Viernes, 26 de abril de 2024

Seis ríos de Quito presentan problemas de contaminación

Autor:

Jonathan Machado

Actualizada:

13 Feb 2020 - 0:05

ríos contaminación

Autor: Jonathan Machado

Actualizada:

13 Feb 2020 - 0:05

Un grupo de personas realiza monitoreos de sobre la contaminación del río Machángara, en 2020. - Foto: cortesía Municipio de Quito

La falta de plantas de tratamiento de aguas servidas es una de las principales causas de este problema, según la Secretaría de Ambiente.

Los ríos Machángara, Guayllabamba, Monjas, San Pedro, Santa Clara y Pita son seis de los más importantes que cruzan a través del cantón Quito y que tienen altos niveles de contaminación.

Valeria Díaz, directora de la Red de Monitoreo de la Secretaría de Ambiente de Quito, dice que las descargas de aguas servidas, la presencia de cobre, de grasas y de aceites y detergentes son los principales causantes de contaminación. Muchos de esos desperdicios terminan en los ríos y quebradas, explica.

La Secretaría de Ambiente señala que, para que el agua de un río sea calificada con buenos criterios de calidad debe contener un máximo 0,3 miligramos por cada litro (mg/L) de grasas o aceites.

En el último reporte de la entidad, esas cifras están muy lejos de lo ideal, más bien se hallan en niveles preocupantes. El Machángara, por ejemplo, presenta 12,8 miligramos por litro, el río Monjas 16 mg/L y el Guayllabamba 10,5 mg/L.

La cantidad máxima de cobre permitida es 0,005 mg/l para la preservación de vida acuática y silvestre, pero todos presentan niveles muchísimo más altos, que alcanzan o bordean los 0,10 miligramos por litro.

Los ríos Machángara y Monjas también presentan altos niveles de desperdicios de productos de limpieza, como detergentes.

El máximo permitido es de 0,5 mg/L, mientras que los dos ríos superan los 2 mg/L.

Para el ingeniero ambiental Robinson González otros factores que producen esta contaminación son los pesticidas, la basura y las aguas industriales, que no son medidos por la Secretaría de Ambiente.

El río San Pedro también está contaminado.

El río San Pedro también está contaminado. cortesía

A estos se suma la presencia de virus y bacterias perjudiciales para la vida animal y vegetal, y que provocan alteraciones en los microsistemas.

Carlos Páez, director del Centro de Investigación y Control Ambiental de la Escuela Politécnica Nacional, explica que "en los ríos se descargan las aguas servidas domésticas y las utilizadas en comercios e industrias sin ningún tratamiento previo, lo que degrada la calidad de sus aguas".

Quito solo cuenta con una planta de tratamiento de aguas servidas en el sector de Quitumbe, en el sur de la ciudad, donde se tratan unos 10 litros de agua por segundo, lo que equivale a las aguas servidas de unas 70.000 personas.

González dice que esa planta descontamina una "pequeña cantidad del agua, pero claramente es insuficiente para toda la ciudad, que ha experimentado un crecimiento poblacional importante en los últimos años".

Páez dice que esa planta es un pequeña solución al "gran problema que afrontan los ríos cada día, ya que no existe una política integral para lograr su descontaminación".

10 años de retraso

Valeria Díaz, directora de la Red de Monitoreo de la Secretaría de Ambiente de Quito, dice que la ciudad tiene un retraso de 10 años en la construcción de plantas de tratamiento y de colectores que mitiguen la contaminación de los ríos y quebradas.

Este trabajo está a cargo de la Empresa Metropolitana de Agua Potable, que anunció la construcción del proyecto Vindobona en 2019, con el que se busca acelerar el proceso de descontaminación de los ríos de Quito.

Sin embargo, aún se desconoce la fecha en la que el proyecto empezará a funcionar, a pesar de que su construcción debería empezar este año con una inversión inicial de USD 63 millones.

La primera fase del proyecto consiste en la construcción de un túnel que irá desde La Tola hasta El Batán, por donde circularán las aguas servidas.

El ingeniero ambiental Robinson González dice que la construcción y mantenimiento de plantas de tratamiento de aguas servidas representa una inversión millonaria; pero, "dadas las circunstancias actuales constituye una urgencia".

Carlos Paéz, director del Centro de Investigación y Control Ambiental de la Escuela Politécnica Nacional, espera que el Municipio no siga ignorando a los ríos de la ciudad, que cada día están más contaminados.

PRIMICIAS buscó la versión de la Empresa Metropolitana de Agua Potable, pero no logró obtener una respuesta.