El ausentismo laboral ocasiona que los pacientes de hospitales públicos dejen de percibir cerca de USD 7,5 millones anuales, según el Ministerio de Salud.
Abel Torres tiene 49 años, sufre de diabetes desde que cumplió 38 años y no cuenta con un empleo formal. Para satisfacer las necesidades de su familia recorre las calles del sur de Quito vendiendo café y empanadas.
Los pocos ingresos que le deja esta actividad no le alcanzan para pagar la afiliación voluntaria al Seguro Social, mucho menos para un seguro privado. Acude al sistema público para evitar que la diabetes lo deje ciego.
Muchas veces no puede trabajar, pues el hospital en el que recibe atención no siempre le entrega el tratamiento que necesita para seguir adelante.
Según el Ministerio de Salud, los hospitales públicos del país disponen apenas del 52% de los medicamentos que deberían tener y del 65% de los dispositivos e insumos médicos con los que deberían contar.
Este desabastecimiento no solo tiene implicaciones en la salud de los pacientes, sino también en su economía, dice la entidad, pues no pueden recuperarse normalmente y permanecen incapacitados más tiempo que los pacientes que sí reciben sus medicinas.
"Para estimar la pérdida de productividad por el desabastecimiento de medicamentos en establecimientos del Ministerio de Salud se considera un ausentismo laboral promedio de 13 días anuales por cada paciente", explica el ministerio.
Y agrega que en total "se estiman 376.862 días perdidos con un costo de USD 7,5 millones que los hogares dejan de percibir por la falta de medicamentos".
La autoridad sanitaria recalca que si el desabastecimiento continúa, las pérdidas para los pacientes y para la economía del país podrían superar los USD 4.000 millones.
¿Desde cuándo?
Un informe del Ministerio de Salud, publicado en agosto de 2021, dice que los niveles de abastecimiento de medicamentos e insumos médicos en los hospitales públicos empezaron a caer en 2018.
Ese año, las instituciones de salud contaban con el 93% de las medicinas necesarias para sus pacientes. En 2019, la cifra descendió al 88%, mientras que en 2020 cayó a 69%.
La época más crítica llegó en 2021, con apenas el 52% de abastecimiento.
El Ministerio de Salud dice que la falta de medicinas se debe a la paralización de los procesos de compras que se concentraron solo en adquirir medicamentos para el tratamiento del Covid-19.
Algo similar ocurre con los dispositivos e insumos médicos. Entre 2018 y 2021, el porcentaje de abastecimiento cayó del 86% al 65%.
El Ministerio de Salud explica que la crisis por la que atraviesa el sistema sanitario se origina, sobre todo, en la reducción presupuestaria que han sufrido las partidas para la compra de medicamentos e insumos.
En el primer caso, el presupuesto asignado en 2018 fue de USD 352,6 millones, mientras que en 2021 cayó a USD 117 millones. Eso significa una disminución del 77%.
Pero al comparar el presupuesto codificado, es decir, el que se ajusta durante el año, los rubros muestran una caída del 30% en el mismo período.
Con los dispositivos médicos pasa algo parecido. En 2018, el presupuesto asignado fue de USD 241 millones, mientras que para 2021 el monto cayó un 14% a USD 209 millones. El presupuesto codificado de 2021 fue un 32% menor que en 2018.
Para solucionar este problema, el Ministerio de Salud declaró en emergencia a 135 hospitales que están bajo su administración.
La intención de la entidad era adquirir 123 tipos de medicamentos que se utilizan para el tratamiento de enfermedades con alto riesgo de mortalidad o para evitar complicaciones severas, además de 745 dispositivos para entregarlos a los hospitales desde el 24 de agosto de 2021.
Sin embargo, la ministra de Salud, Ximena Garzón, reconoció que hubo problemas en los procesos de compra.
Hay "40 medicamentos que recibieron una sola oferta. Volvimos a sacar el concurso para tener más ofertas", explicó la ministra.
El Ministerio de Salud espera contar con los 123 tipos de medicamentos y 745 tipos de insumos hasta el 10 de septiembre para entregarlos a los 135 hospitales.
Y apunta a lograr un abastecimiento del 90% de todos las medicinas y dispositivos médicos durante los próximos cuatro años.
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