Viernes, 29 de marzo de 2024

Matrimonio igualitario: el 51% de los ecuatorianos lo rechaza firmemente

Autor:

Karla Pesantes

Actualizada:

29 Jun 2019 - 0:05

Autor: Karla Pesantes

Actualizada:

29 Jun 2019 - 0:05

Miembros de la comunidad LGTBI llegaron a la Corte Constitucional. Archivo - Foto: Jonathan Machado / Primicias

El informe del Barómetro de las Américas encuestó a más de cuatro mil personas de 51 cantones, desde 2010. El reporte es un retrato de la homofobia y desaprobación a los grupos GLBTI en el país, según la edad, religión e ingresos.

La aprobación del matrimonio igualitario, el 12 de junio, en la Corte Constitucional fue para los colectivos GLBTI el reconocimiento de sus derechos, para amplios sectores de la sociedad fue un paso hacia la tolerancia y la inclusión. Pero Ecuador, no deja de ser una sociedad conservadora en la que "el amor multicolor" aun genera resistencias.

Esa división se escenificará hoy, sábado 29 de junio, en las calles de Quito y Guayaquil. En varias ciudades del país, los grupos de gays, lesbianas, trans festejarán el Día del Orgullo Gay y el matrimonio igualitario. En el puerto principal, el Consejo de Resistencia en favor de la Vida y la Familia marchará en defensa del "matrimonio original".

Las cifras también reflejan esas posiciones diversas. Mientras más años tienen los ecuatorianos, menos aprueban del matrimonio igualitario. Los más jóvenes, de las generaciones Millennial y Centennial, tienden a aprobar este derecho de las personas GLBTI. 

Este fue el hallazgo más importante del informe “Desaprobación del Matrimonio Igualitario en Ecuador”, realizado entre el Barómetro de las Américas y el proyecto Opinión Pública para América Latina (Lapoo), con apoyo de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid). 

En el país, según Lapop, la percepción sobre el matrimonio igualitario se mueve entre los extremos: el 51% lo rechaza y solo el 23% lo aprueba, en algún grado. 

Choque de generaciones

La edad, dice Daniel Montalvo, es el factor principal para que los ecuatorianos se inclinen a favor o en contra del matrimonio igualitario. Él es PhD y director de operaciones de la investigación de Lapop.

“Una de las conclusiones es que las nuevas generaciones son más tolerantes con el matrimonio GLBTI”, dice a PRIMICIAS. Los ecuatorianos que nacieron entre 1928 y 1945 son los que más rechazan la idea de que dos personas del mismo sexo se casen. 

“Jamás permitiría que mi hijo o mi hija se case con alguien de su mismo sexo. La familia siempre ha sido una sola, papá y mamá”,

Enrique Ortiz, de 71 años. 

Por el contrario, la desaprobación del matrimonio igualitario desciende entre los Millennials o Generación Y (aquellos nacidos a partir de 1981) y entre los más jóvenes de la Generación Z (nacido en el siglo XXI). 

“Todos merecemos amor y poder casarnos con quien amemos sin importar la orientación sexual”,

Giuliana Romero, de 18 años. 

Si bien la desaprobación absoluta es menor entre millennials y la generación Z, en ninguno de los casos supera el 50%.

Los ecuatorianos de la generación X, entre 40 a 50 años, parecen estar divididos: un poco más de la mitad desaprueba el matrimonio igualitario.

“Solo es cuestión de tiempo”, dice Montalvo. A medida que Ecuador tenga más ciudadanos de la generación Y o Z, la aprobación aumentará, asegura el experto.

Religión e ingresos, ¿dónde quedan? 

Tras la sentencia de la Corte Constitucional sobre el matrimonio igualitario, las calles de Quito y Guayaquil se han llenado de marchas de católicos y evangélicos. Ellos rechazan lo que consideran es un atentado contra la “familia natural y la procreación”.

Así, según el Barómetro de las Américas:

  • El 60,6% de evangélicos desaprueba firmemente el matrimonio GLBTI.
  • El 31,9% de católicos comparte esta misma desaprobación. 
  • El rechazo se intensifica a medida que la religión se torna más importante en la vida de los individuos”, señala el estudio.

Otro factor medido en la encuesta es el nivel de ingresos:

  • El 44,7% de las personas con ingresos bajo está firmemente en contra.
  • El 27,9% de quienes tienen recursos económicos estables se oponen. 
  • Esto puede ser analizado de varias formas: quienes tienen más ingresos acceden a educación superior o de cuarto nivel, viajan más y conocen otras culturas. Estos factores los vuelven más tolerantes.