Bajo nivel del debate es una de las motivaciones para proponer la reducción del número de asambleístas
En el Pleno de la Asamblea los gritos y acusaciones se mantienen entre ADN y el correísmo. Los llamados a "elevar el debate" se multiplican, pero sin mayor efecto.

El presidente de la Asamblea, Niels Olsen, en la sesión del Pleno del 29 de julio de 2025 en la que cerró el debate por enfrentamientos verbales entre ADN y RC.
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Discursos fuera de lugar, gritos y acusaciones, micrófonos apagados y cierres abruptos. Tres meses después de instalada, la calidad del debate sigue siendo una de las principales falencias de la Asamblea Nacional.
Y eso que la frase "hay que elevar el debate" se ha convertido en la muletilla de quienes tratan de poner algo de sensatez frente a las disputas entre las dos bancadas mayoritarias: Acción Democrática Nacional (ADN) y Revolución Ciudadana (RC)
La pregunta 4 de la consulta popular anunciada por el presidente Daniel Noboa -que se desarrollaría a mediados de diciembre- plantea la reducción del número de asambleístas.
Aunque no se ha anunciado el tamaño de recorte, la propuesta sería de más del 50% del número actual de 151 legisladores. Una de las justificaciones del Ejecutivo es precisamente intentar mejorar el debate, venido a menos.
Aunque no se puede generalizar, temas como el de la lectura completa de intervenciones en el Pleno continúa de parte de algunos legisladores. Otros han optado por el silencio y en estos tres meses no se les conoce la voz.
Si algo ha mejorado, es en la diversidad de intervenciones. Si bien el oficialismo acaparó el debate en el primer mes de funcionamiento de la Asamblea, actualmente el correísmo tiene su espacio, aunque no como le gustaría.
La 'guerra' ADN- RC
La bancada de gobierno y el correísmo no desaprovechan la oportunidad para atacarse y lanzar acusaciones, especialmente cuando se tratan mociones o proyectos de ley controversiales.
La 'escaramuza' más reciente se produjo el 29 de julio cuando ADN debatió un pedido para que el asambleísta Santiago Díaz, acusado de supuesta violación a una menor de edad, renuncie.
Andrés Castillo de ADN recordó a la bancada de RC todos los casos en los que gente cercana a esa agrupación política habría sido señalada por cometer o defender a sospechosos de violación.
Mencionó el caso de Jorge Glas Viejó, padre del exvicepresidente, Jorge Glas Espinel o la "presión" que habría ejercido sobre un juez la exprimera dama, Anne Malherbe, en el denominado caso El Principito.
Ricardo Patiño intentó refutar a Castillo y lo calificó de "payasito". "Calladito, calladito, don Ricardo. Cualquier queja le recibo por escrito y por valija, pero mandará solo la queja no mandará nada más", respondió Castillo.
Esto, en alusión al escándalo de la valija diplomática en la que se detecto droga que fue enviada en una encomienda que tenía todos los sellos diplomáticos, en la época en la que Patiño fue canciller en el gobierno de Rafael Correa.
Un día después, Patiño calificó como "errática" la conducción de Niels Olsen como presidente de la Asamblea y rechazó que no se le haya dado espacio para la réplica.

Mientras el asambleísta correísta intentaba exponer sus reclamos, Olsen le advirtió que debía centrarse en el punto del debate que era conocer la objeción parcial al proyecto para Dignificar el Trabajo del Hogar.
"Seguramente usted me va a apagar el micrófono", dijo Patiño y así sucedió, una vez que el presidente de la Asamblea aseguró que se le acabó el tiempo y le pidió "elevar el debate".
El enojo de Olsen
La tensión escaló a tal nivel ese 29 de julio que tras la intervención de Castillo, el presidente Olsen cerró el debate entre reclamos y gritos de la bancada de Revolución Ciudadana.
"Por favor, silencio. Aquí yo tengo la palabra y yo escojo a quien le doy la palabra. Si de lado y lado no pueden mantener la compostura no hay debate y se cierra"
Niels Olsen, presidente de la Asamblea.
Luego, Olsen calificó como un récord haberse mantenido 10 semanas con cordura a pesar de "tantas cosas que pasan en el pleno".
Reveló que antes de la sesión para tratar el caso de Díaz hubo una suerte de 'pacto de no agresión', ya que ambas fuerzas políticas coincidían en el pedido de renuncia al asambleísta, que cumple prisión preventiva, pero fue irrespetado.
"Vamos al punto"
El 7 de agosto, el tratamiento de la reforma parcial a la Constitución sobre la eliminación del financiamiento estatal a los partidos políticos, prometía un debate profundo e interesante en el Pleno.
Si bien, algunos asambleístas de ADN y RC expusieron sus argumentos a favor o en contra de quitar ese aporte de dineros públicos a las organizaciones políticas, el debate fue perdiendo fuerza de forma paulatina.
En parte, porque algunos asambleístas ocuparon los 10 minutos que se les otorga para hablar de otros temas, más, o menos importantes, pero que se alejaban del punto de la reforma parcial.
Gitta Andrade, de Revolución Ciudadana, por ejemplo, empezó a hablar de la inseguridad en su provincia, Los Ríos y la falta de insumos médicos en el sistema de salud público.
Cuando Olsen le pidió que se centre en el debate, ella dijo, señalando a la bancada de ADN, que "muchos de los que están aquí se confunden y marean, porque el hecho de que estén rodeados de un porcentaje mínimo de personas con poder económico, no les hace parte de ellos".
Solo al final, rechazó la propuesta de quitar el financiamiento a los partidos políticos, especialmente a los más débiles, porque eso los condenaría a limitar su participación en procesos electorales.
Pablo Jurado, que llegó por Construye y se alió con ADN, contó que en un viaje a Chile tuvo el honor de saludar a Juan de Dios Parra, activista por los derechos humanos, y resaltó su trabajo en ese ámbito. "Sigo hablando de democracia", repitió el asambleísta en varias ocasiones.
Luego tocó el tema de la muerte del expresidente Jaime Roldós y también del asesinato de Fernando Villavicencio, el 9 de agosto de 2023, y exigió que se investigue quienes fueron los autores intelectuales del crimen.
"Asambleísta, le voy a pedir que se acoja al punto del debate", intervino Olsen y ante el reclamo de otros legisladores, Jurado dijo "estoy yendo al punto".
Casi al final, aseguró que en Guayaquil subió a un taxi y, junto a otros legisladores, le preguntaron al conductor si estaba de acuerdo con que se quite el financiamiento estatal a los partidos.
Como obtuvo una respuesta afirmativa, Jurado llegó a la conclusión que ese es el clamor del pueblo para impulsar la reforma.
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