El indiscreto encanto de la política
Se abre oficialmente la temporada de fichajes legislativos

Catedrático universitario, comunicador y analista político. Máster en Estudios Latinoamericanos por la Universidad de Salamanca.
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Este 14 de mayo, cuando se instala una nueva Asamblea Nacional, se abre oficialmente el mercado de fichajes políticos. En términos futboleros: comienzan los “camisetazos”.
La historia es conocida. Legisladores que hasta hace unos días juraban lealtad eterna al “míster” y lucían con orgullo la camiseta titular de su bloque, hoy aparecen defendiendo los colores de su archienemigo político, sin siquiera sonrojarse.
Como si fueran una versión criolla del polémico traspaso de Luis Figo —que en el año 2000 se cambió del Barça al Real Madrid—, nuestros peloteros parlamentarios no dudan en jugar el superclásico desde ambas bancadas. Sin remordimientos. Sin vergüenza.
Este año, el mercado viene recargado: 151 curules disponibles y una mayoría legislativa que aún no cuaja.
Un escenario ideal para que los ojeadores del poder y los agentes del transfuguismo desplieguen todo su talento y experiencia.
Traspasos sorpresivos, primas por fidelidad y debuts inesperados (e inmerecidos) son parte del espectáculo.
Desde la tribuna, el ingenuo votante asiste con estupor a esta tragicomedia. Su asambleísta, ese que en campaña jugaba de extremo izquierdo y lucía la celeste con orgullo, ahora corre por la banda derecha, alentado por una grada llena de banderas lilas.
El sistema táctico da lo mismo. Lo importante es estar en la alineación titular.
También sorprende la versatilidad de ciertos jugadores que, hasta hace poco, jugaban como RC cinco clásico o como seis reconvertido al centro, y hoy se adaptan sin mayor esfuerzo al ADN del carril del siete.
En este juego, la hinchada no opina: aplaude o calla.
El mercado legislativo tiene sus propias reglas. Nada de cláusulas de conciencia ni lealtades ideológicas. Aquí lo que importa es sumar, ganar, golear.
Y así, sin mucho escándalo, los contratos se sellan en los pasillos. Sin conferencia de prensa. Sin explicaciones.
Algunos se indignan. Otros bostezan. La mayoría ya ni se inmuta.
Porque en el mercado de fichajes legislativo, el cinismo es la moneda de cambio y la memoria electoral dura apenas una fecha.
Bienvenidos a la temporada 2025–2027. El mercado está abierto. Los agentes están activos.
Y los principios… siguen en calidad de préstamo.