Viernes, 26 de abril de 2024

Aumento de la desnutrición infantil, una de las secuelas de la pandemia

Autor:

Jonathan Machado

Actualizada:

2 Abr 2022 - 0:05

Las autoridades ecuatorianas reconocen que la desnutrición infantil podría aumentar debido a la pandemia, y prevén que llegue al 30% en los próximos meses.

Dos personas en situción de mendicidad en las calles de Quitlo, el 30 de diciembre de 2021.

Autor: Jonathan Machado

Actualizada:

2 Abr 2022 - 0:05

Dos personas en situción de mendicidad en las calles de Quito, el 30 de diciembre de 2021. - Foto: API

Las autoridades ecuatorianas reconocen que la desnutrición infantil podría aumentar debido a la pandemia, y prevén que llegue al 30% en los próximos meses.

Las familias de los sectores más vulnerables del país sienten con mayor fuerza las secuelas de la pandemia de Covid-19. Así lo ratifica la última encuesta Encovid del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), publicada en marzo de 2022 y en la que participaron más de 1.800 hogares del país.

Uno de los principales resultados del estudio es la dificultad de las familias para acceder a alimentos.

Según el documento, la mitad de los hogares encuestados reconoce que desde los primeros meses de la pandemia en 2020 ha sido difícil conseguir comida. La situación se agudiza entre quienes perdieron su empleo.

Ese porcentaje, sin embargo, se incrementa al 80% en las familias de nivel socioeconómico bajo en las que viven niños y adolescentes.

La preocupación de Unicef aumenta porque "la inseguridad alimentaria en el país no disminuye y se mantiene en el 50%".

El titular de la Secretaría Ecuador Crece Sin Desnutrición Infantil, Erwin Ronquillo, reconoce que la crisis derivada de la pandemia del Covid-19 ocasionará que la desnutrición infantil aumente.

Estima que la cifra pasará del 27% a mínimo el 30% durante los próximos meses, lo que mantendría a Ecuador como el segundo país de la región con la tasa de desnutrición más alta, solo por detrás de Guatemala.

Un problema estructural 

Ronquillo insiste en que el problema de la desnutrición infantil no se reduce a la mala alimentación, sino que se trata de un problema estructural en el que influyen aspectos como la pobreza, el desempleo, la desigualdad y hasta la formación académica de los padres.

Señala que el Gobierno sigue trabajando en un plan para reducir la desnutrición crónica infantil con varias estrategias:

  • Controles médicos a madres embarazadas.
  • Vacunación del esquema regular en niños menores de cinco años.
  • Seguimiento médico a niños hasta los cinco años.
  • Dotación de agua potable a sectores vulnerables.

Lo que sigue en suspenso es la entrega del bono de USD 70 que el ministro de Inclusión Social, Esteban Bernal, anunció en diciembre de 2021.

En aquella fecha, el funcionario dijo que alrededor de 85.000 mujeres embarazadas serían las beneficiarias. El Gobierno aún trabaja en la definición del monto que, con lo anunciado, significaba una inversión de USD 67 millones anuales.

¿Cómo sobreviven los hogares?

El estudio de la Unicef señala que el 57% de los 1.800 hogares encuestados se vieron obligados a pedir préstamos para poder comer. Pidieron a sus amigos o familiares con el objetivo de no pagar intereses o que sean bajos.

A esta se suman que dejaron de comprar ciertos medicamentos, otros no pagaron el arriendo, los servicios básicos o algunas deudas.

La organización agrega que "la migración interna y externa, principalmente entre los hogares con niños, se mantiene como una opción para sortear la crisis".

Esta última alternativa sigue latente en el 42% de los hogares que participaron en el estudio, pues temen que en los próximos tres meses puedan quedarse sin empleo.

No todo está mal

La encuesta Encovid de Unicef reconoce que, con el actual Gobierno, más personas en situación de pobreza han accedido a ayudas económicas.

"Casi cuatro de cada 10 hogares con niños recibieron apoyo de programas sociales como el Bono de Emergencia o el Bono de Desarrollo Humano entre 2021 y 2022, cerca del doble del primer año de la pandemia", sostiene el reporte.

En esta misma línea, la publicación dice que el porcentaje de niños que accedieron a servicios públicos de desarrollo infantil y de educación inicial pasó del 30% a 38% entre febrero de 2020 y el mismo mes de 2022.