Con carteles y pitos, decenas de pacientes renales bloquearon parcialmente una vía en el sur de Quito, donde funciona un centro de diálisis.
"Sin diálisis, no podemos vivir" decía uno de los carteles presentes en una protesta pacífica en el sur de Quito, donde decenas de pacientes renales piden que el Estado cumpla con las deudas a los centros de diálisis.
La manifestación bloqueó parcialmente una parte de la vía en la capital, cercana al centro de diálisis 'Contigo', que demanda pagos atrasados al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS).
Con pitos, bocinas y carteles, los pacientes, que dependen del tratamiento de diálisis para vivir, pidieron al IESS que cumplan con los valores impagos a las clínicas privadas.
En marzo de 2024, según la Asociación de Clínicas y Hospitales Privados del Ecuador (Achpe), el Seguro Social hizo "unos pagos mínimos" de hasta USD 200.000 a unos cuantos centros de diálisis, cuando la deuda total ascendería a USD 4 millones.
"El IESS nos pidió facturas para pagar algo de la deuda esta o la otra semana, pero no hay nada concreto", dijo en su momento la directora de Achpe, Ana Delgado.
La falta de pago a los centros de diálisis, clínicas privadas y otros prestadores de salud sigue complicando a los pacientes, puesto que las entidades han suspendido la atención o no cuentan con los insumos necesarios.
La vocera de las clínicas privadas señaló que al menos 12 entidades dejaron de recibir a pacientes derivados del IESS.
En el caso de los pacientes con insuficiencia renal, la diálisis es un proceso clave para continuar con sus actividades diarias, a menos que pueda recibir un trasplante de riñón.
Como tratamiento, la diálisis consiste en depurar la sangre cuando los riñones no son capaces de hacerlo, y ayuda al organismo a eliminar los desechos y el exceso de líquido de la sangre.
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