Leyenda Urbana
Evocando a Marco Aurelio y Goethe, Noboa marca un nuevo comienzo político

Periodista; becaria de la Fondation Journalistes en Europa. Ha sido corresponsal, Editora Política, Editora General y Subdirectora de Información del Diario HOY. Conduce el programa de radio “Descifrando con Thalía Flores” y es corresponsal del Diario ABC
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El discurso de Daniel Noboa con el que asumió su segundo mandato, el 24 de mayo de 2025, para gobernar cuatro años, fue distinto por el tono, la forma, la energía y el sentido de urgencia que lo imprimió, de aquel que pronunció en noviembre de 2023, para gobernar 18 meses y completar el período interrumpido por la “muerte cruzada”, y que duró solo siete minutos.
El discurso del sábado fue conceptual y proyectó liderazgo. El aprendizaje del uso de la retórica discursiva, con referencias a Goethe y Marco Aurelio, ha resultado plausible.
En una ceremonia cargada de simbolismos por la imposición de la banda presidencial y el gran collar de la orden de San Lorenzo, que esta vez lo entregó el jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, la liturgia del poder fue observada con rigor.
En este escenario, casi al inicio, Noboa hizo una revelación conmovedora, al decir que esta patria fue saqueada, corrompida y secuestrada. Y que “incluso en varios momentos hemos estado a punto de perderla”.
Y cuando luego aseguró que “los golpes los esquivamos y derrotamos juntos”, proyectó liderazgo efectivo.
Pronunciado en el aniversario de la Batalla de Pichincha, gesta libertaria, un discurso de este tenor cala hondo, porque la gente tiene grabada esa fecha de la historia nacional, y también porque hoy vive el tormento de la violencia de niveles alarmantes.
Por eso, la proclama de que “hoy Ecuador es un pueblo libre, sobre un suelo libre”, que lo atribuyó al sacrificio de quienes han defendido su integridad, por lo que mostró su admiración y respeto a las fuerzas del orden que dijo han sido “el escudo del Ecuador”, fue esperanzador, en circunstancias que ubicó a las mafias y al crimen organizado transnacional como los enemigos comunes a vencer.
El discurso es la estrategia; ahora vienen las acciones de gobierno.
Noboa habló, entre otros temas, de la transformación digital, de salud, educación y transición energética. En los 21 minutos de alocución, dio dos cifras: 200.000 soluciones habitacionales y generar 300 megavatios de energía.
Resulta destacable el compromiso de que la permanencia escolar de nuestros niños será una prioridad; las palabras de confianza hacia su vicepresidenta; el homenaje y reconocimiento a su familia, y que, para dirigirse al presidente de la Asamblea, Neil Olsen, quien antes había dicho que trabajará con él, haya apelado a Wolfgang Goethe.
“Lo importante no es hacer cosas nuevas, sino hacerlas como si nunca nadie las hubiese hecho”, dijo, siguiendo al dramaturgo y novelista.
Que lo dijera en alemán (quienes lo hablan dicen que pronuncia muy bien) proyectó liderazgo ejemplar para los jóvenes.
“Todo lo que pensamos o hacemos ha sido ya pensado o hecho antes. Lo importante no es ser el primero, sino hacerlas con pasión y descubrirlas por nosotros mismos”, decía Goethe.
Luego evocó una de las meditaciones de Marco Aurelio, pero no solo como una cita, sino revelando que ha definido el rumbo de su vida. Y leyó:
"No te disgustes, ni desfallezcas, ni te impacientes, si no te resulta siempre factible actuar de acuerdo con rectos principios. Por el contrario, cuando has sido rechazado, reemprende la tarea con renovado ímpetu y date por satisfecho si la mayor parte de tus acciones son bastante más humanas y ama aquello a lo que de nuevo encaminas tus pasos”.
Esta frase es parte del libro “Meditaciones” de Marco Aurelio, que lo escribió, dos mil años atrás, como un acto íntimo de reflexión humana en medio de la guerra, y cuyo contenido ha trascendido el tiempo.
Filósofo y emperador, Marco Aurelio gobernó con sensatez y mantuvo el equilibrio que benefició a todos, por lo que ha quedado para la historia como modelo de buen gobernante; el ideal del mandatario ecuánime.
Atacado por los persas en oriente y por los bárbaros en occidente, gobernó con sensatez. Dicen los estudiosos que “Marco Aurelio forjó la mejor Roma que conocemos hoy”.
Basó sus conocimientos en las tradiciones ligadas al estoicismo griego, una escuela de pensamiento que se centraba en el autocontrol, para superar lo negativo y enfocarse en lo positivo.
Según el estoicismo, no podemos controlar los eventos externos, pero sí nuestra respuesta a ellos, y allí reside el verdadero poder.
El autocontrol no solo era una virtud personal, sino una herramienta fundamental para el liderazgo. Dominando las emociones, pudo tomar decisiones más racionales y justas en beneficio de sí mismo y de su imperio.
Que el presidente Noboa tenga como guía al emperador y filósofo que enfrentó invasiones bárbaras, y se armó para encararlos. Y de quien se ha elogiado su resistencia ante las calamidades, el equilibrio y la ecuanimidad, es motivador.
El cierre del discurso de Noboa, leído en tono vibrante, sin interrupción y acompañado de una ovación, parecería inspirado en lo que, en su tiempo y circunstancia, meditaba Marco Aurelio.
“Ya no se trata solo de llegar, se trata de transformar, de entender que el cambio real no es instantáneo. Pero sí es posible si hay carácter, hay convicción, hay coraje para incomodar lo establecido, y lo tenemos poque si algo sabemos hacer es incomodar hasta ser triunfantes. El futuro es nuestro. Tengamos el coraje”, dijo.
El Daniel Noboa del 24 de mayo de 2025, cuando evocó a Goethe y Marco Aurelio, es distinto al de noviembre de 2023.
Ha marcado un nuevo comienzo político.