En sus Marcas Listos Fuego
Requisitos para ser asambleísta constituyente

PhD en Derecho Penal; máster en Creación Literaria; máster en Argumentación Jurídica. Abogado litigante, escritor y catedrático universitario.
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Pues bueno, parece que refundaremos Ecuador por vigésima primera vez a través de una nueva constitución, que, como he dicho desde hace algún tiempo, nos demostrará que el problema no son las constituciones, sino los ecuatorianos que las aplican.
Y no, hoy no voy a hablarles sobre la conveniencia o no de una constituyente, sino de la locura de su estatuto, que prevé que cualquier hijo de vecina (el hijo vago) sea quien redacte la constitución.
Hay románticos que desde atrás de un escritorio nos dicen que para ser candidato a asambleísta constituyente no debe haber requisitos, porque debe haber “representatividad”. Mijos. Viven enquistados en los conceptos más arcaicos de la democracia.
Esos son los mismos que cuando tienen problemas cardíacos acuden al ginecólogo para que les “exploren”.
Son los mismos que cuando necesitan construir una casa contratan a un cerrajero. Son los mismos que en lugar de ir al psicólogo acuden a la bruja de confianza. O sea, un grupo de mijos que nos piden que seamos descerebrados en oda a un envejecido y prostituido concepto de democracia.
El día en que la razón (por algo somos sapiens) impere, entenderemos que hacer una constitución no es tarea de bachilleres que representan a otros bachilleres. Los bachilleres deben ser representados por expertos y no por ecuatorianos que aún están pasando su primera crisis de acné.
Por eso hoy les propongo, para dejar de ser simples homo erectus, los requisitos que debería cumplir todo candidato a Asambleísta Constituyente en una democracia moderna, desprovista del moho de las ideas arcaicas.
Y si no van a cumplir estos requisitos, que se jodan todos porque seguiremos siendo una patria donde los comediantes prescriben medicamentos y los farmacéuticos construyen sistemas de ingeniería civil.
Así que vamos a ello, aquí mi propuesta para contar con una democracia moderna y sin romanticismos:
1. Formación académica mínima
Haber culminado al menos una carrera universitaria y tener al menos un título de postgrado.
“Los títulos no garantizan nada” va a decir la tía de Whatsapp. Entonces, vaya al carpintero para que le arregle las muelas, gil.
2. Certificación en conocimientos cívicos y constitucionales
Todo candidato deberá aprobar un examen estandarizado sobre Derecho Constitucional, derechos fundamentales, sistema de pesos y contrapesos, economía, políticas públicas, ética pública y procesos legislativos.
Porque ser asambleísta constituyente implica redactar y votar una constitución; ¿cómo hacerlo sin entender la estructura misma del Estado?
3. Experiencia profesional
Tener al menos diez años de experiencia laboral comprobada en el sector público o privado.
La Asamblea no debería ser la primera chamba de nadie; se legisla mejor cuando se ha tenido contacto real con la economía, la justicia, la educación o la vida social del país.
La asamblea constituyente no es una aventura para youtubers o streamers.
4. Historial ético y de integridad personal
No solo ausencia de sentencias penales, sino también transparencia patrimonial, cumplimiento de obligaciones tributarias, laborales y familiares.
La política es un servicio, no un refugio para quienes buscan impunidad. Ya me tiene podrido que los criminales se envistan de inmunidad.
5. Capacitación obligatoria
Una vez electos y antes de posesionarse, deberán estar obligados a participar en programas de formación (ética, Derecho comparado, innovación legislativa, economía sostenible).
Miren, la política no puede seguir siendo el “plan B” para pelafustantes de quinta, sino el espacio donde se concentran los mejores talentos de la sociedad. Exigir requisitos mínimos no es antidemocrático, sino la forma más robusta de proteger la democracia de la mediocridad institucionalizada.
¿Por qué le tememos tanto a que quienes legislan sean los mejores entre sus pares?
¿Cuántos años más sostendremos que buscar que los mejores nos representen es una forma de discriminación?
¿Vamos por fin a entender que los pendejos no necesitan que los representen otros pendejos?
Así que Daniel, si no me ofreces asambleístas constituyentes con requisitos de altísima calidad para acceder al cargo, entonces, te entrego mi voto nulo, porque si bien yo no estoy en contra de una constituyente, sí estoy en contra de una constituyente donde quienes harán la Constitución no estarían pasando ni los cafés ni en tu oficina ni en la mía.