Jueves, 25 de abril de 2024

Landon-018, el primer 'chip' moderno hecho en Ecuador

Autor:

Karla Pesantes

Actualizada:

9 Ago 2022 - 0:05

Un equipo de profesionales ecuatorianos diseñó el primer semiconductor de 180 nanómetros del país. Fue concebido en Quito, fabricado en Bélgica y será probado en Israel.

Autor: Karla Pesantes

Actualizada:

9 Ago 2022 - 0:05

Varios de los alumnos que diseñaron el primer chip moderno de 180 nanómetros del país. - Foto: Cortesía USFQ

Un equipo de profesionales ecuatorianos diseñó el primer semiconductor de 180 nanómetros del país. Fue concebido en Quito, fabricado en Bélgica y será probado en Israel.

La escasez de semiconductores empezó en 2020, tras el cierre de varias fábricas y problemas logísticos a causa de la pandemia de Covid-19. 

Luego recibió un impulso a finales de ese año con el auge de la demanda de equipos electrónicos y de vehículos. 

Y según la consultora IDC, esta escasez continuará hasta al menos 2023, pero ahora las limitaciones son otras: falta de suministros, de mano de obra y crisis geopolítica. 

En medio de este panorama, Ecuador se apunta en la carrera del diseño de semiconductores. Un grupo de cinco estudiantes y cinco investigadores de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ) diseñó el primer chip moderno del país. Lo llamaron Landon-018, en honor al dragón mitológico de 100 cabezas de la mitología griega 

Tras seis meses de trabajo, crearon este semiconductor de 180 nanómetros con la tecnología CMOS. El costo del prototipo fue de USD 20.000, solventado con fondos de Electron Device Society. 

Según el profesor Luis Miguel Procel de la USFQ, usar esta tecnología en Ecuador es un salto cualitativo. 

El CMOS es un elemento semiconductor empleado en muchos computadores modernos y otros dispositivos electrónicos. 

“Sabemos que la Escuela Politécnica Nacional hizo un amplificador operacional en los 90, pero con tecnología antigua”, dice Procel. 

Para diseñar el chip, la USFQ accedió a un software específico que se logró conseguir tras varios años de negociaciones. También hizo un convenio con el fabricante de la tecnología de 180 nanómetros, la empresa taiwanesa TSMC. 

¿Qué puede hacer el chip?

El profesor y director del Instituto de Micro y Nanoelectrónica de la USFQ, Ramiro Taco, fue el jefe del proyecto. 

Desde Italia, Taco explica a PRIMICIAS que el semiconductor creado en Quito utiliza una tecnología ampliamente usada en los equipos electrónicos. “No todos los dispositivos necesitan semiconductores de cinco nanómetros o de 16”. 

Estos chips más pequeños se encuentran en móviles, computadoras personales y otros ‘gadgets’ del mundo digital. 

Pero, en el caso de circuitos integrados para sensores y otras aplicaciones del Internet de las Cosas (IoT), los chips de 180 nanómetros son los más requeridos. 

“Las aplicaciones de IoT necesitan portabilidad y bajo consumo de energía”, añade Taco. 

El primer ‘chip ecuatoriano’ puede por ejemplo conectarse a una celda solar, o habilitar sensores para medir la temperatura de agua en la industria agrícola o acuícola. 

Ecuador y el mercado de las ‘fabless’

Otro factor que ha empujado la crisis de semiconductores es la tensión geopolítica entre China y Taiwán. Este último país acapara más del 50% de la fabricación de semiconductores en el mundo. 

Taiwán no solo produce los chips, también los diseña y tiene hasta el 40% de ‘fabless’, es decir, empresas que desarrollan el producto, pero no los fabrican. 

A eso apuntan las investigaciones de Procel, Taco y sus estudiantes: insertar a Ecuador en este mercado de ‘fabless’. 

Según la consultora Gartner, los ingresos mundiales del mercado de semiconductores aumentaron un 25% en 2021, superando por primera vez los USD 500.000 millones. 

"La industria de los semiconductores es un pastel grande, del cual Ecuador puede ser parte, ya es momento que la industria se una a la academia y crear startups para el diseño de chips".

Luis Miguel Procel, profesor de la Universidad San Francisco.

La siguiente fase del ‘chip ecuatoriano’ será su medición y pruebas en Israel, y la meta es la producción en masa. “Esto es solo un primer paso para darnos a conocer y decirle a la industria que estamos en capacidad de resolver problemas”, dice el profesor.