El ‘miniovni’ se perfila como el ‘gadget’ o artilugio tecnológico de 2022, con cientos de fabricantes que lo ofertan en internet y miles de internautas mostrándolo en TikTok.
¡Es un avión! ¡Es un ovni! Ninguna de las anteriores, simplemente es un dron comercial que recibe el nombre de ‘miniovni’.
Se trata del juguete tecnológico preferido por los internautas en los últimos meses, y que inicialmente salió al mercado internacional en 2021
Hay varias compañías que lo fabrican y se vende en distintos portales de comercio electrónico, como Amazon o Mercado Libre. También lo encuentra en Ecuador, con un valor promedio de USD 20 a USD 25.
En esencia, el miniovni es un dron de plástico, mezcla de spinner y boomerang a la vez. Es decir, se lo lanza o agita en el aire, y puede ser manipulado por niños desde los ocho años o adultos con corazón de infante.
Mide 18 centímetros de alto y algunos modelos incorporan luces LED para brillar mientras vuela. Se lo recarga a través de un cable USB por 50 minutos, aunque hay versiones que se recargan en menos tiempo.
Y una vez listo tiene una autonomía de vuelo de hasta ocho minutos. Si piensa que es poco tiempo, en realidad es una eternidad si lo que busca es hacerlo volar y grabar un video para redes sociales.
De hecho, la popularidad del miniovni radica en los miles de millones de videos sobre el dispositivo colgados en TikTok.
Un dron para Tiktok
MiniOVNI es una de las empresas fabricantes de estos drones-juguetes. Es un emprendimiento español, y que hasta la fecha ha vendido más de 20.000 unidades.
En su portal web, sus creadores aseguran que el aparato es “el mejor dron que ha llegado a TikTok con 19 millones de visualizaciones”.
Debido al fenómeno de TikTok, todas las empresas quieren ser tendencia en este entorno. Es la app más descargada del momento, tanto en Google Play como en Apple Store, y tiene 800 millones de usuarios activos.
La evolución de los drones
Los primeros drones creados, alrededor de 1.900, fueron estrictamente de uso militar. Luego, estos dispositivos evolucionaron para poder tomar fotografías más nítidas y no solo servir como espías de campos enemigos.
Fueron incorporándose al área fotográfica, agrícola e industrial. También hay drones que entregan mercadería, como los que prueba Amazon, o los que ayudan a repartir medicinas en el Hospital del Valle de Quito.
Uno de los drones que utiliza un hospital de Quito para entregar medicinas, 21 de mayo de 2022. Cortesía
Y hay otros drones que dieron el salto a la industria del entretenimiento, a tal punto que se convirtieron en ‘gadgets’, como el miniovni.
Este mercado de los drones comerciales puede alcanzar ventas por USD 6.500 millones antes de terminar 2022, según Bloomberg. Y la previsión es que representen hasta USD 34.000 millones en ingresos para los fabricantes en 2028.
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