Leyenda Urbana
Un exjuez de la Corte Constitucional llega a Carondelet
Periodista; becaria de la Fondation Journalistes en Europa. Ha sido corresponsal, Editora Política, Editora General y Subdirectora de Información del Diario HOY. Conduce el programa de radio “Descifrando con Thalía Flores” y es corresponsal del Diario ABC
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En medio del revuelo que causó el nombramiento de Enrique Herrería Bonnet, exjuez de la Corte Constitucional (CC), como secretario Jurídico de la Presidencia, el sábado pasado, seis días después del revés de Daniel Noboa en las urnas, unas palabras del emperador Marco Aurelio vinieron a mi memoria.
“(…) Cuando has sido rechazado, reemprende la tarea con renovado ímpetu y date por satisfecho si la mayor parte de tus acciones son bastante más humanas y ama aquello a lo que de nuevo encaminas tus pasos”.
Dicho en “Meditaciones”, obra fundamental de Marco Aurelio, la frase completa la pronunció Daniel Noboa, el 24 de mayo pasado, cuando asumió la Presidencia, por los próximos cuatro años; y reveló que este texto del filósofo y emperador romano ha definido el rumbo de su vida.
Yo quiero creer que, inspirado en Marco Aurelio -quien gobernó con sensatez-, el presidente Noboa ha decidido dar un giro a su administración, y comenzar de nuevo, por lo que decidió invitar a un personaje de reconocida solvencia, aunque haya sido crítico de su Gobierno; o por eso mismo, para dirigir la estratégica oficina jurídica de Carondelet.
Tener a Enrique Herrería en la Secretaría Jurídica de la Presidencia, proviniendo de la CC, alto tribunal contra el que primer mandatario protagonizó dos marchas de protesta puede ser considerada la prueba de que Noboa habría decidido corregir sus yerros.
Y dar un giro copernicano a su mandato, y recomenzar cuando le restan tres años y medio de gestión.
Eso sí. Lo que ocurrió en la Secretaría Jurídica no puede ser olvidado porque de allí salieron leyes tramposas, destinadas a buscar culpables, con la complicidad de la Asamblea Nacional, cuya mayoría oficialista actuó con obsecuencia y, en lugar de rechazarlas, como correspondía, las aprobaron para que la CC las objetara, y así atacar al alto organismo.
Con Enrique Herrería semejantes aberraciones legales no ocurrirán jamás; para eso debe tener plena libertad para actuar junto al equipo que escoja, lo que fortalecerá al Ejecutivo al garantizar que los decretos que emitan y las leyes que envíen a la Legislatura, cumplan los estándares legales.
Pero si llegada la ocasión tendría que defender en una audiencia la validez de sus leyes, será un ejercicio plausible, y no un acto vergonzoso como los que el país debió soportar, meses atrás, cuando los abogados de la Presidencia balbuceaban argumentos.
Pero tener una oficina Jurídica eficiente no es suficiente, presidente Noboa.
Por sobrevivencia política, debe reorganizar su Gabinete ministerial, no mediante un juego de sillas para que quien no tuvo un decoroso desempeño en una Cartera, pruebe suerte en otra. Sino convocando a los más capaces y, sobre todo, rodeándose de gente que lo respete y, por eso mismo, lo contradiga cuando no coincidan. Y no lo adule por temor a perder el cargo.
Seis ministros de Gobierno en dos años; seis de Salud; cinco en Energía y Ambiente; mientras que el secretario de Integridad Pública ostenta once cargos, evidencian que la inestabilidad ha sido generada por mano propia, y no hay una hoja de ruta ni objetivos a lograr.
Y eso debe terminar.
El diálogo que ha anunciado la ministra de Gobierno, Nataly Morillo, con distintos sectores sociales tiene que darse ya, porque la crisis del país es enorme y las soluciones tienen que llegar con urgencia.
Un país azotado por la violencia imparable del crimen organizado; con cifras de pobreza que laceran, un desempleo que raya en lo inhumano, sin medicinas en los hospitales y una hecatombe que amenaza la seguridad social que condenaría a la muerte a los viejos y jubilados del Ecuador, merecen atención prioritaria.
El IESS necesita un golpe de timón por lo que no puede estar en manos de aprendices de brujo, ni en las de cínicos que saquen provecho personal y de grupo, sino en las de expertos que conozcan el drama de esa institución de la que dependen miles de ecuatorianos.
Desmontar los aparatos de propaganda que fabulan relatos, fabrican eslóganes, y carentes de reflejos políticos con los que se creyeron ganadores el 16 de noviembre, es otra tarea urgente. En fin.
Hay mucho por hacer, presidente Noboa, pero haber puesto a un exjuez constitucional en la Secretaría Jurídica, luego de los resultados del 16 de noviembre, es positivo.
Tenía razón el emperador Marco Aurelio: cada error es una oportunidad de aprendizaje.