espacios conseguidos están ubicados en los cementerios Jardines de la Esperanza (al norte de Guayaquil), Campo Eterno (en Pascuales) y Parque de la Paz (en La Aurora, Daule). 

Wated también ha explicado este viernes 17 de abril que las morgues las manejan los hospitales. “Ellos nos entregan, con carta de responsabilidad, a los fallecidos”.

Luego de ello comienza el trámite para determinar dónde se hacen las inhumaciones. Por ejemplo, los cuerpos entregados por el sistema de salud pública del Ministerio son destinados al Campo Eterno de Pascuales (parroquia urbana al norte de Guayaquil).

Quienes son derivados de las morgues del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) son enviados al Parque de la Paz (La Aurora, Daule). 

Para ayudar en este drama funerario, el Gobierno anunció el 17 de abril que habilitaría un número telefónico para explicar destino de las víctimas mortales a los cientos de familiares que no tienen todavía los datos de su paradero. 

Dos nuevos cementerios 

En las calles 38 y la F, en pleno corazón del suburbio de Guayaquil, el Municipio avanza ya en un 60% con las obras para 4.500 tumbas en el cementerio Ángel María Canals.

Según el Director de Planificación, Gino Mora, se cavaron espacios unipersonales en tierra y con las condiciones técnicas adecuadas. 

Y el segundo cementerio bajo administración municipal que comenzó a levantarse está en el sector de Monte Sinaí, noroeste de Guayaquil, con capacidad para 5.700 tumbas.